lunes, 14 de marzo de 2016

Mi experiencia con la Editorial Bruguera

EL FERMENTO DE UN  GUIONISTA DE TEBEOS                                                             En 1961, a la edad de 19 años, llevado por mi afición y aconsejado por un guionista  conocido, me apresté a llevar a la Editorial Bruguera un argumento escrito por mí. Pretendía que fuera dibujado por cualquiera de los dibujantes realistas que trabajaban para la editorial. En aquel tiempo, la empresa ocupaba las dependencias administrativas en la calle Camps i Fabrés de Barcelona.

¿Cómo había surgido el proyecto? De la manera más sencilla. Un conocido del barrio del Poble Nou donde vivía, en sus ratos libres se dedicaba a confeccionar textos para novelas populares y tebeos. Vista mi afición hacia la historieta, me animó a escribir algún guión. Para ello, me dio unas cuantas lecciones prácticas sobre la construcción de la línea argumental y plástica, aleccionándome en gran manera para que lo intentara.

Tras darle muchas vueltas y compaginando el trabajo que entonces ejercía en una empresa textil, me puse a escribir un guión corto de historietas. Después de releerlo varias veces, se lo presenté a Bartolomé. Él, corrigió un par de escenas y sus correspondientes planos.

Cuando entendí la mecánica del guión, me puse a teclear aceleradamente sobre la máquina de escribir Hispano Olivetti de mi casa. No paré de darle a la herramienta hasta que hube terminado el trabajo. Del intento, salió un guión para tebeo de mayor extensión. El argumento era el de un personaje justiciero inspirado en las lecturas de mi juventud y posiblemente era bastante malo.

Una semana más tarde, abusando de la disposición de Bartolomé, le hacía leer los textos  de aventuras de mi cosecha. Le pedí que hiciera una crítica pura y dura. Estaba dispuesto a encarar estoicamente, el que hubiese compuesto un ladrillazo. Barto, después de tres o cuatro rectificaciones que él consideró mejorables, lo vio totalmente pausible y me habló sinceramente. El personaje de acción que yo había creado lo encontraba bastante bueno y posiblemente, interesaría a más de un editor.

Me quedé gratamente sorprendido con el punto de vista de Bartolomé. Animado por sus consejos y espoleado por la visión del medio que arrastraba, decidí dar los pasos posteriores. Así, una vez corregido el texto del héroe de acción y con el soporte moral del guionista, aprovechando una gestión que debía hacer fuera para la empresa donde laboraba y vestido con el traje que lucía los días festivos, los pies me llevaron  directamente a la dependencias de Bruguera.

UNA VISITA A LA EDITORIAL BRUGUERA                                                                           En aquel momento, la empresa era una referencia importante y la primera del panorama tebeístico barcelonés y español. Todavía estaba lejos de alcanzar su máximo nivel mundial. Mas, tardaría pocos años en lograrlo.Cuando entré por la puerta de la Editorial Bruguera tengo que confesar sinceramente que la emoción me embargaba.

Afloraban las preguntas normales ¿Les gustará el guión? ¿Encontrarán interesante publicarlo? ¿O tal vez lo rechacen?  Mis cavilaciones se disiparon pronto cuando la voz de una joven muy correcta me preguntó desde su puesto de información cual era el motivo de lo que deseaba.

Le expliqué el motivo de i visita. Deseaba entrevistarme con la persona que dirigía el Departamento literario o artístico de la editorial. Ella, me indicó que aguardara un momento. Acto seguido, echó mano del teléfono e hizo una llamada breve. Al cabo de cinco minutos, que me parecieron un siglo, se presentó la Secretaria del Director Técnico de la editorial.

Me recibió cordialmente. Después de saludarnos, me dijo que su jefe el Sr. Rafael González era quien debía haberme atendido. Por encontrarse en una reunión me pidió que le dejara el guión que llevaba conmigo y se lo entregaría en mano. Caso de que en el plazo de 15 días no hubiese recibido ninguna respuesta por parte de la editorial, podía pasar a recoger mi escrito. El hecho comportaría que había sido rechazado. Nos despedimos. Yo salí de Bruguera escopeteado de moral.

Pero, al mismo tiempo, los nervios empezaron por apoderarse de mí tan pronto pisé la calle. El corazón empezó a latir aceleradamente. Quería tranquilizarme y a la vez era incapaz de poder hacerlo. Entré en el primer bar que me tropecé camino de casa y pedí una limonada fría. En cuanto estuve refrescado, pagué la consumición y me marché. En el tranvía de regreso al hogar, pensé que la espera se me haría larga.

Preferí callar la visita a Bruguera a mis padres. Si la cosa resultaba y la empresa aprobaba quedarse el personaje, les daría una sorpresa, especialmente a mi padre a quien la lectura de tebeos y novelas le parecían una simpleza. Pese a mis temores la espera fue corta. Cuarenta y ocho horas después, recibí la llamada de la Secretaria citándome aquella misma semana para sostener una entrevista.

LA FRUSTRACIÓN                                                                                                                  Estaba especialmente contento tal como se presentaban las cosas y empecé a divagar y a hacer planes de futuro. Para el día de la entrevista pedí una jornada de asueto en la empresa --donde me parecía que perdía el tiempo--, para resolver asuntos propios. Llegada la hora enfilé camino de la editorial. Una vez allí, me atendieron cortesmente igual que en la inicial visita. La Secretaria me hizo pasar inmediatamente al despacho del Sr. Rafael González. Al interfecto, le eché una mirada rápida.

González, era un hombre de espigada estatura y de complexión delgada. Unas facciones muy marcadas enmarcaban unos ojos acerados que parecían perforar todo cuanto caía al alcance de sus ojos. Nos estrechamos las manos. Segundos después de sentarnos, el anfitrión pasó enseguida a hablar del tema. Con toda claridad me comentó que el guión –estaba abierto al lado de su brazo izquierdo--, había gustado mucho al Comité Asesor de la editorial. Mi corazón empezó a agitarse y se puso en marcha como si corriera una competición de velocidad. Se paro repentinamente cuando González continuó hablando.

-Señor Delhom. La empresa puede darle trabajo como colaborador externo. Es decir, de momento, usted trabajaría en su casa. Dentro del tiempo acordado, nos iría suministrando los textos de las historietas que se le encargaran. Debo decirle, que hoy por hoy, nuestra necesidad mayor es disponer de guiones de EL CAPITÁN TRUENO.

EL CAPITÁN TRUENO-Extra nº16 - Inicio (1960) Ambròs-Víctor Mora  

El alma se me cayó a los pies. ¡Yo que pensaba con mis héroes y me ofrecían redactar  textos para una publicación creada por otros autores!. Aquello me parecía de mal gusto. Entonces, no comprendí que las editoriales estaban para ganar dinero. ¡Pasaban de lo sueños románticos de un aficionado!  Mi héroe de ficción a lo que se ve, poco interesaba. El guión policíaco escrito por mí, de nada se parecía al medieval porqué era continuar , con las aventuras de EL CAPITÁN TRUENO. Contesté.

-Señor González, lo siento de verdad. Mi deseo era que ustedes dieran a dibujar mi guión a cualquiera de los dibujantes que estuvieran actualmente trabajando para Bruguera. No me interesa seguir escritos creados por otros autores. Agradezco su propuesta. Lamentandolo mucho debo decirle que esta posibilidad no me interesa.

-¡Qué lástima-contestó González. -Le podríamos pagar un precio aceptable para empezar. Luego se lo aumentaríamos con el tiempo. Si se lo piensa y decide trabajar con nosotros, aquí tiene las puertas abiertas para cuando usted guste.

Después, volvimos a saludarnos y me marché entre decepcionado y contento de Bruguera. Satisfecho porqué comprendí que a pesar del fracaso servía para confeccionar guiones para los tebeos. Una pena al ligar el trabajo de escritor con puntos de vista equidistantes por parte de la editorial y estar en desacuerdo con el trabajo a realizar. Salí bien de una prueba a pesar del resultado último.

