sábado, 5 de marzo de 2016

Restauración de tebeos

INTENTOS MEJORABLES                                                                                            Durante el año 1990, de manera totalmente accidental y anecdotica, intenté arreglar en la Sede de CERCLE DEL CÒMIC I EL COL·LECCIONISME, un par de tebeos cuyas páginas interiores estaban separadas. Cogí un trozo de papel de revistas de la época estropeadas y sirviéndome del pegamento adecuado, procedí a intentar la compostura.

La chapuza quedó bastante bien pese a ser la primera que había intentado hacer y carecer, en aquel momento, de los instrumentos adecuados para emprender trabajos de esa índole. Como la experiencia salió mejor de lo pensado, me atreví a experimentar un poco más. El paso siguiente fue más complicado. Se trataba de añadir un trozo de papel –de los márgenes en blanco--, de las páginas interiores de los cuadernos donde le faltaba.

Esa carencia podía ser debida a descuidos, roturas diferentes o a causa de roedores, termes o lepismas que son algunos de los enemigos más temibles de todo compuesto celulosico. El arreglo salió regular aunque el resultado mejoraba el estado anterior. Asimismo, intenté componer alguna portada, bien pegando rotura, substituir pedazos rotos por otros en blanco o colorear las zonas donde éste se había debilitado por efectos de la mala conservación.

Porqué tanto las humedades, los hongos, parásitos y otros adversarios peligrosos, constituyen un rosario de problemas inherentes al buen uso y guarda de los tebeos o de cualquier otro tipo de coleccionismo de papel-cartón. Al final, pensé que la tarea realizada era suficiente y nada me obligaba a más. ¡Quán equivocado me encontraba entonces! Más tarde, comprendí que la buena voluntad, por sí misma, es insuficiente para mejorar un estado de conservación lastimoso.

LLEGA UN CONOCIDO                                                                                                    Todo ello cambió, el día que llegó a CERCLE DEL CÒMIC un viejo conocido mío, Pedro Córcoles.  Nuestro primer encuentro tuvo lugar, cuando yo andaba representando a la empresa Fabercolor, y él, en la agencia de publicidad Alas. El buen amigo Baena me facilitó el contacto perdido tiempo atrás. Establecida la forma de colaboración que la Asociación precisaba en aquellos años, Córcoles fue mi brazo derecho y algo más de CERCLE.

Sin su concurso, la Restauración de Tebeos habría sido imposible y el montaje original años más tarde de las Exposiciones en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona, hubiesen resultado quiméricas. La estética conseguida en cada una de las Muestras que se montaron, así lo acreditan.

Córcoles había llegado procedente de Palma de Mallorca, tras dejar atrás una campaña de imagen de una red de Hoteles de los más prestigiosos del mundo. Su participación fue definitiva para lograr que la marca unificara criterios y siguiera  un plan prefijado para alcanzar el objetivo propuesto. ¡Un éxito que ni reconocieron ni pagaron como se merecía!

Creo, que tuvimos mucha suerte con la llegada de Córcoles a CERCLE. Su intuición, su gran capacidad de mejorar lo que estaba más que bien y sus puntos de vistas siempre acertados, constituyeron los elementos imprescindibles para la marcha y ascenso de la Asociación. Hubo un antes y un después de su presencia entre nosotros ¡Luego, nunca fue igual!

Con su llegada, se levantaron unes expectativas en torno a la Restauración de de Tebeos como jamás se había hecho antes. El coleccionismo en ese campo –salvo la cartelería--, siempre había quedado exento de ser restaurado. Ni siquiera se habían hecho intentos como pruebas. Los profesionales pensaban que era perder el tiempo. En su fuero interno, creían que nadie podía pagar las composturas que precisaban muchas revistas antiguas y otras piezas de colecciones de papel estropeadas. Y en eso, andaban acertados ¡Hasta entonces!










Y mucho menos se intentó en ningún país del mundo, crear una dinámica experimental que llevara finalmente a la reconstrucción de una portada, página, cromo o programa de mano,por ejemplo, dentro de cualquier nivel del restauro de papel. ¡Claro, que las dificultades eran grandes! Primero, por la ardua tarea de someter a tratamiento unos materiales pésimos, con malas materias primas y mal impresos. En muchas ocasiones, se sumaba la estructura de la celulosa dañada o alterada por el uso y por el paso del tiempo.

