sábado, 19 de diciembre de 2015

III-EL MUSEU DEL CÒMIC DE BARCELONA EN EL CASTELL DE MONTJUÏC

EL FINAL DEL MUSEO MILITAR                                                          
Hi ha aquí comentar brevemente lo que representó trasladar todo el Patrimonio del MUSEO MILITAR situado en los bajos del Castell, unos amplios espacios entre muros, ocupando más de 1000 m2. El Ajuntament, responsable del desaguisado --había procedido antes de su desalojo total, unos meses antes y a escondidas --, a retirar la efigie ecuestre de Fanco.

Como era imposible que la risible estatua –el dictador a caballo parecía un enano--, pudiera pasar por la puerta del sótano donde estaba ubicada –fuera de la mirada de los visitantes--, la despedazaron y se la llevaron a cachos como si se tratara de unas morcilllas. Se dice que fue a parar en un almacén municipal. ¡Qui lo sai!  

Los cañones del Patio de Armas, los desmontaron de la misma vergonzante manera que a los restos del “caudillo” y se los llevaron, ignoramos donde. Entre ellos, había el cañón de un submarino alemán de la Primera Guerra Mundial. ¡Una pieza valiosisima!

Después, los meses se hicieron interminables a base de un trasvase de datos, entre los que tenía la Fotaleza de las armas exhibidas y guardadas, los que llegaron del Ajuntament y los que tomó “in situ” la empresa de unos “expertos” en traslado junto al trabajo de la Secretaria y Pedro Silgado, acarreando enseres a la vez que se confeccionaban listas quilométricas y escaners de todos los elementos.

Se pelearon con el inventario que aporto cada uno, el nuevo Coronel, la administración y la empresa privada que también metió las narices donde era improcedente –malas lenguas afirmaron que algunos del Consistorio se llevaron presuntamente más de una “propinilla”--, cuando con el listado original habría habido suficiente para conocer realmente la totalidad del material armamentístico.

Al final, de forma desapasionada me dí cuenta, que todo el dinero invertido a cargo de los contribuyentes barceloneses, las horas perdidas contabilizando y el sacar de quicio a los sufridos supervivientes de aquella locura política, habia sido en vano.

Habían diferencias de bulto entre las diversas relaciones de datos. Entre sí, descuadraban todas. Así, vuelta a empezar, hasta que se pusieron todos de acuerdo, sin aclarar nada. Alguna de las armas, puñales y dagas, habían sido robadas durante las décadas de vida del MUSEU MILITAR por descuidos humanos. Uno de los fallos apreciados es que nunca fueron dados de bajas en los listados originales del Ajuntament. Hubieron otros problemas de menor cuantía que resulta innecesario comentar.

Por ejemplo, el de la colección de soldados de plomo. Se contabilizaron los 20000 soldados que en origen fueron fabricados del regimiento del Ejército Español de 1920. Cuando se hizo la Donación ya faltaban muchas piezas. Otras fueron substraidas en la propia Sala donde se albergaba o en los diferentes lugares donde se exhibieron antes de recalar en el Castell


                    La colección LLobera, la más importante del mundo de soldados de plomo

Después de vaciar el sótano donde se encontraba expuesto la mayoría de armamento, se procedió a levantar el resto de armas junto a banderas, documentos y otras piezas militares o relacionados con ellas, depositados en las 21 Salas, de medidas variables, pegadas al Patio de Armas. 

Cuando el resto de espacios del Patio de Armas quedó libre del resto de aquellas armas tan “peligrosas” –menos que las decisiones maquiavelicas de algunos políticos--, el Ajuntament cedió lo espacios a Asociaciones culturales de su cuerda o que le bailaron el agua. Nosotros como si no existiéramos. Éramos un encordio y olíamos a militar.

Las armas se repartieron –entregando las cesiones a sus dueños a pesar de que el Ajuntament quiso apropiárselas sin lograrlo--, entre el MUSEU DE LAS ARMAS de Toledo, el Castell de San Fernando en Figueras y el resto guardado en almacenes municipales –donde seguramente sin conservación dormirán el sueño de los justos--, se oxidarán y destruirán lentamente. Un final poco grato para uno de los MUSEOS de armas en funcionamiento más importante de su estilo. ¡Los errores políticos los pagamos el resto de barceloneses! ¡Nos quedamos sin una referencia mundial!

A modo de limosna –tal vez porqué en conciencia la directora del Castell sabía de nuestra actividad pasada y comentada mil veces por los diferentes ocupantes del Castell--, dejaron al MUSEU DEL CÒMIC, el cuarto de las “ratas” que veniamos a utilizar de despacho y que un año antes se había derumbado parte de la techumbre debido a la filtración del agua de la lluvia, en el ya vacío y lleno de musarañas MUSEO MILITAR.

También, como si fuéramos mendicantes, se avinieron a que ocupásemos el almacén donde guardábamos el Patrimonio del MUSEU. Esta gestión la hizo con el celo de siempre, nuestro Presidente Eduard Pérez. Una ojeada sobre aquellas inmensas salas, antes parte de una historia de las armas y ahora vacías, sus vitrinas y expositores parecían mausoleos.

Antes de abandonar el Castell, luchamos con las únicas armas que poseemos, la lucidez, el llegar a acuerdos y nuestra experiencia en el campo cultural que representamos. La directora nos engañó, haciéndonos perder el tiempo, preparando un plan de actuación y ampliación del espacio que pudiésemos ocupar en el remozado cambio de imagen del Patio de Armas que empezaba a vislumbrarse.