                                  EL REY DE LA JUNGLA nº7 - (1948) - Pedro Alférez-Pedro Quesada

De vuelta al hogar, decidí dejar la propuesta como guionista profesional porqué era poco interesante económicamente. A pesar de que los números planteados por la editorial   estaban ligeramente por encima de lo que ganaba en mi empresa, debía hacerme autónomo por lo que perdía en ingresos caso de escoger esta solución. Además, la cobertura que daba la Seguridad Social era mucho más amplia si era empleado.

En lugar de buscar otras opciones para mi guión, decidí tirarlo a la papelera, cosa que al final cambié por aparcarlo en el baúl de los Proyectos irrealizables. Con el tiempo, lo llené de otros intentos. Me prometí y creo haberlo cumplido, que jamás volvería a presentar ningún otro texto para ser editado por ninguna editorial comercial. Seguiría como simple aficionado a los tebeos, lo que siempre había sido. ¡Y así acabó aquel intento!

PERMISOS DE EDICIÓN POR PARTE DE BRUGUERA                                                         No obstante, la buena impresión que me causó a primeras de cambio Bruguera y su cabeza visible Rafael González, me sirvió a partir de 1975 y siguientes, cuando estaba al frente de la sección editorial del CAH. En esos años, le mandé una carta a González para que autorizara la redición de alguno de los personajes de la editorial.

El material correspondía a la  década de 1940. Una semana más tarde, recibía la autorización de editar varias de las opciones escogidas y de forma gratuita. Me puse la mar de contento al haber logrado su aprobación.

La explicación de ser un Club de aficionados a los tebeos, con un tiraje bajo y sin ánimo de lucro, convenció a González del todo. Aparte, con el escrito le remití unos cuantos Boletines y unas muestras del personaje DICK NORTON publicado por el CAH. De esta manera, pudimos editar en un corto espacio de tiempo los cuadernillos de EL REY DE LA JUNGLA, AGUILA NEGRA y EL CABALLERO DE LAS TRES CRUCES junto con el álbum SANGRE EN BIZANCIO.

EL CABALLERO DE LAS TRES CRUCES nº 1 - Inicio (1948) Angel Pardo-Pedro Quesada

Cada vez que remitía a Rafael González alguna de las rediciones emprendidas en el CAH, recibía la correspondiente llamada de teléfono, agradeciendo el envío de varias  colecciones. Eso me animó años más tarde para.... No quiero adelantar acontecimientos y con esta líneas cierro este capítulo de mi experiencia positiva con la Editorial Bruguera.
Poco después, entablaría una larga y provechosa relación personal con Rafael González. Esto lo cuento en otro larguísimo Capítulo de ENTRE TEBEOS, dedicado a su persona.

(FIN DEL CAPÍTULO)



sábado, 5 de marzo de 2016

Restauración de tebeos

INTENTOS MEJORABLES                                                                                            Durante el año 1990, de manera totalmente accidental y anecdotica, intenté arreglar en la Sede de CERCLE DEL CÒMIC I EL COL·LECCIONISME, un par de tebeos cuyas páginas interiores estaban separadas. Cogí un trozo de papel de revistas de la época estropeadas y sirviéndome del pegamento adecuado, procedí a intentar la compostura.

La chapuza quedó bastante bien pese a ser la primera que había intentado hacer y carecer, en aquel momento, de los instrumentos adecuados para emprender trabajos de esa índole. Como la experiencia salió mejor de lo pensado, me atreví a experimentar un poco más. El paso siguiente fue más complicado. Se trataba de añadir un trozo de papel –de los márgenes en blanco--, de las páginas interiores de los cuadernos donde le faltaba.

Esa carencia podía ser debida a descuidos, roturas diferentes o a causa de roedores, termes o lepismas que son algunos de los enemigos más temibles de todo compuesto celulosico. El arreglo salió regular aunque el resultado mejoraba el estado anterior. Asimismo, intenté componer alguna portada, bien pegando rotura, substituir pedazos rotos por otros en blanco o colorear las zonas donde éste se había debilitado por efectos de la mala conservación.

Porqué tanto las humedades, los hongos, parásitos y otros adversarios peligrosos, constituyen un rosario de problemas inherentes al buen uso y guarda de los tebeos o de cualquier otro tipo de coleccionismo de papel-cartón. Al final, pensé que la tarea realizada era suficiente y nada me obligaba a más. ¡Quán equivocado me encontraba entonces! Más tarde, comprendí que la buena voluntad, por sí misma, es insuficiente para mejorar un estado de conservación lastimoso.

LLEGA UN CONOCIDO                                                                                                    Todo ello cambió, el día que llegó a CERCLE DEL CÒMIC un viejo conocido mío, Pedro Córcoles.  Nuestro primer encuentro tuvo lugar, cuando yo andaba representando a la empresa Fabercolor, y él, en la agencia de publicidad Alas. El buen amigo Baena me facilitó el contacto perdido tiempo atrás. Establecida la forma de colaboración que la Asociación precisaba en aquellos años, Córcoles fue mi brazo derecho y algo más de CERCLE.

Sin su concurso, la Restauración de Tebeos habría sido imposible y el montaje original años más tarde de las Exposiciones en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona, hubiesen resultado quiméricas. La estética conseguida en cada una de las Muestras que se montaron, así lo acreditan.

Córcoles había llegado procedente de Palma de Mallorca, tras dejar atrás una campaña de imagen de una red de Hoteles de los más prestigiosos del mundo. Su participación fue definitiva para lograr que la marca unificara criterios y siguiera  un plan prefijado para alcanzar el objetivo propuesto. ¡Un éxito que ni reconocieron ni pagaron como se merecía!

Creo, que tuvimos mucha suerte con la llegada de Córcoles a CERCLE. Su intuición, su gran capacidad de mejorar lo que estaba más que bien y sus puntos de vistas siempre acertados, constituyeron los elementos imprescindibles para la marcha y ascenso de la Asociación. Hubo un antes y un después de su presencia entre nosotros ¡Luego, nunca fue igual!

Con su llegada, se levantaron unes expectativas en torno a la Restauración de de Tebeos como jamás se había hecho antes. El coleccionismo en ese campo –salvo la cartelería--, siempre había quedado exento de ser restaurado. Ni siquiera se habían hecho intentos como pruebas. Los profesionales pensaban que era perder el tiempo. En su fuero interno, creían que nadie podía pagar las composturas que precisaban muchas revistas antiguas y otras piezas de colecciones de papel estropeadas. Y en eso, andaban acertados ¡Hasta entonces!










Y mucho menos se intentó en ningún país del mundo, crear una dinámica experimental que llevara finalmente a la reconstrucción de una portada, página, cromo o programa de mano,por ejemplo, dentro de cualquier nivel del restauro de papel. ¡Claro, que las dificultades eran grandes! Primero, por la ardua tarea de someter a tratamiento unos materiales pésimos, con malas materias primas y mal impresos. En muchas ocasiones, se sumaba la estructura de la celulosa dañada o alterada por el uso y por el paso del tiempo.

La segunda y más gran carencia venia dada por el motivo económico. Nadie  abordaba aquella técnica, por falta de contar con un presupuesto que fuera permisible a coleccionistas y aficionados. Por ese motivo, nosotros nos enfrentamos al problema concreto de los tebeos. En esa parcela, muy pocos forofos podían permitirse el lujo de pagar a un restaurador profesional. 

Sin embargo, sí podían hacerlo a un miembro de CERCLE que hubiese aprendido con el oficio la garantía de ofrecer un buen servicio. En cuanto a las Instituciones nunca habían previsto gastar un sólo céntimo en el arreglo de ninguna publicación de historietas. Para ellos, era un pérdida de tiempo y dinero. Los pocos restauradores profesionales integrados en Museos oficiales, tenían el suficiente trabajo arreglando pergaminos, libros viejos y alguna revista ilustrada que consideraban digna de ser recompuesta.