La segunda y más gran carencia venia dada por el motivo económico. Nadie  abordaba aquella técnica, por falta de contar con un presupuesto que fuera permisible a coleccionistas y aficionados. Por ese motivo, nosotros nos enfrentamos al problema concreto de los tebeos. En esa parcela, muy pocos forofos podían permitirse el lujo de pagar a un restaurador profesional. 

Sin embargo, sí podían hacerlo a un miembro de CERCLE que hubiese aprendido con el oficio la garantía de ofrecer un buen servicio. En cuanto a las Instituciones nunca habían previsto gastar un sólo céntimo en el arreglo de ninguna publicación de historietas. Para ellos, era un pérdida de tiempo y dinero. Los pocos restauradores profesionales integrados en Museos oficiales, tenían el suficiente trabajo arreglando pergaminos, libros viejos y alguna revista ilustrada que consideraban digna de ser recompuesta.






Un día Córcoles, viendo que yo estaba intentando hacer un apaño de los míos, tuvo la curiosidad y el atrevimiento de interesarse como me manejaba. Le expliqué lo poco que la experiencia me enseñó. No tardó nada en pasar por el mismo banco de pruebas, experimentando por sí mismo, las dificultades inherentes a lo que era trabajar en papeles de mala calidad y bajo gramage. Inició el mismo recorrido utilizado anteriormente por mí.

UN ARTISTA DESCONOCIDO                                                                                    
Luego, se animó a profundizar en la restauración. De unir hojas pasó  a tapar agujeros, eliminar manchas y dar color cuando éste se había degradado. Tiempo después, ambos comprobamos que el listón colocado por mí se había rebasado ampliamente. Sin querer Córcoles, con esa capacidad de trabajo y perfeccionamiento tan personales, se fue imbricando en la restauración a pasos agigantados.

Llegados a ese punto, los dos coincidimos en que necesitábamos conocer mejor el planteamiento general de la Restauración de Papel. Por se motivo, contratamos los servicios de una empresa restauradora para que nos explicara tanto la práctica –que Córcoles ya poseía bastante avanzada--, como la teoría de la que barruntábamos, escasos conocimientos.

Queríamos conocer la técnica y los utensilios más eficaces para afrontar cualquier tipo de arreglo. Una vez puestos al corriente de todos los entresijos de la restauración de papel, advertí que Córcoles, había superado en la práctica a los mejores restauradores de la época afincados en la ciudad Condal. Nadie hasta entonces, se había atrevido a probar a restaurar los compuestos de celulosa como si fuera una pintura. Por suerte, en CERCLE ¡Sí, se consiguió!

CURSILLO DE RESTAURACIÓN DE TEBEOS                                                       Entonces, la Asociación creyó llegada la hora de ofrecer los conocimientos adquiridos a los Socios de la entidad que deseasen aprender el restauro de papel. Con ese fin, contratamos a la empresa que nos había asesorado y montamos un Cursillo Acelerado de 15 días de Restauración de Papel. Junto con las clases prácticas, se dotó a los cursillistas de un Manual Teórico, con amplias reseñas sobre la celulosa.

En las clases se incidió acertadamente sobre los enemigos naturales y los sobrevenidos del papel. Ese conocimiento resultaba imprescindible para poder emprender sin sorpresas, trabajos de restauración junto a los utensilios más comunes para realizarlo. Además, se tuvieron en cuenta las colas alcalinas a utilizar junto a  los papeles recomendados. El restaurador quiso que Córcoles compartiera con él las clases prácticas, porqué consideró que su experiencia valía más que lo que él podía enseñar.

Unos diez Socios asistieron al Cursillo que se realizó en las dependencias de CERCLE. Algunos salieron muy satisfechos. En su casa, dotándose de los elementos necesarios, intentarían probar sobre sus tebeos en mal estado, las lecciones aprendidas. El resto, tuvo el conocimiento suficiente para saber los inconvenientes de hacer una mala compostura puesto que en la mayoría de casos, el remedio era peor que la propia enfermedad. 