El proyecto, en el cual y entre otras cosas, solicitábamos un espacio generoso para dignificar a la historieta y al Castell --uniendo diferentes salas seguidas--, avalado tanto por la Junta Directiva como por nuestros asesores museísticos, fue echado directamente a la papelera y sin diálogo alguno..  ¡Estos son los poderes de quienes se creen intocables y por encima del bien y del mal! ¡La casta de dirigentes incapaces es más peligrosa que la caspa!

Un detalle –de los pocos positivos que tuvo la “directora”--, ocurrió poco antes de que dejáramos el Castell. Le comentó a Eduard, que el Centre Cívic El Coll-La Bruguera, estaba intentando recuperar la memoria de la que fue en su tiempo, la mayor editorial de tebeos barcelonesa. Allí nos dirigimos con total acierto. Desde hace un tiempo, colaboramos con ellos para expandir nuestra cultura tebeística y poder difundir todo lo relativo a la historieta.

Con motivo de las obras de consolidación, apuntalamiento y restauración de las dependencias subterráneas del Castell –antiguo MUSEO MILITAR--, incluidos el almacén y el cuarto-despacho que ocupábamos--, recogimos nuestros enseres y nos fuimos con todo el dolor del mundo. Abandonamos la Fortaleza, tal vez para siempre. En una carta de agradecimiento posterior, reiteramos nuestra disposición a colaborar en un futuro, agradeciendo a la directora sus “esfuerzos” en dignificar la cultura barcelonesa.

                                       Mortero de "A 12 pulgadas. Fundido en Sevilla el año 1793


LAS PERSONAS IMPORTANTES DEL CASTELL DE MONTJUÏC  

Aquí voy a referir a las personas que tuvieron más influencian positiva y con las que viví momentos de comunicación imborrables. A ellas, el MUSEU DEL CÒMIC en general y yo particularmente, les agradezco los buenos momentos  compartidos. Las emociones a flor de piel, despertaron y motivaron una atracción mutua, que siempre recordaré con emoción. ¡Fueron momentos que siempre añoro y comento!

El Coronel Francisco Segocia. Militar de profesión y distinguido humanista. Desde que obtuvo el mando del Castell de Montjuïc, siempre defendió la cultura catalana y por ende, la barcelonesa. Imbuido por un alto sentido de la responsabilidad, para mí fue una de las personas más decisivas que tuvo el MUSEU MILITAR desde que fue creado.

Segovia, trabajador infatigable, organizó, motivo y trabajó para difundir y extender la cultura a través del Castell. Gran conocedor de la Historia de Catalunya, siempre organizó tertulias y mesas de trabajo, defendiendo la continuidad militar en la Fortaleza hasta la extenuación. Entre diferentes logros, en su haber figura haber escrito un libro-guía sobre la HISTORIA DEL MUSEO MILITAR de Montjuïc. Además, mejoró la propia Institución y albergó bajo su mandato el MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona.

El coronel, hombre de honor y ejemplar jefe, la palabra “ordeno” tan de boga entre los militares, jamás la oí que surgiera de sus labios. Al contrario, siempre se dirigió de forma educada y considerada hacia los demás, especialmente al personal dependiente suyo. Cuando pidió el traslado del Castell de Montjuïc fué destinado a ocupar la Dirección del Cuartel del Bruc, de Barcelona. Sus subordinados estuvieron de enhorabuena con su llegada.
Un ejemplo a imitar. ¡Un abrazo amigo Segovia¡

Santiago Íñiguez. Director administrativo del Castell. Siempre hubo una relación intensa y cercana con él. Ayudó a cimentar el éxito del MUSEU DEL CÒMIC y nos hizo siempre estar satisfechos con su trato y sus detalles. Nos perdonó algunos fallos que tuvimos... y esto, también es de agradecer. 

Íñiguez, animador de actividades diversas con las que proyectar la imagen del Castell al mundo, consiguió –con medios raquíticos--, metas inalcanzables para otros. Trabajador y conocedor de las necesidades de la Fortaleza, tuvo que lidiar con políticos ineptos y directores(as) descerebrados.

Salvador Rovira. Dirigía el restaurant del Castell y se ocupaba de los merenderos de los aledaños que rodean la montaña de Montjuïc, desde hacía unos años. Siempre fue amigo y uno de los mejores aliados del MUSEU DEL CÓMIC.

Más que comerciante, a Rovira siempre le pudo su concepto altruista, defendiendo a sus amigos hasta el final. Tabajador, honesto y desinteresado siempre conté con él para la bueno y para lo malo. Su esplendidez y su simpatía natural le hizo compartir mucho momentos satisfactorios con todo tipo de personas y situaciones. ¡Una gran persona ayudado por una familia ejemplar!

Pere Silgado. Compañero el Castell con quien compartí buenos momentos. Siempre dispuesto echar un cabo, vivimos momentos intensos con las visitas guiadas junto a las manifestaciones culturales que se llevaron a cabo durante mucho tiempo en la Fotaleza.

Carmen. Directora y posteriormente elegida Presidenta de los AMICS DEL CASTELL fue tan tenaz organizadora de eventos culturales como la gestora y la responsable del afianzamiento de los conciertos estivales que se celebraban anualmente en el Patio de Armas. Siempre mantuvimos una relación estrecha de compromiso y lucha por la continuidad del MUSEO MILITAR. Desengañada con los políticos, ni siquiera los de derechas --teóricamente cercanos a los militares--, tuvieron una escusa pausible ante su liquidación y cierre.