Un día Córcoles, viendo que yo estaba intentando hacer un apaño de los míos, tuvo la curiosidad y el atrevimiento de interesarse como me manejaba. Le expliqué lo poco que la experiencia me enseñó. No tardó nada en pasar por el mismo banco de pruebas, experimentando por sí mismo, las dificultades inherentes a lo que era trabajar en papeles de mala calidad y bajo gramage. Inició el mismo recorrido utilizado anteriormente por mí.

UN ARTISTA DESCONOCIDO                                                                                    
Luego, se animó a profundizar en la restauración. De unir hojas pasó  a tapar agujeros, eliminar manchas y dar color cuando éste se había degradado. Tiempo después, ambos comprobamos que el listón colocado por mí se había rebasado ampliamente. Sin querer Córcoles, con esa capacidad de trabajo y perfeccionamiento tan personales, se fue imbricando en la restauración a pasos agigantados.

Llegados a ese punto, los dos coincidimos en que necesitábamos conocer mejor el planteamiento general de la Restauración de Papel. Por se motivo, contratamos los servicios de una empresa restauradora para que nos explicara tanto la práctica –que Córcoles ya poseía bastante avanzada--, como la teoría de la que barruntábamos, escasos conocimientos.

Queríamos conocer la técnica y los utensilios más eficaces para afrontar cualquier tipo de arreglo. Una vez puestos al corriente de todos los entresijos de la restauración de papel, advertí que Córcoles, había superado en la práctica a los mejores restauradores de la época afincados en la ciudad Condal. Nadie hasta entonces, se había atrevido a probar a restaurar los compuestos de celulosa como si fuera una pintura. Por suerte, en CERCLE ¡Sí, se consiguió!

CURSILLO DE RESTAURACIÓN DE TEBEOS                                                       Entonces, la Asociación creyó llegada la hora de ofrecer los conocimientos adquiridos a los Socios de la entidad que deseasen aprender el restauro de papel. Con ese fin, contratamos a la empresa que nos había asesorado y montamos un Cursillo Acelerado de 15 días de Restauración de Papel. Junto con las clases prácticas, se dotó a los cursillistas de un Manual Teórico, con amplias reseñas sobre la celulosa.

En las clases se incidió acertadamente sobre los enemigos naturales y los sobrevenidos del papel. Ese conocimiento resultaba imprescindible para poder emprender sin sorpresas, trabajos de restauración junto a los utensilios más comunes para realizarlo. Además, se tuvieron en cuenta las colas alcalinas a utilizar junto a  los papeles recomendados. El restaurador quiso que Córcoles compartiera con él las clases prácticas, porqué consideró que su experiencia valía más que lo que él podía enseñar.

Unos diez Socios asistieron al Cursillo que se realizó en las dependencias de CERCLE. Algunos salieron muy satisfechos. En su casa, dotándose de los elementos necesarios, intentarían probar sobre sus tebeos en mal estado, las lecciones aprendidas. El resto, tuvo el conocimiento suficiente para saber los inconvenientes de hacer una mala compostura puesto que en la mayoría de casos, el remedio era peor que la propia enfermedad. 

Aprovechando la circunstancia, realizamos un vídeo teórico-práctico sobre el tema.
Córcoles, asentó todavía más sus conocimientos. En su caso, los textos explicativos le habían ampliado sus amplios conocimientos del día a día. A partir de ahí, se extendió como una mancha de aceite su versatilidad y sus trabajos sobre la Restauración de Tebeos. Mi escasa facilidad para dedicarme a los trabajos manuales, me hizo comprender que el mejor resultado que había obtenido con el Cursillo, era el conocer lo que debía evitar para cuando se me ocurriera ponerme a probar a restaurar, cosa que dejé de hacer a partir de entonces.

Córcoles emprendió una lucha contra los elementos –enemigos del papel--, incursionando en pleno corazón del restauro. Se implicó de tal manera en el quehacer diario que al final se convirtió en el único Restaurador de Tebeos del mundo, con etiqueta de maestro. Su pericia y profesionalidad traspasó fronteras y algunos restauradores de oficio de papel cuando nos visitaron, quedaron sorprendidos ante los tebeos arreglados. Todos alabaron su preparación y su técnica personal.

En ese campo minado de la Restauración, siempre se tuvo que luchar contra los inconvenientes que tiene todo material celulosico. En muchas ocasiones, a los tebeos había que darles una transformación total. Se empezaba por limpiarles las marcas, escritos y otras menudencias, mediante el pasado de la correspondiente goma de borrar. A continuación lavarlos, fortalecer su estructura –a veces--, secarlos, laminarlos en diversas ocasiones y proceder al arreglo propiamente dicho.

También, pegar con cola adecuada, ensamblar, secar y dar el mismo color que tenía antes –casi siempre--, con la finalidad de dar lustre a un trabajo bien realizado. El resultado era tener un cuaderno parecido al que se editó en origen. Centenares de trabajos por encargo certifican el buen hacer de Córcoles.

LA RESTAURACIÓN EN EL MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.                               
Antes de la inauguración de la Exposición Pemanente del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, le encargamos a Córcoles diferentes publicaciones para ser reparadas. ¡Su trabajo como restaurador de élite, brilló como nunca! Esos tebeos lucieron espléndidos en sus respectivos paneles el día de su inauguración. Obras de arte, que el público pudo admirar en la visita girada a sus instalaciones.

Antes de llegar a ese momento, durante 6 años, Córcoles descubrió paulatinamente los secretos del oficio. Él mismo, se auto impuso retos que siempre logró alcanzar con éxito en su lucha por superar todas las barreras, las del tiempo y las del restauro. Las primeras pruebas se hicieron sobre tebeos de propiedad de CERCLE. Hasta conseguir matricula de honor por parte del taller de restauración que contratamos, no nos atrevimos a ofrecer el servicio de Restauración a los Socios y coleccionistas. Muchos de ellos, necesitaban que se les salvaran piezas de mucha estima o muy difíciles de conseguir en el mercado.

Córcoles, siempre se enfrentó a cualquier dificultad que se le presentara delante de la posibilidad de salvar cualquier tebeo por difícil que pareciera. De aquellos años, porqué luego continuó durante unos cuantos más, existe una nutrida galería de obra gráfica restaurada. Diferentes personas y Asociaciones disponen de material recuperado por Córcoles, gracias a su esfuerzo y tesón.



Además, hay que reconocer que siempre, el precio que se cobró a todo interesado a que se le restauraran tebeos, fue muy inferior al que le hubiese costado en cualquier taller profesional de restauro. Además, los profesionales nunca se acercaron siquiera a la propuesta restauradora que se lograron en CERCLE y posteriormente, en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.

Permanentemente, con Córcoles se hacia buena la frase de que el dinero es necesario pero resultaba prescindible para el mejoramiento personal y en muchas ocasiones artístico.
Con el nacimiento durante 1997 del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, también Córcoles con su talento y esfuerzo fue uno de los más eficaces, sinó el que más, colaborador de la entidad. 

Sabíamos de antemano que nos enfrentábamos a un desafío tremendo. Era la continuación de la lucha contra los molinos de viento que entablose en la genial novela de EL QUIJOTE. En el caso que nos ocupa, resultaba una temeridad querer crear de la nada un MUSEU, mucho más su continuidad a lo largo del tiempo.

No se contó con el soporte económico de ninguna de las Instituciones catalanas ni españolas. Alguna nos deseó suerte en el intento, llegando a afirmar que nuestra existencia sería de medio año. Tampoco la empresa privada quiso soltar un duro. Todos pensaban que un Museo privado, montado más con entusiasmo que otra cosa, podía acabar como el rosario de la aurora. 

El tiempo demostró que todo el mundo estaba equivocado.
Incluso hubo más de un aficionado crítico que nos sentenció antes de tiempo. Para la puesta en marcha del MUSEU sólo dispusimos de la aportación generosa de unos cuantos Socios Fundadores junto a otros anónimos. De esta manera,  empezamos a caminar torpemente.



Con los años, en el MUSEU se realizaron un sin fin de restauraciones, especialmente a particulares, pero la mayoría fueron destinadas a la Asociación. Muchos que se acercaron a encargar trabajos de restauro, vieron como un milagro la transformación de las piezas que habían encargado para su arreglo.