Aprovechando la circunstancia, realizamos un vídeo teórico-práctico sobre el tema.
Córcoles, asentó todavía más sus conocimientos. En su caso, los textos explicativos le habían ampliado sus amplios conocimientos del día a día. A partir de ahí, se extendió como una mancha de aceite su versatilidad y sus trabajos sobre la Restauración de Tebeos. Mi escasa facilidad para dedicarme a los trabajos manuales, me hizo comprender que el mejor resultado que había obtenido con el Cursillo, era el conocer lo que debía evitar para cuando se me ocurriera ponerme a probar a restaurar, cosa que dejé de hacer a partir de entonces.

Córcoles emprendió una lucha contra los elementos –enemigos del papel--, incursionando en pleno corazón del restauro. Se implicó de tal manera en el quehacer diario que al final se convirtió en el único Restaurador de Tebeos del mundo, con etiqueta de maestro. Su pericia y profesionalidad traspasó fronteras y algunos restauradores de oficio de papel cuando nos visitaron, quedaron sorprendidos ante los tebeos arreglados. Todos alabaron su preparación y su técnica personal.

En ese campo minado de la Restauración, siempre se tuvo que luchar contra los inconvenientes que tiene todo material celulosico. En muchas ocasiones, a los tebeos había que darles una transformación total. Se empezaba por limpiarles las marcas, escritos y otras menudencias, mediante el pasado de la correspondiente goma de borrar. A continuación lavarlos, fortalecer su estructura –a veces--, secarlos, laminarlos en diversas ocasiones y proceder al arreglo propiamente dicho.

También, pegar con cola adecuada, ensamblar, secar y dar el mismo color que tenía antes –casi siempre--, con la finalidad de dar lustre a un trabajo bien realizado. El resultado era tener un cuaderno parecido al que se editó en origen. Centenares de trabajos por encargo certifican el buen hacer de Córcoles.

LA RESTAURACIÓN EN EL MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.                               
Antes de la inauguración de la Exposición Pemanente del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, le encargamos a Córcoles diferentes publicaciones para ser reparadas. ¡Su trabajo como restaurador de élite, brilló como nunca! Esos tebeos lucieron espléndidos en sus respectivos paneles el día de su inauguración. Obras de arte, que el público pudo admirar en la visita girada a sus instalaciones.

Antes de llegar a ese momento, durante 6 años, Córcoles descubrió paulatinamente los secretos del oficio. Él mismo, se auto impuso retos que siempre logró alcanzar con éxito en su lucha por superar todas las barreras, las del tiempo y las del restauro. Las primeras pruebas se hicieron sobre tebeos de propiedad de CERCLE. Hasta conseguir matricula de honor por parte del taller de restauración que contratamos, no nos atrevimos a ofrecer el servicio de Restauración a los Socios y coleccionistas. Muchos de ellos, necesitaban que se les salvaran piezas de mucha estima o muy difíciles de conseguir en el mercado.

Córcoles, siempre se enfrentó a cualquier dificultad que se le presentara delante de la posibilidad de salvar cualquier tebeo por difícil que pareciera. De aquellos años, porqué luego continuó durante unos cuantos más, existe una nutrida galería de obra gráfica restaurada. Diferentes personas y Asociaciones disponen de material recuperado por Córcoles, gracias a su esfuerzo y tesón.



Además, hay que reconocer que siempre, el precio que se cobró a todo interesado a que se le restauraran tebeos, fue muy inferior al que le hubiese costado en cualquier taller profesional de restauro. Además, los profesionales nunca se acercaron siquiera a la propuesta restauradora que se lograron en CERCLE y posteriormente, en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.

Permanentemente, con Córcoles se hacia buena la frase de que el dinero es necesario pero resultaba prescindible para el mejoramiento personal y en muchas ocasiones artístico.
Con el nacimiento durante 1997 del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, también Córcoles con su talento y esfuerzo fue uno de los más eficaces, sinó el que más, colaborador de la entidad. 