Las familias Escobar y Martínez. Ambos clanes, eran los representantes que regentaban las dos únicas tiendas que quedaban de ventas de recuerdos barceloneses y españoles. Muy pronto, se vieron amenazados por las instrucciones dictatoriales de la directora. A exigencias disparatadas, se unió la prohibición de vender reproducciones de armas y toreros... Un dislate.

Con ellos, siempre nos unió el espíritu combativo en defensa de los valores del Castell y defensores a ultranza del MUSEU. Encuentro a faltar aquellos desayunos mágicos junto a Rovira, defendiendo nuestras respectivas posturas ante la sociedad. ¡Cuantas alegres mañanas o frias tarde, nos encontramos intentando cambiar lo mejorable! ¡Las paredes de  la Fortaleza, mudos oyentes de algunas silencios y sonrisas cómplices, seguramente estén aguardando otros encuentros!

EPÍLOGO           
                                                                                                                                        Tiempo después de nuestra marcha del Castell, las cosas cambiaron para empeorar. ¡Ah! Hay que referir para que todo el mundo pueda darse cuenta de como actuan ciertos políticos, apoyando a los inútiles y obligando a colaboradores externos a historiar falacias. Cuando únicamente quedaban en el Castell vagos recuerdos de un pasado esplendoroso, los guías “oficiales” que mandó el Ajuntament, se dedicaron a contar Cuentos de Hadas sobre la proyección de en otra hora, Fortaleza militar.

Rememorando a la famosa y de grato recuerdo, la colección de tebeos AZUCENA, estos “guías teledirigidos”, durante un tiempo se fueron por las ramas. Explicaron –segun supe por instruccions concretas que recibieron--, que aquel Castell monumental habia sido refugio de reyes y princesas. ¡Vaya humorada veraniega! ¡Verlo para creerlo! 

Hasta el día de hoy, pocas veces más he subido a la montaña de Montjuïc. Cada vez que lo hago, la emoción atenaza mi garganta y soy incapaz de articular palabra. ¡Qué recuerdos! ¡Cuantas personas en torno al MUSEU¡  ¡Y el amigo Abellán que nos dejó hace unos años...! ¡No te olvidamos, ni por lo que representaste para el arte ni para nosotros...!

Barcelona, un día brumoso de mayo del 2015

HASTA HACE POCO, LAS CABRONADAS SE REPETÍAN

Tenía acabado este capítulo de ENTRE TEBEOS, del paso dado por el MUSEU DEL CÒMIC al trasladarse al Castell de Montjuïc  y de mi presencia casi obligada en el mismo, cuando el 19 de setiembre del 2015 se me ocurrió subir de  nuevo a la Fortaleza.

Como en esas fechas, la entrada es libre por celebrarse la Fiesta Mayor de Barcelona –la Mercè--, despues de tacharme una “controller” el ticket gratuito, entré por el portalón que conducía al Patio de Armas.

¡Caramba! ¿Qué es lo que vieron mis dilatados ojos? Aparentemente, todas las salas del interior del Patio de Armas estaban bloqueadas –incluso la antigua oficina--, por un grueso muro de plástico endurecido. Más allà, comprobé que unos pocos espacios continuaban  abiertos. Encontré en uno de ellos a Pere Silgado y nos saludamos cambiando impresiones de tiempos idos.

Cuando dejé al compañero de fatigas durante un tiempo, me vine a topar con una de las urracas parlanchinas de la fauna que rodea el Castell.  Al igual que hacía el genial Apeles Mestres y sin querer compararme a él, tengo la costumbre sana de hablar con los animales. El ave en cuestión, me sopló al oido un relato frustrante. 

“Las tiendas, el restaurant y el chiringuito frente al Castell a escasos metros de la entrada, han  desaparecido del mapa. Pero, de forma chapucera y degradante”. El animal parlante siguió revelando secretos. “Un día, de buenas a primeras, nuestros “sabios” dirigentes municipales, decidieron echar a los dos comercios, al restaurant y a los AMIGOS DEL CASTELL DE MONTJUÏC con el sambenito de que se debían hacer obras de mejoramiento de los espacios que ocupaban”.

¡Así sin más! A partir de mayo del 2014 y con una rapidez de expreso, les dieron el tiempo justo para que recogieran sus enseres y partieran raudos. Marcharon escalonadamente, alguno dirigiéndose a los periódicos, echando leches por los belfos y mentando a la madre de alguién.
                                        La terraza del Castell con vistas a la ciudad de Barcelona

LA NUEVA PARIDA MUNICIPAL

Al incumplir el Ajuntament el contrato que tenia establecido con ellos, los perjudicados procedieron a demandarle judicialmente. Si logran ganar –cosa que espero y es lo justo--, el nuevo Consistorio democrático y popular, deberá afrontar un gasto inmerecido. ¡Una granujada más de Convergencia y Unió!

Antes, los responsables de los desaguisados pertenecían al grupo Socialistas, después, los convergentes se ha ganado a pulso igualarles en disparates y mediocridad, al no querer dar una alternativa de proseguir con sus negocios a los afectados.

Antes de proceder a la exploración pertinente de los vestigios primitivos que quedaron a salvo de las intrigas “palaciegas”, quise subir por las escaleras empinadas que conducían a la azotea del Castell. Deseaba poder volver a respirar los aires salutíferos del entorno.
Al estar situada la Fortaleza, entre mar y montaña, con sumo placer me puse a aspirar las esencias de la flora que rodea la montaña y que diariamente encuentro a faltar. Luego, mi vista se enfocó hacia el mar. Abajo, vistos a un tamaño ridículo, aparecían varados en laas dársenas, cuatro cruceros. ¡Sí! Los  mismos que llegan cargados de turistas y que invaden el centro de la ciudad.