En más de un caso, aquellos tebeos se hubiesen tirado directamente a la basura. El prodigio, era la tarea siempre constante y sin desaliento, persiguiendo nuevas salidas a las trampas del oficio que se impuso Córcoles. Se constituyó en gran manera, como la única persona que podía rescatar lo insalvable.

LA RECUPERACIÓN DE PÁGINAS IMPRESAS                                                                
El cronómetro a largo plazo, impuso al MUSEU emprender nuevos proyectos. Uno de los más importantes era convertir en originales para la reproducción de calidad –especialmente para las Exposiciones--, aquellas páginas de historietas de las cuales se habían perdido los dibujos o estaban en pésimas condiciones. Las mismas, a veces resultaron mal impresas, desgastadas por el uso y otras pequeñas o grandes imperfecciones que se sumaban a los enemigos habituales del papel.

Llegados a esta encrucijada, Córcoles decidió dar un paso más. Se propuso sumergirse en la tarea de recuperar muchas páginas de tebeos impresas para rescatarlas de su estado físico. Aquel trabajo sordo, sufrido y paciente  –dedicado solamente para la reproducción y exhibición posterior en el MUSEU--, reflejó un resultado final parecido a la copia de dibujos originales. 

Córcoles abordó el trabajo como si se tratase de una miniatura china. Pacientemente se inclinó sobre la página a mejorar y fue llenando fondos, arreglando las calles de las viñetas, quitando manchas, tapando imperfecciones y haciendo la restauración si era necesaria, con un resultado sorprendente. La página acabada parecía un duplicado de dibujo original pero en un papel delgado. ¡Otro desafío más de los tantos que se impuso Córcoles dentro de la Restauración!


¡Lo que parecía imposible llegó a materializarse!. Todo aquel que ha asistido a cualquiera de las Exposiciones temporales del MUSEU, habrá podido advertir que en la mayor parte de páginas interiores reproducidas de los tebeos, pertenecen a la labor de recuperación igual como si se tratase de contemplar los dibujos creados en origen.

Llegó un momento que el trabajo a restaurar o recuperar era tan alto que se necesitaba la ayuda de otra persona. Así, oportunamente llegó al MUSEU, la siempre dispuesta y animosa, Paquita López, otra buena colaboradora de la Asociación con un importante bagaje artístico bajo sus espaldas.

Comprometida y eficaz, en muchas ocasiones permitió que su aportación fuese paralela a Córcoles, en cuanto a retoques y salva páginas. Desgraciadamente, falleció hace un tiempo, quedando el MUSEU y su familia, sin una persona animosa y trabajadora que dignificó todo cuanto emprendió.

También experimentamos la misma sensación de orfandad en el momento en que Córcoles abandonó la disciplina museistica. Lo hizo tanto por problemas de salud como también para dar un cambio a su vida. Siempre tengo presente y jamás dejaré de valorar, lo que representó su figura en los dos proyectos que ambos compartimos, especialmente su talante optimista y visionario. 

A la calidad  artística indiscutible y sin rival conocido, unió su carisma personal junto a una persistente cualidad perfeccionista y en gran manera, responsables de su dimensión humana. El prestigio conseguido tanto en CERCLE como en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona, habría sido mucho menor sin su valiosa aportación, altamente creativa.
¡Gracias,Pedro! ¡Desde estas páginas, un fuerte abrazo!

(FIN DEL CAPÍTULO)


















Un día Córcoles, viendo que yo estaba intentando hacer un apaño de los míos, tuvo la curiosidad y el atrevimiento de interesarse como me manejaba. Le expliqué lo poco que la experiencia me enseñó. No tardó nada en pasar por el mismo banco de pruebas, experimentando por sí mismo, las dificultades inherentes a lo que era trabajar en papeles de mala calidad y bajo gramage. Inició el mismo recorrido utilizado anteriormente por mí.

UN ARTISTA DESCONOCIDO                                                                                      Luego, se animó a profundizar en la restauración. De unir hojas pasó  a tapar agujeros, eliminar manchas y dar color cuando éste se había degradado. Tiempo después, ambos comprobamos que el listón colocado por mí se había rebasado ampliamente. Si querer Córcoles, con esa capacidad de trabajo y perfeccionamiento tan personales, se fue imbricando en la restauración a pasos agigantados.

Llegados a ese punto, los dos coincidimos en que necesitábamos conocer mejor el planteamiento general de la Restauración de Papel. Por se motivo, contratamos los servicios de una empresa restauradora para que nos explicara tanto la práctica –que Córcoles ya poseía bastante avanzada--, como la teoría de la que barruntábamos, escasos conocimientos.
Almanaque PANTERA NEGRA
Queríamos conocer la técnica y los utensilios más eficaces para afrontar cualquier tipo de arreglo. Una vez puestos al corriente de todos los entresijos de la restauración de papel, advertí que Córcoles, había superado en la práctica a los mejores restauradores de la época afincados en la ciudad Condal. Nadie hasta entonces, se había atrevido a probar a restaurar los compuestos de celulosa como si fuera una pintura. Por suerte, en CERCLE ¡Sí, se consiguió!

CURSILLO DE RESTAURACIÓN DE TEBEOS                                                       Entonces, la Asociación creyó llegada la hora de ofrecer los conocimientos adquiridos a los Socios de la entidad que deseasen aprender el restauro de papel. Con ese fin, contratamos a la empresa que nos había asesorado y montamos un Cursillo Acelerado de 15 días de Restauración de Papel. Junto con las clases prácticas, se dotó a los cursillistas de un Manual Teórico, con amplias reseñas sobre la celulosa.

En las clases se incidió acertadamente sobre los enemigos naturales y los sobrevenidos del papel. Ese conocimiento resultaba imprescindible para poder emprender sin sorpresas, trabajos de restauración junto a los utensilios más comunes para realizarlo. Además, se tuvieron en cuenta las colas alcalinas a utilizar junto a  los papeles recomendados. El restaurador quiso que Córcoles compartiera con él las clases prácticas, porqué consideró que su experiencia valía más que lo que él podía enseñar.
EL GUERRERO DEL ANTIFAZ

Unos diez Socios asistieron al Cursillo que se realizó en las dependencias de CERCLE. Algunos salieron muy satisfechos. En su casa, dotándose de los elementos necesarios, intentarían probar sobre sus tebeos en mal estado, las lecciones aprendidas. El resto, tuvo el conocimiento suficiente para saber los inconvenientes de hacer una mala compostura puesto que en la mayoría de casos, el remedio era peor que la propia enfermedad. 

Aprovechando la circunstancia, realizamos un vídeo teórico-práctico sobre el tema.
Córcoles, asentó todavía más sus conocimientos. En su caso, los textos explicativos le habían ampliado sus amplios conocimientos del día a día. A partir de ahí, se extendió como una mancha de aceite su versatilidad y sus trabajos sobre la Restauración de Tebeos. Mi escasa facilidad para dedicarme a los trabajos manuales, me hizo comprender que el mejor resultado que había obtenido con el Cursillo, era el conocer lo que debía evitar para cuando se me ocurriera ponerme a probar a restaurar, cosa que dejé de hacer a partir de entonces.

Córcoles emprendió una lucha contra los elementos –enemigos del papel--, incursionando en pleno corazón del restauro. Se implicó de tal manera en el quehacer diario que al final se convirtió en el único Restaurador de Tebeos del mundo, con etiqueta de maestro. Su pericia y profesionalidad traspasó fronteras y algunos restauradores de oficio de papel cuando nos visitaron, quedaron sorprendidos ante los tebeos arreglados. Todos alabaron su preparación y su técnica personal.