Sabíamos de antemano que nos enfrentábamos a un desafío tremendo. Era la continuación de la lucha contra los molinos de viento que entablose en la genial novela de EL QUIJOTE. En el caso que nos ocupa, resultaba una temeridad querer crear de la nada un MUSEU, mucho más su continuidad a lo largo del tiempo.

No se contó con el soporte económico de ninguna de las Instituciones catalanas ni españolas. Alguna nos deseó suerte en el intento, llegando a afirmar que nuestra existencia sería de medio año. Tampoco la empresa privada quiso soltar un duro. Todos pensaban que un Museo privado, montado más con entusiasmo que otra cosa, podía acabar como el rosario de la aurora. 

El tiempo demostró que todo el mundo estaba equivocado.
Incluso hubo más de un aficionado crítico que nos sentenció antes de tiempo. Para la puesta en marcha del MUSEU sólo dispusimos de la aportación generosa de unos cuantos Socios Fundadores junto a otros anónimos. De esta manera,  empezamos a caminar torpemente.



Con los años, en el MUSEU se realizaron un sin fin de restauraciones, especialmente a particulares, pero la mayoría fueron destinadas a la Asociación. Muchos que se acercaron a encargar trabajos de restauro, vieron como un milagro la transformación de las piezas que habían encargado para su arreglo.

En más de un caso, aquellos tebeos se hubiesen tirado directamente a la basura. El prodigio, era la tarea siempre constante y sin desaliento, persiguiendo nuevas salidas a las trampas del oficio que se impuso Córcoles. Se constituyó en gran manera, como la única persona que podía rescatar lo insalvable.

LA RECUPERACIÓN DE PÁGINAS IMPRESAS                                                                
El cronómetro a largo plazo, impuso al MUSEU emprender nuevos proyectos. Uno de los más importantes era convertir en originales para la reproducción de calidad –especialmente para las Exposiciones--, aquellas páginas de historietas de las cuales se habían perdido los dibujos o estaban en pésimas condiciones. Las mismas, a veces resultaron mal impresas, desgastadas por el uso y otras pequeñas o grandes imperfecciones que se sumaban a los enemigos habituales del papel.

Llegados a esta encrucijada, Córcoles decidió dar un paso más. Se propuso sumergirse en la tarea de recuperar muchas páginas de tebeos impresas para rescatarlas de su estado físico. Aquel trabajo sordo, sufrido y paciente  –dedicado solamente para la reproducción y exhibición posterior en el MUSEU--, reflejó un resultado final parecido a la copia de dibujos originales. 

Córcoles abordó el trabajo como si se tratase de una miniatura china. Pacientemente se inclinó sobre la página a mejorar y fue llenando fondos, arreglando las calles de las viñetas, quitando manchas, tapando imperfecciones y haciendo la restauración si era necesaria, con un resultado sorprendente. La página acabada parecía un duplicado de dibujo original pero en un papel delgado. ¡Otro desafío más de los tantos que se impuso Córcoles dentro de la Restauración!


¡Lo que parecía imposible llegó a materializarse!. Todo aquel que ha asistido a cualquiera de las Exposiciones temporales del MUSEU, habrá podido advertir que en la mayor parte de páginas interiores reproducidas de los tebeos, pertenecen a la labor de recuperación igual como si se tratase de contemplar los dibujos creados en origen.

Llegó un momento que el trabajo a restaurar o recuperar era tan alto que se necesitaba la ayuda de otra persona. Así, oportunamente llegó al MUSEU, la siempre dispuesta y animosa, Paquita López, otra buena colaboradora de la Asociación con un importante bagaje artístico bajo sus espaldas.

Comprometida y eficaz, en muchas ocasiones permitió que su aportación fuese paralela a Córcoles, en cuanto a retoques y salva páginas. Desgraciadamente, falleció hace un tiempo, quedando el MUSEU y su familia, sin una persona animosa y trabajadora que dignificó todo cuanto emprendió.

También experimentamos la misma sensación de orfandad en el momento en que Córcoles abandonó la disciplina museistica. Lo hizo tanto por problemas de salud como también para dar un cambio a su vida. Siempre tengo presente y jamás dejaré de valorar, lo que representó su figura en los dos proyectos que ambos compartimos, especialmente su talante optimista y visionario. 