En parte, esos buques repletos de gente, son los responsables de haber convertido a la Ciudad Condal, en una pecera de extranjeros. A la derecha, un ruido mortecino indicaba el trasiego de containers cargando y descargando mercancías diversas. La brisa que se levantó al poco, hizo que llegaran mortecinamente los gritos lejanos de los operarios portuarios. Ese trajinar, también ha convertido a la villa que tanto amo en la más importante del Mediterráneo. ¡Menos mal que Madrid carece de puerto! ¡Seguramente, sería el mejor, como su equipo el Real Madriz! ¡Ah, se me olvidaba! ¡En este momento, el mejor equipo de fútbol del mundo es el Barça!

Minutos más tarde, me dirigí hacia el otro lado del terrado, el que mira a la ciudad. Al pie, la ciudad de Barcelona parecía que pudiese acariciarla con la mano. Unos minutos disfrutando del panorama y con la mente en blanco, hasta que volví a la realidad. Bajé al patio de armas y llegué a las salas abiertas. Las que en tiempos pasados, albergaran diferente armas y documentos, estaban intercomunicadas entre sí. Tiraron las paredes de separación y unieron los habitáculos n.14 al nº 17. En este caso, tomaron una buena decisión al aprovecharse mejor los espacios.

Actualmente, hay montada una Exposición bastante buena con la historia del Castell desde sus comienzos, abusando un poco de la publicidad Institucional y loando en exceso la figura del President Companys, fusilado poco después de la Guerra Civil por orden de Franco. Estamos de acuerdo en que fue un asesinato político, igual a la de tantos otros.

Mejor hubiera sido que Companys muriera –triste final--, abatido por las iras de los fanáticos de la FAI, ante de someterse a sus deseos y caer Catalunya en unos desórdenes que acabaron con muchas muertes injustificadas y lamentables. Tuvo un esperpéntico juicio y fué fusilado. Hoy su figura parece la de un héroe de los tebeos, aunque menos de lo que la propaganda indica. ¡Los independendistas atacando de nuevo¡ ¡Y no tengo nada contra ellos, porque tengo amigos que lo son!     

Esas dependencias mejor hubieran estado contando la Historia de la Historieta como antes lo había estado haciendo una de ellas. De hecho, el proyecto remodelado por el Ajuntament, venía a recoger una parte de la propuesta que le hizo el MUSEU DEL CÒMIC a la exdirectora de la Fortaleza, meses antes de marcharnos de allí, molestos y encabritados.

La exdirectora –la sustituyeron los dirigentes de turno--, desdeñó nuestra oferta, pero la idea fué lo suficientemente atractiva como para desarrollarla los convergentes, aunque fuera con el prisma de dar a conocer las particularidades de aquel colosal construcción de piedra, levantada por los militares de antaño. Ahora eufemísticamente, han bautizado el montaje con el nombre de CENTRE D'INTERPRETACIÓ DEL CASTELL DE MONTJUÏC.

En un accesit, como un añadido a los paneles repletos de fotos y dibujos que enmarcan las paredes, unas raquíticas muestras de armas: algun mandoble, pistolas, fusiles y hasta algún trabuco de épocas gloriosas.¡Qué  burla  más grande! ¿Estas eran las armas que propalaron los políticos en la Prensa que volverían al Castell?

Para esa misérrima propuesta, mejor hubiese sido colgar unos fotografías. En este mismo lugar, existe una abertura en el suelo que está cubierta con un cristal traslúcido y de grueso calibrado.  Debajo, se observan algunos restos del antiguo fortín, construido cuando el altiplano de la montaña era una atalaya.

La última sala abierta actualmente, la n.20, está ocupada con otra Muestra destinada a glosar lo que representó en su día la montaña de Montjuïc respecto al mundo del motor. EL CIRCUIT DE MONTJUÏC, és una acertada Exposición Temporal que reune fotos, textos históricos, comentarios y libros de las gestas de los pilotos que llevaron a cabo, un sin acabar de proezas automovísticas. Muy recomendable pese a que acabará pronto.

                              La terraza del Castell con vistas al mar Mediterráneo


¡ADIOS AL CASTELL DE MONTJUÏC!

Antes de irme del Castell, me despedí de Silgado. Salí al exterior. Un cuervo, que ví a distancia, con su mirada crítica, semejaba alertar las barbaridades que cometen a menudo algunos personajes, escudados con el remoquete de políticos. Las urracas habladoras, luciendo sus galas blanquinegras, me salieron al paso. Alborotando alegremente, prometieron contar más cosas cuando volviera por allí.

Acaricié delicadamente a las aves. Siempre estuve convencido de que la mayor parte de los animales son mejor que muchas personas. Me fuí abrumado por la ira y la nostalgia. Me quedaba el consuelo de que mis dos gatos Clara y Mimo me animarían y harían que me volviera el buen humor. Mientras descendía a tomar el bus que me llevaría al centro de la ciudad, los graznidos de un grupo de gaviotas me saludaron a lo lejos.

Con tanto político infame, sólo contemplo que un tsunami de indignación barra próximamente a los políticos mentirosos y corruptos. Esos malos representantes de los ciudadanos han perjudicado por ignorancia u omisión a la mayor parte de las Asociaciones Culturales independientes. Y por supuesto, soy apolítico y un barcelonés mosqueado, al comprobar tanto desprecio de los políticos hacia los derechos ajenos.