En ese campo minado de la Restauración, siempre se tuvo que luchar contra los inconvenientes que tiene todo material celulosico. En muchas ocasiones, a los tebeos había que darles una transformación total. Se empezaba por limpiarles las marcas, escritos y otras menudencias, mediante el pasado de la correspondiente goma de borrar. A continuación lavarlos, fortalecer su estructura –a veces--, secarlos, laminarlos en diversas ocasiones y proceder al arreglo propiamente dicho.
EL HOMBRE ENMASCARADO

También, pegar con cola adecuada, ensamblar, secar y dar el mismo color que tenía antes –casi siempre--, con la finalidad de dar lustre a un trabajo bien realizado. El resultado era tener un cuaderno parecido al que se editó en origen. Centenares de trabajos por encargo certifican el buen hacer de Córcoles.

LA RESTAURACIÓN EN EL MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.                               
Antes de la inauguración de la Exposición Pemanente del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, le encargamos a Córcoles diferentes publicaciones para ser reparadas. ¡Su trabajo como restaurador de élite, brilló como nunca! Esos tebeos lucieron espléndidos en sus respectivos paneles el día de su inauguración. Obras de arte, que el público pudo admirar en la visita girada a sus instalaciones.

Antes de llegar a ese momento, durante 6 años, Córcoles descubrió paulatinamente los secretos del oficio. Él mismo, se auto impuso retos que siempre logró alcanzar con éxito en su lucha por superar todas las barreras, las del tiempo y las del restauro. Las primeras pruebas se hicieron sobre tebeos de propiedad de CERCLE. Hasta conseguir matricula de honor por parte del taller de restauración que contratamos, no nos atrevimos a ofrecer el servicio de Restauración a los Socios y coleccionistas. Muchos de ellos, necesitaban que se les salvaran piezas de mucha estima o muy difíciles de conseguir en el mercado.

Córcoles, siempre se enfrentó a cualquier dificultad que se le presentara delante de la posibilidad de salvar cualquier tebeo por difícil que pareciera. De aquellos años, porqué luego continuó durante unos cuantos más, existe una nutrida galería de obra gráfica restaurada. Diferentes personas y Asociaciones disponen de material recuperado por Córcoles, gracias a su esfuerzo y tesón.
PELÍCANO
Además, hay que reconocer que siempre, el precio que se cobró a todo interesado a que se le restauraran tebeos, fue muy inferior al que le hubiese costado en cualquier taller profesional de restauro. Además, los profesionales nunca se acercaron siquiera a la propuesta restauradora que se lograron en CERCLE y posteriormente, en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.

Permanentemente, con Córcoles se hacia buena la frase de que el dinero es necesario pero resultaba prescindible para el mejoramiento personal y en muchas ocasiones artístico.
Con el nacimiento durante 1997 del MUSEU DEL CÒMIC I LA IL·LUSTRACIÓ de Barcelona, también Córcoles con su talento y esfuerzo fue uno de los más eficaces, sinó el que más, colaborador de la entidad. 

Sabíamos de antemano que nos enfrentábamos a un desafío tremendo. Era la continuación de la lucha contra los molinos de viento que habiase entablado en la genial novela de EL QUIJOTE. En el caso que nos ocupa, resultaba una temeridad querer crear de la nada un MUSEU, mucho más su continuidad a lo largo del tiempo.

No se contó con el soporte económico de ninguna de las Instituciones catalanas ni españolas. Alguna nos deseó suerte en el intento, llegando a afirmar que nuestra existencia sería de medio año. Tampoco la empresa privada quiso soltar un duro. Todos pensaban que un Museo privado, montado más con entusiasmo que otra cosa, podía acabar como el rosario de la aurora. 

El tiempo demostró que todo el mundo estaba equivocado.
Incluso hubo más de un aficionado crítico que nos sentenció antes de tiempo. Para la puesta en marcha del MUSEU sólo dispusimos de la aportación generosa de unos cuantos Socios Fundadores junto a otros anónimos. De esta manera,  empezamos a caminar torpemente.
PULGARCITO
Con los años, en el MUSEU se realizaron un sin fin de restauraciones, especialmente a particulares, pero la mayoría fueron destinadas a la Asociación. Muchos que se acercaron a encargar trabajos de restauro, vieron como un milagro la transformación de las piezas que habían encargado para su arreglo.

En más de un caso, aquellos tebeos se hubiesen tirado directamente a la basura. El prodigio, era la tarea siempre constante y sin desaliento, persiguiendo nuevas salidas a las trampas del oficio que se impuso Córcoles. Se constituyó en gran manera, como la única persona que podía rescatar lo insalvable.

LA RECUPERACIÓN DE PÁGINAS IMPRESAS                                                                  El cronómetro a largo plazo, impuso al MUSEU emprender nuevos proyectos. Uno de los más importantes era convertir en originales para la reproducción de calidad –especialmente para las Exposiciones--, aquellas páginas de historietas de las cuales se habían perdido los dibujos o estaban en pésimas condiciones. Las mismas, a veces resultaron mal impresas, desgastadas por el uso y otras pequeñas o grandes imperfecciones que se sumaban a los enemigos habituales del papel.

Llegados a esta encrucijada, Córcoles decidió dar un paso más. Se propuso sumergirse en la tarea de recuperar muchas páginas de tebeos impresas para rescatarlas de su estado físico. Aquel trabajo sordo, sufrido y paciente  –dedicado solamente para la reproducción y exhibición posterior en el MUSEU--, reflejó un resultado final parecido a la copia de dibujos originales. 
Córcoles abordó el trabajo como si se tratase de una miniatura china. Pacientemente se inclinó sobre la página a mejorar y fue llenando fondos, arreglando las calles de las viñetas, quitando manchas, tapando imperfecciones y haciendo la restauración si era necesaria, con un resultado sorprendente. La página acabada parecía un duplicado de dibujo original pero en un papel delgado. ¡Otro desafío más de los tantos que se impuso Córcoles dentro de la Restauración!
PÁGINA RECUPERADA
¡Lo que parecía imposible llegó a materializarse!. Todo aquel que ha asistido a cualquiera de las Exposiciones temporales del MUSEU, habrá podido advertir que en la mayor parte de páginas interiores reproducidas de los tebeos, pertenecen a la labor de recuperación igual como si se tratase de contemplar los dibujos creados en origen.

Llegó un momento que el trabajo a restaurar o recuperar era tan alto que se necesitaba la ayuda de otra persona. Así, oportunamente llegó al MUSEU, la siempre dispuesta y animosa, Paquita López, otra buena colaboradora de la Asociación con un importante bagaje artístico bajo sus espaldas.

Comprometida y eficaz, en muchas ocasiones permitió que su aportación fuese paralela a Córcoles, en cuanto a retoques y salva páginas. Desgraciadamente, falleció hace un tiempo, quedando el MUSEU y su familia, sin una persona animosa y trabajadora que dignificó todo cuanto emprendió.

También experimentamos la misma sensación de orfandad en el momento en que Córcoles abandonó la disciplina museistica. Lo hizo tanto por problemas de salud como también para dar un cambio a su vida. Siempre tengo presente y jamás dejaré de valorar, lo que representó su figura en los dos proyectos que ambos compartimos, especialmente su talante optimista y visionario. 
PÁGINA RECUPERADA
A la calidad  artística indiscutible y sin rival conocido, unió su carisma personal junto a una persistente cualidad perfeccionista y en gran manera, responsables de su dimensión humana. El prestigio conseguido tanto en CERCLE como en el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona, habría sido mucho menor sin su valiosa aportación, altamente creativa.
¡Gracias,Pedro! ¡Desde estas páginas, un fuerte abrazo!

(FIN DEL CAPÍTULO)
















lunes, 29 de febrero de 2016

II-Revival Cómics


LAS COLECIONES DE CUADERNILLOS

EL CAPITÁN CORAJE                                                                                               
Cuando me decidí a convertirme en un improvisado editor –al fallar el proyecto emprendido con el CAH--, decidí que una de mis primeras realizaciones sería la publicación del cuadernillo de EL CAPITÁN CORAJE, obra gráfica de Iranzo con textos alternativos suyos y del editor y guionista, Ayné Arnau, originaria de 1946. Puestos de acuerdo con el artista y la editorial, me puse mano a la obra.