A la calidad  artística indiscutible y sin rival conocido, unió su carisma personal junto a una persistente cualidad perfeccionista y en gran manera, responsables de su dimensión humana. El prestigio conseguido tanto en CERCLE como en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona, habría sido mucho menor sin su valiosa aportación, altamente creativa.
¡Gracias,Pedro! ¡Desde estas páginas, un fuerte abrazo!

(FIN DEL CAPÍTULO)


















Un día Córcoles, viendo que yo estaba intentando hacer un apaño de los míos, tuvo la curiosidad y el atrevimiento de interesarse como me manejaba. Le expliqué lo poco que la experiencia me enseñó. No tardó nada en pasar por el mismo banco de pruebas, experimentando por sí mismo, las dificultades inherentes a lo que era trabajar en papeles de mala calidad y bajo gramage. Inició el mismo recorrido utilizado anteriormente por mí.

UN ARTISTA DESCONOCIDO                                                                                      Luego, se animó a profundizar en la restauración. De unir hojas pasó  a tapar agujeros, eliminar manchas y dar color cuando éste se había degradado. Tiempo después, ambos comprobamos que el listón colocado por mí se había rebasado ampliamente. Si querer Córcoles, con esa capacidad de trabajo y perfeccionamiento tan personales, se fue imbricando en la restauración a pasos agigantados.

Llegados a ese punto, los dos coincidimos en que necesitábamos conocer mejor el planteamiento general de la Restauración de Papel. Por se motivo, contratamos los servicios de una empresa restauradora para que nos explicara tanto la práctica –que Córcoles ya poseía bastante avanzada--, como la teoría de la que barruntábamos, escasos conocimientos.
Almanaque PANTERA NEGRA
Queríamos conocer la técnica y los utensilios más eficaces para afrontar cualquier tipo de arreglo. Una vez puestos al corriente de todos los entresijos de la restauración de papel, advertí que Córcoles, había superado en la práctica a los mejores restauradores de la época afincados en la ciudad Condal. Nadie hasta entonces, se había atrevido a probar a restaurar los compuestos de celulosa como si fuera una pintura. Por suerte, en CERCLE ¡Sí, se consiguió!

CURSILLO DE RESTAURACIÓN DE TEBEOS                                                       Entonces, la Asociación creyó llegada la hora de ofrecer los conocimientos adquiridos a los Socios de la entidad que deseasen aprender el restauro de papel. Con ese fin, contratamos a la empresa que nos había asesorado y montamos un Cursillo Acelerado de 15 días de Restauración de Papel. Junto con las clases prácticas, se dotó a los cursillistas de un Manual Teórico, con amplias reseñas sobre la celulosa.

En las clases se incidió acertadamente sobre los enemigos naturales y los sobrevenidos del papel. Ese conocimiento resultaba imprescindible para poder emprender sin sorpresas, trabajos de restauración junto a los utensilios más comunes para realizarlo. Además, se tuvieron en cuenta las colas alcalinas a utilizar junto a  los papeles recomendados. El restaurador quiso que Córcoles compartiera con él las clases prácticas, porqué consideró que su experiencia valía más que lo que él podía enseñar.
EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

Unos diez Socios asistieron al Cursillo que se realizó en las dependencias de CERCLE. Algunos salieron muy satisfechos. En su casa, dotándose de los elementos necesarios, intentarían probar sobre sus tebeos en mal estado, las lecciones aprendidas. El resto, tuvo el conocimiento suficiente para saber los inconvenientes de hacer una mala compostura puesto que en la mayoría de casos, el remedio era peor que la propia enfermedad. 

Aprovechando la circunstancia, realizamos un vídeo teórico-práctico sobre el tema.
Córcoles, asentó todavía más sus conocimientos. En su caso, los textos explicativos le habían ampliado sus amplios conocimientos del día a día. A partir de ahí, se extendió como una mancha de aceite su versatilidad y sus trabajos sobre la Restauración de Tebeos. Mi escasa facilidad para dedicarme a los trabajos manuales, me hizo comprender que el mejor resultado que había obtenido con el Cursillo, era el conocer lo que debía evitar para cuando se me ocurriera ponerme a probar a restaurar, cosa que dejé de hacer a partir de entonces.