Lógicamente, del Castell han desaparecido Carmen, los Rovira, Alicia Escobar y los Martínez, debido a las circunstancias descritas en párrafos anteriores. La funcionaria Joaquina pasó al Palau de la Virreina. Íñiguez se ha jubilado abandonando el recinto. Por otro lado, también me he enterado de que el coronel Segovia, se retiró de su actividad castrense hace unos años. ¡Qué  buena gente ha perdido el ejército y el Castell!

Resultado. La Fortaleza ha dejado de ser desde hace mucho tiempo, lo que yo vi, alenté y difundí. En lugar ser un MUSEO de MUSEOS como fue, se ha convertido en una pieza más del rocambolesco signo de los tiempos. Una caja de resonancia destinada a ensalzar a los políticos de mirada corta y bolsillo largo! ¡Un engendro de piedra! Espero que con los nuevos impulsos del actual Ajuntament, las cosas cambién a mejor... Dije adíos a la Fortaleza. ¡Queda tan poco de lo que conocí! Volver me dolerá, pero....

¡Hasta la próxima amigos del Castell de Montjuïc! ¡Un abrazo entrañable!

Barcelona, un día de espesa niebla, de finales de setiembre del 2015.


FIN DE LA HISTORIA

II-EL MUSEU DEL CÒMIC DE BARCELONA EN EL CASTELL DE MONTJUÏC

UN OFICIAL DESCEREBRADO                                                                                       
Nuestro querido y admirado colaborador Juan Abellán, hablando un día con Segovia, quedaron de acuerdo en presentar en el Sala que albergaba el MUSEU DEL CÒMIC, una exposición de pintura de nuestro Socio, uno de los más activos. Por cuanto Abellán, aparte de dibujar, maquetar y pintar, realizaba conjuntamente con Bona los talleres de cómic en el Castell.

Abellán y yo, realizamos una serie de diapositivas sobre el material a exhibir, entre ellas tres o cuatro desnudos integrales. Mostramos las fotos a Segovia quién aprobó todo lo presentado y nos animó a montar la Muestra. Unos días después, colgamos diferentes cuadros en nuestra sala de exhibiciones. La Exposición tuvo bastante predicamento porqué algunos visitantes adquirieron diferentes obras y felicitaron al artista.

Al parecer, la envidia es mala con consejera y a menudo hace trastadas a quien se encuentra lejos de merecerlo. Un día de agosto –cuando Segovia, Íñiguez y yo estábamos de vacaciones--, el ayudante del director, adscrito a las oficinas, de las que se escaqueaba siempre que podia para ir al bar a tomar copas--, se le vino a la cabeza la ocurrencia de hacer descolgar los cuadros de desnudos de la Sala, aduciendo que era pornografía.

Ningún subalterno –en aquel momento solamente quedaban dos en el Castell--, quiso hacerlo. Sabían que teníamos la autorización del director y era él quien mandaba allí. El capitán de comanches –era de profesión chusquero, y había ascendido de grado hacía poco y con infulas superiores –para beber morapio--, se le ocurrió aquella brillante idea censora. Los cuadros los tuvo que descolgar él mismo y los dejó ocultos en un rincón.  

Cuando aquel día llegó Abellán y vio la “espantada”, se puso como un basilisco. Se enfrentó al militar censor cantándole la “traviata”. Le vino a decir de todo. Un variado repertorio de frases, que reflejaban la miopía del interpelado, sin llegar al insulto. Principió por la palabra imbécil hasta acabar con la terrible, Torquemada moderno.

¡Lástima de no estar allí para verlo! Me hubiera reido con la escena¡ Me informaron a la vuelta, tanto Segovia recién arribado --disculpándose-- como Rovira que me explicó el lance. Lógicamente, los lienzos volvieron a colocarse tal como estaban antes y el capitán de comanches, recibió una reprimenda de mil diablos, aparte de ser la comidilla y la risa de todos. ¡El colmo de la desfachatez o del descerebro, es que el sujeto en cuestión, quiso comprar al artista, uno de los desnudos censurados por él!

La respuesta de Abellán, al intento de socorrido de salvar lo insalvable, debería figurar en el libro de las exclamaciones sabias. Ante la demanda de aquel militar, que ningún prestigio daba al cuerpo, el pintor exclamó:

-Antes le daba el cuadro a un pobre que vendérselo a un denigrante del arte.

Por suerte, aquel tonto de uniforme, aburrido por los desplantes de todo el Castell, y relleno de vino, abandonó la Fortaleza al cabo de un par de meses de lo acaecido aquel verano movido. No supo o quiso evitar aquel refrán castizo que dice: Donde manda el superior que calle el subalterno.
                               Restos arqueológicos hallados en la montaña de Montjuïc

LA ARMADA ALEMANA EN BARCELONA                                                             
Por cierto,  hablando de los visitantes al Castell, hubo un grupo de extranjeros para quienes el Coronel Segovia, me pidió ejercer  de maestro de ceremonias.

-Delhom-me dijo. -Me gustaria que tú te encargaras de la visita guiada a unos marinos alemanes que llegarán a Barcelona el próximo sabádo. Lo peliagudo del caso es que sólo uno de ellos, habla un poco de castellano. ¿Cómo lo haremos?

-La solución es más sencilla de lo que parece-le contesté sonriendo. -Tengo a mi hija Miriam que es una buena políglata. A los visitantes, yo les iré explicando las respectivas historias de cada MUSEo en base a frases cortas.  Ella, irá traduciendo de forma simultánea mis palabras.