Traté en esta ocasión de rescatar una de las obras maestras de G. Iranzo y uno de sus mayores éxitos. Más, al pedir a Ediciones Toray que me prestaran los dibujos originales del personaje me llevé dos inesperadas sorpresas. La empresa, se había quedado sin las páginas interiores --al vender sus derechos al exterior--, por lo que tuvimos que reproducir de las correspondientes impresas. El resultado fue mejor del esperado.

En cuanto a las portadas, sí disponían de los dibujos originales, aunque años atrás, habían cometido la enorme torpeza de recortar una parte de la ilustración para adaptarla a una reedición a tamaño menor que hicieron del héroe de papel. En principio, aquel desastre me desanimó. Antes de reproducir directamente sobre la colección de tebeos de EL CAPITÁN CORAJE, lo hablé con Paco Baena.


EL CAPITÁN CORAJE nº2 - Inicio (1946) - G. Iranzo/Ayné Arnau-Iranzo

Éste, me dio la solución. Hablaría con Leopoldo Sánchez, en aquellos años, convertido en uno de los grandes historietistas de nuestro país. Acordamos que él se encargaría de recuperar la parte del dibujo que faltaba en todos los dibujos de las cubiertas. Un trabajo lento, pesado y de mucha responsabilidad. Se trataba de conservar el estilo de Iranzo, sin estropearlo, cambiarlo o mejorarlo.

Debido a la mutilación de los dibujos originales, el gran trabajo artesano de Leopoldo Sánchez --combinándolo con sus encargos profesionales--, y supervisado por el amigo Baena, lidiaron por recomponer lo que tenia difícil compostura. La parte técnica me correspondió a mí. Sánchez, realizó una gran tarea y me fue entregando mes a mes, todo lo que iba terminando. Así en 12 meses finalizó la obra de recuperación.

La redición de EL CAPITÁN CORAJE –que fui realizando entre 1981 y 1982, entregando entre  cuatro y ocho entregas atemporales hasta que finalizó--, me apunté un buen tanto. ¡Esa fue mi primera experiencia en solitario con cuadernillos! En poco más de un año, liquidé todas las entregas de EL CAPITÁN CORAJE, quedándome con 100 colecciones para distribuirlas entre amigos, coleccionistas y alguna persona más. El resto lo puse en manos de librerías especializadas y del CAH, para que los vendiera a los Socios con descuento respecto al PVP.

La colección de EL CAPITÁN CORAJE, originó un gran revuelo entre los aficionados, debido a la gran calidad técnica de la edición que superó en mucho a la original de antaño. El coste alto del título -- debido a utilizar papel de buen gramaje y textura--, junto a una reproducción de altos vuelos e impresión impecable, enseguida fue recuperada gracias a las ventas que funcionaron siempre. 

Un éxito de la labor en equipo! Iranzo y Toray, recibieron una buena pasta gansa, gracias a los derechos de autor. Durante la última entrega, aproveché un hueco dentro de la plantilla del tiraje e introduje el cuaderno monográfico de G. Iranzo, titulado UNA GRAN HAZAÑA, con la misma presentación de los tebeos de EL CAPITÁN CORAJE.

LA MÁSCARA DE LOS DIENTES BLANCOS                                                   
Un buen día de 1981, Ramon Florensa, aparició por mi despacho acompañado de los dibujos originales de la colección de tebeos LA MÁSCARA DE LOS DIENTES BLANCOS. Me aleccionó persuasivamente a ver si me atrevía a reeditar la citada obra. Dicho y hecho. Poco tardé en proponer una redición contando  con tan buen material, del que nunca supe de donde salió.

LA MÁSCARA DE LOS DIENTE BLANCOS nº1 - Inicio (1948)- Martínez Osete-F. Amoròs

Gracias a Florensa, se pudo imprimir unos cuadernos bastante mejor que los aparecidos en su momento en los quioscos en 1948. La obra de Martínez en el dibujo y el guión de F. Amoròs, mejoró ontensiblemente. Pude disponer de papel y  artes gráficas consecuentes con el gran resultado final. Según Martínez, ambos creadores se negaron a cobrar nada por cederme sus derechos de autor. No les hice caso y le envié al dibujante el dinero correspondiente para que se lo repartieran. 

EL ESPADACHÍN DE HIERRO                                                                                        
Esta colección marcó en su día, lo que pudo ser y no fue en 1949. O la ocasión en la vida de Manuel Gago de fichar para uno de los mejores editores barceloneses. La edición de referencia quedo inconclusa, por abandonarla su autor bajo las presiones asfixiantes de la Valenciana.
             EL ESPADACHÍN DE HIERRO nº10 - Inicio (1949) - Manuel Gago-Ayné Arnau/M. Gago

Con los dibujos facilitados por la Editorial Toray, y el soporte literario de los herederos de Ayné Arnau, pude hacer un encaje de bollillos, encargando la finalización de la obra, al inestimable Jordi Buxadé. Conseguidos los derechos de autor por los herederos del artista, se pagaron a ambos autores sus correspondientes emolumentos, en 1982.

ZINGAR DAN                                                                                                        
Curiosa y difícil obra de conseguir en el mercado del coleccionismo ha resultado ser siempre la colección original de ZINGAR DAN., nacida durante 1946. Este titulo, aportó una mezcla extraña de dos autores tan reconocidos como Darnís y Miquel Bernet (Jorge) en la parte artística y Rafael González en la vertiente literaria.
ZINGAR DAN nº1 - (1946) - Darnís/Miquel Bernet -Rafael Gonzalez

Un intento que al contraponer un par de estilos diferentes, tuvo poca aceptación en el mercado. Se pudo hacer una redición normal, partiendo de los cuadernillos de la época, siendo impresos durante 1984. Rafael González me dispensó de pagar nada, por representar los intereses de Bruguera y los suyos.

MOSQUITO                                                                                                                        
Se trata de otra muestra inencontrable de los tebeos publicados en 1944. Obra de gran calidad formal cuando fue editada por sus autores. Tuve la suerte de contar con los dibujos originales que me fueron prestados en 1984. Creo que se mejoró la edición primera y se supero mucho, una reedición casi desconocida de De Haro, pergueñada unos años después.

MOSQUITO nº1 - (1944) - Emili Freixas-Angel Puigmiquel

Los 4 cuadernos representados por EL CAPITÁN  MISTERIO de Emili Freixas, PISTOL JIM (2) de Carlos Freixas y PEPE CARTER de Angel Puigmiquel, configuran la creme de la creme de las pequeñas colecciones editadas en la Ciudad Condal. Se pagaron a sus creadores sus correspondientes derechos.

EL ENMASCARADO DE BAGDAD                                                                                          En 1984, me puse en contacto con Ediciones Toray quien me facilito los dibujos originales para reeditar EL ENMASCARADO DE BAGDAD, uno más de los cuadernos míticos de la posguerra. La colección nació debido a la pluma de Ripoll G. disponiendo del argumento de F. Amoròs. Ambos creadores desplegaron una originalidad fascinante al adentrarnos en un país de las Mil y una Noches.

EL ENMASCARADO DE BAGAD nº1 - Inicio (1949) - Ripoll G. - Federico Amoròs

La obra consiguió bastante aceptación mediante una venta continuada hasta que se agotó el tiraje. El papel de aceptable calidad contribuyó a la realización de una impresión digna, recompensada por parte de los aficionados en adquirirla prontamente. Toray fue la encargada de cobrar los royalties de sus dos autores.

HAZAÑAS BÉLICAS (1ª etapa)                                                                 
Cuando me plantee reditar la primera parte de la gran y exitosa colección de Boixcar, titulada HAZAÑAS BÉLICAS, empezada en 1948, nunca supuse la sorpresa que me aguardaba. Creí que como siempre había hecho Ediciones Toray me prestarían las dibujos originales de la saga. No fue así, la intención hubiese sido posible más los hechos ocurridos tiempo atrás, lo impidieron.