Córcoles emprendió una lucha contra los elementos –enemigos del papel--, incursionando en pleno corazón del restauro. Se implicó de tal manera en el quehacer diario que al final se convirtió en el único Restaurador de Tebeos del mundo, con etiqueta de maestro. Su pericia y profesionalidad traspasó fronteras y algunos restauradores de oficio de papel cuando nos visitaron, quedaron sorprendidos ante los tebeos arreglados. Todos alabaron su preparación y su técnica personal.

En ese campo minado de la Restauración, siempre se tuvo que luchar contra los inconvenientes que tiene todo material celulosico. En muchas ocasiones, a los tebeos había que darles una transformación total. Se empezaba por limpiarles las marcas, escritos y otras menudencias, mediante el pasado de la correspondiente goma de borrar. A continuación lavarlos, fortalecer su estructura –a veces--, secarlos, laminarlos en diversas ocasiones y proceder al arreglo propiamente dicho.
EL HOMBRE ENMASCARADO

También, pegar con cola adecuada, ensamblar, secar y dar el mismo color que tenía antes –casi siempre--, con la finalidad de dar lustre a un trabajo bien realizado. El resultado era tener un cuaderno parecido al que se editó en origen. Centenares de trabajos por encargo certifican el buen hacer de Córcoles.

LA RESTAURACIÓN EN EL MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.                               
Antes de la inauguración de la Exposición Pemanente del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, le encargamos a Córcoles diferentes publicaciones para ser reparadas. ¡Su trabajo como restaurador de élite, brilló como nunca! Esos tebeos lucieron espléndidos en sus respectivos paneles el día de su inauguración. Obras de arte, que el público pudo admirar en la visita girada a sus instalaciones.

Antes de llegar a ese momento, durante 6 años, Córcoles descubrió paulatinamente los secretos del oficio. Él mismo, se auto impuso retos que siempre logró alcanzar con éxito en su lucha por superar todas las barreras, las del tiempo y las del restauro. Las primeras pruebas se hicieron sobre tebeos de propiedad de CERCLE. Hasta conseguir matricula de honor por parte del taller de restauración que contratamos, no nos atrevimos a ofrecer el servicio de Restauración a los Socios y coleccionistas. Muchos de ellos, necesitaban que se les salvaran piezas de mucha estima o muy difíciles de conseguir en el mercado.

Córcoles, siempre se enfrentó a cualquier dificultad que se le presentara delante de la posibilidad de salvar cualquier tebeo por difícil que pareciera. De aquellos años, porqué luego continuó durante unos cuantos más, existe una nutrida galería de obra gráfica restaurada. Diferentes personas y Asociaciones disponen de material recuperado por Córcoles, gracias a su esfuerzo y tesón.
PELÍCANO
Además, hay que reconocer que siempre, el precio que se cobró a todo interesado a que se le restauraran tebeos, fue muy inferior al que le hubiese costado en cualquier taller profesional de restauro. Además, los profesionales nunca se acercaron siquiera a la propuesta restauradora que se lograron en CERCLE y posteriormente, en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.

Permanentemente, con Córcoles se hacia buena la frase de que el dinero es necesario pero resultaba prescindible para el mejoramiento personal y en muchas ocasiones artístico.
Con el nacimiento durante 1997 del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, también Córcoles con su talento y esfuerzo fue uno de los más eficaces, sinó el que más, colaborador de la entidad. 

Sabíamos de antemano que nos enfrentábamos a un desafío tremendo. Era la continuación de la lucha contra los molinos de viento que habiase entablado en la genial novela de EL QUIJOTE. En el caso que nos ocupa, resultaba una temeridad querer crear de la nada un MUSEU, mucho más su continuidad a lo largo del tiempo.

No se contó con el soporte económico de ninguna de las Instituciones catalanas ni españolas. Alguna nos deseó suerte en el intento, llegando a afirmar que nuestra existencia sería de medio año. Tampoco la empresa privada quiso soltar un duro. Todos pensaban que un Museo privado, montado más con entusiasmo que otra cosa, podía acabar como el rosario de la aurora. 