-¡Caramba! Bueno, lo dejo en tus manos. Sé que no fallarás...-replicó el militar.

Aquel sábado de Primavera, llegaron al Castell una veintena de suboficiales al mando de un oficial de la armada germana. Tanto mi hija como yo salimos a su encuentro, siendo presentados a los militares. Pasamos a continuación a desgranar los secretos del MUSEO MILITAR, de Montjuïc, por aquel entonces, uno de los mejores del mundo dentro de sus características.

Aquella visita resultó espectacular, por muchos motivos y más que por lo que se habló --mucho--, que por lo que se hizo. Subimos y bajamos por la escaleras que nos condujeron a las amplias estancias donde estaba depositado el fondo armamentístico.

Allí, dimos un repaso partiendo del origen de las armas antiguas expuestas  hasta las más modernas encerradas en unas grandes vitrinas. Dimos un vistazo a la gran colección de espadas y sables de los siglos XVII y XVIII, los primeros fusiles y los pertenecientes a los siglos XIX y XX, las pistolas catalanas del siglo XVIII, con alguna pieza excepcional, incluida.

La soberbia colección de cascos, despertó más de un admiración. Las dos armaduras completas francesas en muy buen estado de conservación y que se levantaban erguidas en el recorrido, elevaron las preguntas que naturalmente fueron contestadas.

Las expresiones de sorpresa e incredulidad subieron de tono cuando los visitantes descubrieron en un departamento de unos 100 m2, la mejor colección de soldados de plomo del mundo. Eran cerca de 20.000 piezas de una unidad del ejército español de la década de 1920. ¡Una maravilla visual y corpórea! Subimos luego al punto más alto del Castell, una torre elevada, con una escalera de caracol que hubiese mareado a más de un cirquense. Desde allí,  oteamos parcialmente Barcelona.

Después de contar la historia del Castell, de los Conde-Reyes de Catalunya, cuya efigie estaba representada mediante unas pinturas alusivas --la mayoría debidos al pintor italiano Felipe Ariosto--, descendimos a las antiguas mazmorras de la fortaleza con signos recientes de una restauración parcial. Allí, nos movimos torpemente a través de antiguos y sombríos corredores.

Expliqué que aquellos tétricos calabozos, estaban en desuso a partir de principios del siglo XX. Los presos durante la Guerra Civil, se encontraban encerrados en las salas del Patio de Armas, repletos ahora de diferentes objetos: fusiles, mandobles, cesiones de algun Museo, banderas, pendones y documentos.

A continuación y para rematar la visita, pasamos a ver los contenidos del MUSEU DEL CÒMIC. Los alemanes quedaron sorprendidos ante lo que veían. Nunca hubiesen imaginado que en Catalunya y en el resto de ciudades  editoras, especialmente Valencia y Madrid, se hubiesen podido dibujar y publicar cientos de tebeos, reflejados a través de las muestras originales de la  Exposición Permanente.

Las portadas de cuadernos y alguna página interior junto con un gran panel explicando la Historia del Cómic Español resumida, ampliaban las imágenes acrisoladas por un núcleo de papel colorista. Conocieron por encima la tragedia de EL GUERRERO DEL ANTIFAZ y las escaramuzas sostenidas por EL DIABLO DE LOS MARES.

También distinguieron entre los tebeos expuestos, la portada del queso rojo, léase EL CAPITÁN MARVEL, la faz del terrible Mekong de las aventuras espaciales de DIEGO VALOR y CUTO, andando entre pieles rojas. Además, se exhibían algunos paneles de diversas Exposiciones Temporales en base a copias de cubiertas y páginas interiores, algunas restauradas espléndidamente por Pedro Córcoles.

Era un sin fin de cuadernos y reproducciones de alta calidad que desfilaron por los ojos observadores de los marinos. Miriam, iba relatando las diferentes etapas de esa apasionante historia de la historieta clásica hispana para solaz de todos los asistentes al acto. Se quedaron fascinados ante aquellas portadas, un mundo que desconocían, fantástico y maravilloso.

Las felicitaciones a Miriam poco tardaron en llegar. Tanto es así, que nos invitaron a unas copas y una comida a celebrar en el buque de la armada alemana. Aceptamos la primera invitación, mas rechazamos, aunque agradecimos la segunda. Por la tarde, ambos teníamos otros compromisos. Desde el Castell, llegar al puerto de la ciudad, sumando el tiempo y el protocolo para el ágape, nos hubiesen supuesto más de 3 horas.

Acompañamos a los marinos hasta la puerta de la Fortaleza para despedirles. El oficial, nos quiso recompensar la larga visita –casi tres horas--, entregándonos una fuerte suma de dinero. La rechazamos. Los favores deben hacerse siempre desinteresadamente.
Al final, nos sentimos doblemente satisfechos. Dejamos alto el pabellón del Castell, del MUSEO MILITAR, del MUSEU DEL CÒMIC y de la ciudad Condal. Lógicamente, el coronel Segovia, estuvo enormemente contento por la imagen que dió tanto la Fortaleza en el exterior, como la suya como director.

La cultura barcelonesa se apuntó un buen tanto. A partir de aquel momento, una cantidad de ciudadanos alemanes, nunca visto antes, se dejaron caer en el Castell. Al unísono, deseaban contemplar las secretos que guardaba y visitar ambos MUSEUS. Era el triunfo del boca a boca.

El funcionamiento del Castell iba cosechando adhesiones tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, intentando mejorar cada dia que pasaba, tanto la parte estructural de la Fortaleza como el departamento cultural del MUSEO MILITAR.