El editor, mediante su Director Gerente, me contó que las páginas originales , habían sido enviadas a Francia y lo que les devolvieron era una filfa. En el país galo, el material por haber sido preparado para una edición inclasificable, fue totalmente mutilado. Cuando Toray reclamó los dibujos interiores y las cubiertas, lo que les llegó era un producto remontado y recortado. 
HAZAÑAS BÉLICAS (1ª etapa) nº9 - Inicio (1948) - Boixcar

Una manipulación en toda regla o lo que es peor, totalmente inservibles. Por esa razón, la editorial devolvió todo el material a los franceses, pidiendo una fuerte indemnización por la barbarie cometida. ¡Vaya salvajada! Tampoco disponía Toray, de los fotolitos de HAZAÑAS BÉLICAS, prestados a Ursus en sus ediciones absurdas. Los acetatos se perdieron al cerrar puertas la citada empresa. El resultado descorazonador, no me quitó la ilusión de homenajear a su creador gráfico y literario, Boixcar.

Con tal fin, otra vez Ramon Florensa, me prestó una colección completa de la época de HAZAÑAS BÉLICAS, para poderla trabajar. Pero, enseguida me dí cuenta de los problemas técnicos que acarreaba su redición. Los tebeos originales habían tenido una presencia cambiante. Mientras unos fueron presentados con una orla blanca alrededor de la ilustración de la cubierta, los demás se imprimieron sin la orla.

Aquella caótica muestra de la falta de coherencia editorial, me obligó a buscar una coincidencia en toda la colección. Por ello, aposté en darle a todos los tebeos el mismo margen que habían tenido unos cuantos en su primera etapa. Era unificar criterios para hacer una publicación con una imagen similar. 

La obra impresa en base a entregas de ocho cuadernos cada una, entre 1984 y 1985, se vendió muy bien desde el principio. La editorial se encargó de cobrar los royalties de Boixcar, diciéndome que los entregaría a sus herederos. Si entonces los hubiese localizado, se los hubiese abonado directamente.

PANCHO COLATE                                                                                          
Con esta corta y pequeña edición original en formato de bolsillo procedente de 1950, creación de G. Iranzo, quise rehacerme del fiasco que representó la salida de ANTONIO BARBAS. Editada bajo la misma pauta de antaño en 1990, PANCHO COLATE, tuvo buena acogida y se agotó rápidamente. Sólo pude mejorar el papel empleado respecto a la edición de 1950. Iranzo, me dispensó de tener que pagarle nada, compensando de alguna manera, una parte del déficit anterior.


PANCHO COLATE nº5 - (1950) - G. Iranzo

MÁSCARA VERDE                                                                                          
Un frío día de enero de 1990, se me presentó dándose a conocer, Félix Borné, historietista al que había perdido la pista de los tebeos desde la década de 1960, cuando creó y editó el mismo, una colección que fracasó inmediatamente después, el Almanaque AVENTURA en 1964.  

Aquella mínima colección en formato de novela gráfica, fue –según sus palabras--, un completo error.  El artista, perdió todo el dinero que puso en el proyecto, saldándose la mayor parte de los tebeos.  Poco después, le alerté telefónicamente de una edición pirata que se hizo en Madrid de EL HOMBRE DE LA ESTRELLA, cuadernos que convenimos editara yo con mi sello.

MÁSCARA VERDE nº15 - Inicio (1949) - Félix Borné

Un año más tarde, quedé en girar una visita a su casa. En cuanto llegué a su domicilio de Bilbao, le interesé sobre la edición de MÁSCARA VERDE. Actué rapidamente, intentando adelantarme a otro intento de pirateo. Le comenté a su creador, que llevaría a cabo la publicación, siempre que pudiera completarse con un número final, puesto que por cerrar Cíes, la editora de antaño, la genuina obra quedó incompleta.

Un mes más tarde, recibía por correo certificado, la portada ilustrada a color y las paginas del número 15, el postrero de la colección de MASCARA VERDE. Borné había conservado su fiel estilo, sin copiar a Emili Freixas. El tiempo, le había dado la inspiración y la experiencia suficiente para dejar de hacerlo.

El artista todavía seguía el estilo del dibujante catalán, pero sin los recursos fáciles. Así, Revival Cómics, aquel  mismo año, pudo llevar a cabo la cuidada edición que hice, aún sin disponer de los dibujos originales primitivos. La suerte de tener todavía Borné, un número de seguidores importante, permitió a la colección tener una salida airosa en el mercado.

Quince días más tarde de la aparición de la colección, el dibujante creador recibía un cheque en compensación al trabajo realizado y a la cesión de los derechos de autor. Si de algunas colecciones de cuadernillos estoy orgulloso, entre ellas, esta es una de las principales. Pude celebrarlo en 1990.

EL MURCIÉLAGO y KING CARIBE                                                                 
Un par de colecciones difíciles me animaron a intentar su reedición. Aprovechando la hoja de tiraje, introduje junto a EL MURCIÉLAGO de Boixcar, de 1943 como muestra antropológica del autor--, junto a los números de KING CARIBE (1949) del mítico Salvador Mestres. Al segundo de los historietistas lo había tenido abandonado durante mucho tiempo. Quise con su modesta colección, rendirle un tributo merecido.

EL MURCIÉLAGO - nº1 - (1943) - Boixcar

Aunque ambas se vendieron por separado con el fin de abaratar el PVP., las dos publicaciones obtuvieron buena acogida en 1990.  Desgraciadamente, por estar ilocalizables los herederos de ambos autores, dejé de compensarles por sus derechos de autor. En esos años, había desaparecido los editores Marco y Hercules, poseedores de las cabeceras de los personajes y el eslabón que unía a a sus autores.     
        
KING CARIBE nº2 - (1949) - Salvador Mestres

EL PIRATA NEGRO                                                                                         
No recuerdo que ventolera me dio por editar EL PIRATA NEGRO, cuya salida fue en 1948. Seguramente, la idea la tuve con mucha antelación. Seguramente, sería un día en que mis neuronas estaban aletargadas. Y mas, conociendo de primera mano por medio de Rafafel González, los pormenores negativos que acompañaron la edición antigua. La idea era de acabarla –era otra de las colecciones interrumpidas--, pero la crisis económica que atravesé y que todavía padezco, por haber perdido una parte de la inversión realizada con la edición.

En esta ocasión (1991), fallaron más de lo debido, tanto el grabador como el impresor. Las portadas salieron algo deficientes y poco pude hacer ante los problemas que tenían los tebeos de los que se reprodujo la colección. ¡Que diferencia entre los iniciales cuadernillos de EL CAPITÁN CORAJE, a la última, el malogrado EL PIRATA NEGRO, cuya plasmación, sí que resultó ser oscura de verdad.  Por desgracia, ¡No pude contar en esa ocasión con el arte de Leopoldo Sánchez!

Como siempre y como uno de sus muchos detalles recibidos por parte de Rafael González de Bruguera, éste me dispensó con su largueza habitual de los derechos de autor pertenecientes a la editorial. Aquí, más incisivo que nunca, me pidió que me olvidara de compensar con dinero alguno a su autor, Luís Gago. ¡Los malos recuerdos del pasado afloraron como una losa!  Esto lo cuento en otro de mis artículos ENTRE TEBEOS.

EL PIRATA NEGRO nº1 - (1948) - Luís Gago

EL CATÁLOGO DEL TEBEO DE ESPAÑA (2ª etapa)                                    
El primer Catálogo que compilé fue editado por el CAH en 1979, tuvo una gran acogida por parte de los Socios de la entidad y por el resto de aficionados a los tebeos. En ese primer intento, tuve la ayuda de Joan Navarro quien pasó unas horas cotejando datos, números , autores y colecciones conmigo.

Para mí, que estuve viajando por diferentes rincones de España para cotejar números de colecciones, títulos desconocidos, semanarios kilometros y sus correspondientes autores, el trabajo fue tan intenso como poco agradecido, salvo por el reconocimiento que tuve entre mis amigos y algunos aficionados.

Por este motivo, en diciembre de 1988 y cuando nunca tuve la intención de realizar una segunda parte del CATÁLOGO, el entusiasmo y la ayuda recibida por parte de Rafael Soler, unido a la insistencia de Florensa, inclinaron la decisión que tomé a regañadientes. La perseverancia de ambos y el apoyo de distintos coleccionistas, entre ellos Baena, Luís Conde, Llorens, València, Ventura Traveset y alguno más, consiguieron reducir los problemas que pronto se presentaron.