El tiempo demostró que todo el mundo estaba equivocado.
Incluso hubo más de un aficionado crítico que nos sentenció antes de tiempo. Para la puesta en marcha del MUSEU sólo dispusimos de la aportación generosa de unos cuantos Socios Fundadores junto a otros anónimos. De esta manera,  empezamos a caminar torpemente.
PULGARCITO
Con los años, en el MUSEU se realizaron un sin fin de restauraciones, especialmente a particulares, pero la mayoría fueron destinadas a la Asociación. Muchos que se acercaron a encargar trabajos de restauro, vieron como un milagro la transformación de las piezas que habían encargado para su arreglo.

En más de un caso, aquellos tebeos se hubiesen tirado directamente a la basura. El prodigio, era la tarea siempre constante y sin desaliento, persiguiendo nuevas salidas a las trampas del oficio que se impuso Córcoles. Se constituyó en gran manera, como la única persona que podía rescatar lo insalvable.

LA RECUPERACIÓN DE PÁGINAS IMPRESAS                                                                  El cronómetro a largo plazo, impuso al MUSEU emprender nuevos proyectos. Uno de los más importantes era convertir en originales para la reproducción de calidad –especialmente para las Exposiciones--, aquellas páginas de historietas de las cuales se habían perdido los dibujos o estaban en pésimas condiciones. Las mismas, a veces resultaron mal impresas, desgastadas por el uso y otras pequeñas o grandes imperfecciones que se sumaban a los enemigos habituales del papel.

Llegados a esta encrucijada, Córcoles decidió dar un paso más. Se propuso sumergirse en la tarea de recuperar muchas páginas de tebeos impresas para rescatarlas de su estado físico. Aquel trabajo sordo, sufrido y paciente  –dedicado solamente para la reproducción y exhibición posterior en el MUSEU--, reflejó un resultado final parecido a la copia de dibujos originales. 
Córcoles abordó el trabajo como si se tratase de una miniatura china. Pacientemente se inclinó sobre la página a mejorar y fue llenando fondos, arreglando las calles de las viñetas, quitando manchas, tapando imperfecciones y haciendo la restauración si era necesaria, con un resultado sorprendente. La página acabada parecía un duplicado de dibujo original pero en un papel delgado. ¡Otro desafío más de los tantos que se impuso Córcoles dentro de la Restauración!
PÁGINA RECUPERADA
¡Lo que parecía imposible llegó a materializarse!. Todo aquel que ha asistido a cualquiera de las Exposiciones temporales del MUSEU, habrá podido advertir que en la mayor parte de páginas interiores reproducidas de los tebeos, pertenecen a la labor de recuperación igual como si se tratase de contemplar los dibujos creados en origen.

Llegó un momento que el trabajo a restaurar o recuperar era tan alto que se necesitaba la ayuda de otra persona. Así, oportunamente llegó al MUSEU, la siempre dispuesta y animosa, Paquita López, otra buena colaboradora de la Asociación con un importante bagaje artístico bajo sus espaldas.

Comprometida y eficaz, en muchas ocasiones permitió que su aportación fuese paralela a Córcoles, en cuanto a retoques y salva páginas. Desgraciadamente, falleció hace un tiempo, quedando el MUSEU y su familia, sin una persona animosa y trabajadora que dignificó todo cuanto emprendió.

También experimentamos la misma sensación de orfandad en el momento en que Córcoles abandonó la disciplina museistica. Lo hizo tanto por problemas de salud como también para dar un cambio a su vida. Siempre tengo presente y jamás dejaré de valorar, lo que representó su figura en los dos proyectos que ambos compartimos, especialmente su talante optimista y visionario. 
PÁGINA RECUPERADA
A la calidad  artística indiscutible y sin rival conocido, unió su carisma personal junto a una persistente cualidad perfeccionista y en gran manera, responsables de su dimensión humana. El prestigio conseguido tanto en CERCLE como en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona, habría sido mucho menor sin su valiosa aportación, altamente creativa.
¡Gracias,Pedro! ¡Desde estas páginas, un fuerte abrazo!

(FIN DEL CAPÍTULO)
















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