A pesar que para subsistir, disponían únicamente de una subvención para los gastos por parte del Ministerio del Ejército y una aportación pequeña de la Generalitat catalana –el Ajuntament se la había retirado--, poco se podía hacer para mejorar las instalaciones museísticas. Mucho menos, restaurar la parte inferior del castillo, donde se alojaban la mayor parte de las armas.

Antes que una tormenta de indignidad, odio y desverguenza cayera sobre el Castell y sus moradores, el coronel Segovia y Santiago me presentaron un organigrama elaborado por el Patronato del Castell de Montjuïc (Ajuntament de Barna, Ministerio de Defensa y Delegado Militar del Gobierno en Catalunya).

UN PLAN FORMIDABLE QUE NUNCA PUDO SER

Era un plan de acción muy ambicioso y a corto plazo. Contemplaba una serie de actuaciones pedagógicas y culturales en torno al legado de los distintos cuerpos profesionales el Ejército, como la Academia de Ingenieros de Barcelona y el Colegio de Cirugía de Barna, logros mediterraneos y atlánticos junto a las recientes misiones internacionales de Paz de los soldados españoles.

Además, se incluía la realización de talleres específicos y visitas familiares para todos los estratos sociales, explicando las fortalezas abaluartadas ---como la del  propio Castell--, incluyendo la visita de buques turísticos y armadas foráneas. Todo esto se ampliaba con encuentros Institucionales desde un Protocolo especial con los Consulados de Barcelona hasta conferencias y charlas con los diferentes Medios de Comunicación, Escuelas de Ingeniería, de Arquitectura y Arte. ¡Un pleno total!

También se suscribirían convenios con las diversas Universidades del país y se realizarían Exposiciones temáticas sobre las armas. Se buscaría una interrelación, combinando las muestras corpóreas con la ilustración, el cómic, los soldados de plomo y los cromos recortables. Segovia me comentó que ahí el MUSEU DEL CÒMIC, seria el encargado de programar las distintas Muestras con la aportación de otros Museos y entidades, contando además con la gente y la experiencia del MUSEO MILITAR.

Asimismo, nosotros llevaríamos buena parte de los talleres y las visitas guiadas para turistas españoles y extranjeros, cosa que veníamos haciendo desde hacia tiempo. Finalmente, se crearia una WEB explicativa de todo el PLAN DE ACTUACIÓN que podía realizarse en los inmediatos tres años. Pero, los acontecimientos posteriores dieron en tierra con aquel grandísimo organigrama cultural-científico-pedagógico que situaba a la Ciudad Condal a un peldaño superior de otras propuestas parecidas.

Lo que se hizo, aprovechando las ideas de los demás, fue una chapuza descomunal que presuntamente sólo favoreció los bolsillos de unos cuantos aprovechados, entre ellos, los de algún político barcelonés. El PLAN DE ACCIÓN A CORTO PLAZO fue a parar al baúl de los Proyectos Irrealizables.

MENTIRAS Y CALUMNIAS  
                                                                                                                                                Un día aciago, algunos de los más negados políticos catalanes, abusando del poder que les habían dado los ciudadanos, dirigidas por los Socialistas, decidieron erradicar a los militares del Castell de Montjuïc, cuando sólo quedaban dos que se ocupaban básicamente de quehaceres relativos a la conservación de las armas y a ennoblecer con su presencia diversos actos culturales y de ocio. Los intrigantes, orquestaron a través de medios afines, una campaña difamatoria y de hostigamiento contra la Fortaleza y sus ocupantes.

Las diatribas, la media verdades y los embustes, subieron de tono hasta que harto el coronel, invitó a la Prensa en su conjunto a que visitara la Fortaleza para que comprobaran “in situ” la realidad. Las explicaciones que siempre dió Segovia consistieron en contar la verdad –comprobable por todo visitante interesado en conocerla--, que en el Castell, únicamente se realizaban actos culturales.

Existían dos MUSEOS y no había soldados de guardia como se había publicado recientemente y mucho menos, destacamentos militares. Sólo las armas, manuscritos y visitantes, la mayoría foráneos. La documentación, las notas aclaratorias y las entrevistas aportadas por Segovia, sirvieron de bien poco, aún teniendo el apoyo de periódicos independientes que comprobaron que con la campaña intoxicativa lo único que pretendían los políticastros vendidos, era ejercer totalmente el control del Castell.

                                                Sables para oficiales. Siglo XIX

Nosotros, y aquí incluyo a nuestros compañeros, AMICS DEL CASTELL DE  MONTJUÏC, atendimos a más de un periodista por nuestra cuenta, sin que nadie nos lo pidiera y alertando de los bulos, comentarios interesados y falsedades que se ofrecieron a la prensa local, llegando poco a poco, a otros medios y foros de debate. Una prueba clara de lo que decíamos, era la presencia de organizaciones culturales independientes --fuera del control militar--, en el  Castell.

El coronel Segovia, cuando intentó pactar con el Ajuntament de Barcelona, sólo consiguió evasivas y malos modos. Ni tuvo el soporte de sus inmediatos superiores como tampoco la del Ejército que pasó del todo del conflicto. Indefenso, luchó sin armas como los valientes hasta el final. Acabó con la frente alta. Aburrido, pidió que le relevaran del mando de la Fortaleza.