Me apresté en liarme la manta a la cabeza y preparar un segundo intento. Como siempre, el dichoso dinero, era la pieza fundamental que me faltaba para completar la idea sobre el proyecto que estuve madurando durante varios días. Esa laguna, quedó cubierta con la omnipresencia vehicular de Florensa quien recurrió de nuevo a nuestro común amigo Baena para que soltara unas pesetillas.

El resto del dinero lo pude financiar a largo plazo entre los distintos colaboradores del CATÁLOGO, quienes se avinieron a cobrar en un plazo más largo del habitual. Vencido el principal escollo, hice un boceto previo para entregarlo a uno de mis principales recursos de creación, a Joaquim Perlas, uno de los más reconocidos grafistas de la publicidad por correo de España, persona muy reconocida a nivel internacional gracias a su labor en el medio.

El aludido, miró el borrador que le dejé y me pidió distinto material para poder empezar a confeccionar el trabajo. Durante cerca de dos meses, Perlas estuvo probando diferentes formatos, papeles y composiciones, con alguna reunión entre ambos, para matizar detalles o ampliar referencias hasta la conclusión  de una parte de su trabajo.

CATÁLOGO DEL TEBEO EN ESPAÑA nº2 - (1989) - Josep M. Delhom

Siempre le dejé al creador, las manos libres para que su trabajo no se viese mediatizado con interferencias. Una vez la maqueta definitiva estuvo aprobada, la mostré antes de su aprobación tanto a Florensa como a Soler. Un ¡Oh! admirativo salió de sus gargantas.

Esto va ser una bomba, Delhom! -dijo Florensa.

Que maravilla!-reflejaron las palabras que pronunció Soler.

Esta bien!-les contesté.  -Ahora, nos falta saber cuando tendremos listo el trabajo posterior que es un tema muy delicado. Es una de las partes más importantes del CATÁLOGO. Valorar las principales colecciones de tebeos que componen el listado de títulos es difícil y laborioso. Ahí me vais a tener que ayudar bastante.

Y así fue, porque ambos cogiendo el toro por los cuernos, se aprestaron a invertir muchas horas conmigo para poner precio a lo que nadie nunca antes se había atrevido. Era un reto. Por suerte, teníamos la experiencia de Florensa al frente de la tienda El Coleccionista, la de CERCLE DEL CÒMIC y la de varios comerciantes, entre ellos a los Sánchez del Mercat de Sant Antoni y a otros que se prestaron en colaborar en ello.

Entre los coleccionistas y sin dar pistas a los que desconocían el proyecto, elegimos unos cuantos para que dieran su punto de vista sobre determinadas colecciones y su valoración como aficionados. Entre los seleccionados, había Aparicio, Baena, Bona, Bonastre, Beltrán, Esquiró, Llorens, Torné, València, Ventura Traveset y alguno más. Todos aportaron datos imprescindibles y valiosos sobre algunos títulos emblemáticos.

Disponíamos material procedente del primer catálogo, pero nos faltaban las fotos de los Almanaques y algunas cuadernos que incluimos en esa segunda propuesta. Baena, se encargó de realizar ese trabajo de forma eficiente, librándonos de un problema serio y de pagar a un fotógrafo. Posteriormente, hicimos unas pocas correcciones sobre la maqueta y la dimos a grabar y a imprimir, creyendo que las prisas se habían terminado.

Nos equivocamos. Soy de la opinión que correr delante de un trabajo de tan difícil ejecutoria como resultó ser el CATÁLOGO DEL TEBEO EN ESPAÑA, es malo. Las improvisaciones nunca son buenas, más cuando se trata de una obra compleja y laboriosa. Pero, a Florensa, se le metió en la cabeza alquilar un estan en el Salò del Còmic de Barcelona de 1989 y ¡Presentar el CATÁLOGO! ¡Apenas disponíamos de quince días para imprimir el Catálogo y llevarlo a la Feria!

¡Era una locura y seguiría siéndolo ahora, a pesar de los años transcurridos! Pero la cosa, salió medianamente bien. Digo, bastante, porqué como una cosa milagrosa por parte de un descreido, el CATÁLOGO pudo presentarse sorpresivamente, casi de tapadillo, el primer día del Saló. Únicamente se pudieron encuadernar unos 50 ejemplares. A las 12 del mediodía, para ser más exactos, se mostraba la última sorpresa  que teníamos reservada para la ocasión. Un inmenso mural de más de dos metros de altura de la portada del CATÁLOGO, anunciando la buena nueva. Una magna reproducción fotográfica emblema gigante de mi sello Revival Cómics y de la Asociación cultural CERCLE DEL CÒMIC.

La parte negativa, aquellos primeros CATÁLOGOS, propiciaron debido a la premura, una confusión del impresor a la hora de superponer los clichés, adulterándose las imágenes de algunas portadas. El resultado es que se tuvo que repetir la impresión de algunas páginas del resto de la tirada y pasar de ser encuadernados cosidos con hilo –debido al percance--, ser acabados a la americana.

Algunos aficionados ansiosos, adquirieron aquellos primeros ejemplares con alguna tara en el estan que montamos de CERCLE DEL CÒMIC. Todos preferían—según afirmaron--, tenerlos enseguida antes de esperar a que corrigiésemos el resto. Para algunos “forofos” que quisieron adquirir dos ejemplares, les propusimos, que el segundo, ya corregido, tuviese una encuadernación cosida con hilo, mediante una manipulación artesana.

Así se prepararon un centenar de volúmenes. Salieron un poco más caros, pero valió la pena, al poderse abrir y cerrar repetidamente, sin estar sujetos a la problemática del tiraje general, sometido a la tiranía industrial de la encuadernación a la americana, fácil de estropearse, frente a aperturas continuas. En una de las visitas que hice al despacho de Selecciones Ilustradas, obsequié a Toutain con dos ejemplares del CATÁLOGO que agradeció justamente.

DESPEDIDA Y CIERRE                                                                                                    
Como final a una etapa que para mí resultó gratificante, porqué invertí siempre lo que iba recuperando con las ventas, tengo que apuntar de igual modo, que se me quedaron unas perras por el camino sin recobrarlas. Pese a ello, nunca me he arrepentido.

Animado por Jordi Buxadé –desgraciadamente, ausente hoy entre nosotros--   y Córcoles, preparé dos colecciones de cuadernillos más. Los nombres, por si las moscas, no los citaré aquí, por si están al acecho los siempre activos “piratas del Caribe tebeísticos” y deciden adelantárseme en la reedición.

Dí punto final a mi etapa de editor entre otras razones por culpa de las actividades posteriores en los que me vi inmerso, la falta de tiempo y la escasez de dinero. Dejé para ocasiones futuras y en el baúl de los Proyectos Irrealizables, esas colecciones de tebeos. ¡Y eso que pagué derechos de autor y mandé a dibujar el cuaderno último de una de esas publicaciones!

Siempre aduje y lo sigo manteniendo ahora, que las rediciones de aficionados deben hacerse con la mayor dignidad posible, sin querer obtener lucro alguno. En mi etapa de editor modesto, seguí estas premisas siempre. Por eso, cuando vinieron mal dadas, las ventas precedentes hicieron que las que fueron peor quedaran compensadas.

Nunca pensé en obtener beneficio alguno con el material publicado. Las colecciones más comerciales me ayudaron a poder sacar otras que lo fueron menos. Esta es la realidad simple y llana. Además, hay un dato importante que hay que tener en cuenta. Todas las obras que emprendí, las pude ejecutar por la complicidad que tuve con todos los autores a los que edité una parte de su obra gráfica y literaria, por mi labor de investigador y por aunar placer con trabajo. ¡Una gozada!

UNA GRAN HAZAÑA (Monográfico) - (1942) - G. Iranzo

(FIN DEL CAPÍTULO)