Desgraciadamente, el coronel que sustituyó a Segovia nunca le llegó a las cuerda de sus zapatos.  Este último, astuto, escurridizo y obsequioso con los mandamases, sólo pretendía quedar bien con los jerifaltes de Barcelona y con el Ministerio de  Madrid. Meses más tarde, obtenida su aquiescencia para que el Ajuntament desalojara el MUSEO MILITAR, ¡Y se cometió la mayor y torpe bajeza que nunca tuvo antes un MUSEO, en ninguna otra parte del mundo!

Al final de tanta polémica y porquería lanzada sin rubor y sin vergüenza, algunos historiadores y museologos intervinieron a destiempo para salvar el MUSEO MILITAR de su desguace y de lo que parecía insalvable. Era un acto de arrepentimiento tardío. Callar cuando deben defenderse posicionamientos racionales siempre ha tenido voluntarios. Las únicas voces que clamamos, resultaron inútiles. ¡Éra como un discurso para sordos.

                                              Pistolas de manufactura catalana. Principios del Siglo XVIII 

¡Ah! Hubieron otros actores principales en la huida hacia ninguna parte del patrimonio del MUSEO MILITAR de Montjuïc. Una directora civil ad hoc  --prefiero dejarla como imposible--, nombrada a dedo y como representante de la nulidad más corporativa de la corrupción política, llegó a la Fortaleza con la orden de cargarse todo lo que olía a militar o a los que lo parecían sin serlo, léase  AMICS DEL CASTELL y MUSEU DEL CÒMIC de Barcelona

Primeramente, esa nefasta mujer –cuando siempre he tenido en gran estima a la mayoría de féminas con las que me he relacionado--, era la negación misma de la condición femenina. Desde el primer momento, el feeling abandonó nuestras respectivas personas. Para hablar de cualquier tema, aún siendo yo la cabeza visible del MUSEU en el Castell, le pedí a nuestro Presidente Eduard Pérez que entablara la relación que quisiese con ella.

Nunca quise intervenir para hablar de asunto alguno. Pasé de tener que dialogar con una persona de las que “se tiene que hacer lo que yo diga”, aunque se carezca de argumentos. Encima, sin conocimiento alguno sobre las armas, ni de Fortalezas y mucho menos de mano izquierda para saber tratar con la gente. 

Lo primero que hizo la “directora” --la primera letra, la escribo en diminutivo porque la citada daba para poco--, fue quedarse con una casa ocupada desde hacía años por los AMICS DEL CASTELL, gastarse una millonada en su arreglo, convertirlo en su coto privado y pedir al Ajuntament dos funcionarias para que le hiciesen el trabajo cuando en las oficinas del Castell había un Director administrativo y una Secretaria –el nuevo coronel la echó de mala manera--, que hacían todo el trabajo ¡y se bastaban y sobraban!.

O sea, la “directora de marras”, se montó un tinglado al margen de la administración que había y que funcionaba desde hacia años. ¡Viva el despilfarro! ¡Que paguen los ciudadanos catalanes! ¡Para esto están los aprovechados, los pelotas y enchufados...todos revueltos y contentos!
                        Patio de Armas. Elementos be´licos de la 1º y 2ª Guerra Mundial

SE DESMONTA LA SALA DE EXHIBICIÓN 
Nosotros también salimos perjudicados aunque menos que otros. La directora política, nos birló tranquilamente la Sala de Exhibición, para montar otro despacho paralelo desde donde montaron una especie de corporación de pelotas-educativo-exterior-engaña incautos, con el fin de desarrollar unos cursillos atemporales para extranjeros cortos de vista.

Cuando íbamos envolviendo los corpóreos del MUSEU DEL CÒMIC, consistentes en las figuras de JIM HURACÁN de Jordi Buxadé, la estátua de cartón-piedra de Tintín y los paneles de la Exposicíon Permanente y las de las Temporales, dejábamos atrás momentos mágicos.

La imaginación, convirtió en posible lo inverosímil de la situación. La mirada amenazante de EL CAPITÁN CORAJE sobresalía entre otros compañeros de andanzas tebeísticas. La fuerza hercúlea de JUAN  CENTELLA –héroe popular gestado durante el fascismo y reconvertido en un especialista en repartir puñetazos--, parecía querer agredir a los causantes de aquel desalojo forzado.

EL JINETE FANTASMA, amenazador y látigo en ristre, mostraba enfrentarse a los profanadores de la sacrosanta Sala de los tebeos. ROBERTO ALCÁZAR y el inefable PEDRÍN –este armado armado con un nudoso garrote--, deseaban acabar con los malandrines del Ajuntament.

EL JINETE FANTASMA n.9 Inicio (1947) Ambròs-Federico Amoròs

DON CÉSAR DE ECHAGÜE, enfundado en el traje de EL COYOTE, quería disparar a unos enemigos ocultos, que manejaban poderes que las armas eran incapaces de combatir. El ojo avizor de EL INSPECTOR DAN, acompañado de STELLA, estaban decididos a investigar aquel contubernio político-farisaico-toca pelotas. A pesar de las buenas intenciones de aquellos apolillados héroes de papel, tenían las de perder al enfrentarse al odio, la mentira y al soborno disfrazado de patriotismo barato.

Una página de la revista PULGARCITO se reía de los disparates de los políticos que el averno nos envió. Los años oscurantistas de la Dictadura que habían denunciado los personajes satíricos de la publicación humorística por antonomasia, entre la burla y el escarnio, asemejaban volver. Con inmenso dolor, todos ellos junto al resto de los tebeos enmarcados, después de ser envueltos en papel burbuja fueron llevados sin remisión al destierro. ¡Por desgracia de todos los aficionados a la historieta, siguen estándolo! 

(Continuará)