III-EL MUSEU DEL
CÒMIC DE BARCELONA EN EL CASTELL DE MONTJUÏC
EL FINAL DEL MUSEO MILITAR
Hi ha aquí comentar brevemente
lo que representó trasladar todo el Patrimonio del MUSEO MILITAR situado
en los bajos del Castell, unos amplios espacios entre muros, ocupando más de
1000 m2. El Ajuntament, responsable del desaguisado --había procedido antes de
su desalojo
total, unos meses antes y a escondidas --, a retirar la efigie ecuestre de Fanco.
Como
era imposible que la risible estatua –el dictador a caballo parecía un enano--,
pudiera pasar por la puerta del sótano donde estaba ubicada –fuera de la mirada
de los visitantes--, la despedazaron y se la llevaron a cachos como si se
tratara de unas morcilllas. Se dice que fue a parar en un almacén municipal. ¡Qui lo sai!
Los
cañones del Patio de Armas, los desmontaron de la misma vergonzante manera que
a los restos del “caudillo” y se los llevaron, ignoramos donde. Entre ellos,
había el cañón de un submarino alemán de la Primera Guerra Mundial. ¡Una pieza
valiosisima!
Después,
los meses se hicieron interminables a base de un trasvase de datos, entre los
que tenía la Fotaleza de las armas exhibidas y guardadas, los que llegaron del Ajuntament
y los que tomó “in situ” la empresa de unos “expertos” en traslado junto al
trabajo de la Secretaria y Pedro Silgado, acarreando enseres a la vez
que se confeccionaban listas quilométricas y escaners de todos los elementos.
Se
pelearon con el inventario que aporto cada uno, el nuevo Coronel, la
administración y la empresa privada que también metió las narices donde era
improcedente –malas lenguas afirmaron que algunos del Consistorio se llevaron presuntamente más de una “propinilla”--, cuando con el listado original habría habido suficiente para
conocer realmente la totalidad del material armamentístico.
Al
final, de forma desapasionada me dí cuenta, que todo el dinero invertido a
cargo de los contribuyentes barceloneses, las horas perdidas contabilizando y el
sacar de quicio a los sufridos supervivientes de aquella locura política, habia
sido en vano.
Habían
diferencias de bulto entre las diversas relaciones de datos. Entre sí,
descuadraban todas. Así, vuelta a empezar, hasta que se pusieron todos de
acuerdo, sin aclarar nada. Alguna de las armas, puñales y dagas, habían sido
robadas durante las décadas de vida del MUSEU MILITAR por descuidos
humanos. Uno de los fallos apreciados es que nunca fueron dados de bajas en los
listados originales del Ajuntament. Hubieron otros problemas de menor
cuantía que resulta innecesario comentar.
Por
ejemplo, el de la colección de soldados de plomo. Se contabilizaron los 20000
soldados que en origen fueron fabricados del regimiento del Ejército Español de
1920. Cuando se hizo la Donación ya faltaban muchas piezas. Otras fueron
substraidas en la propia Sala donde se albergaba o en los diferentes lugares
donde se exhibieron antes de recalar en el Castell.
La colección LLobera, la más importante del mundo de soldados de plomo
Después
de vaciar el sótano donde se encontraba expuesto la mayoría de armamento, se
procedió a levantar el resto de armas junto a banderas, documentos y otras
piezas militares o relacionados con ellas, depositados en las 21 Salas, de
medidas variables, pegadas al Patio de Armas.
Cuando
el resto de espacios del Patio de Armas quedó libre del resto de aquellas armas
tan “peligrosas” –menos que las decisiones maquiavelicas de algunos
políticos--, el Ajuntament cedió lo
espacios a Asociaciones culturales de su cuerda o que le bailaron el agua.
Nosotros como si no existiéramos. Éramos un encordio y olíamos a militar.
Las
armas se repartieron –entregando las cesiones a sus dueños a pesar de que el Ajuntament quiso apropiárselas sin
lograrlo--, entre el MUSEU DE LAS ARMAS de Toledo, el Castell de San
Fernando en Figueras y el resto guardado en almacenes municipales –donde
seguramente sin conservación dormirán el sueño de los justos--, se oxidarán y
destruirán lentamente. Un final poco grato para uno de los MUSEOS de
armas en funcionamiento más importante de su estilo. ¡Los errores políticos los
pagamos el resto de barceloneses! ¡Nos quedamos sin una referencia mundial!
A
modo de limosna –tal vez porqué en conciencia la directora del Castell sabía de
nuestra actividad pasada y comentada mil veces por los diferentes ocupantes del
Castell--, dejaron al MUSEU DEL CÒMIC, el cuarto de las “ratas” que
veniamos a utilizar de despacho y que un año antes se había derumbado parte de
la techumbre debido a la filtración del agua de la lluvia, en el ya vacío y
lleno de musarañas MUSEO MILITAR.
También,
como si fuéramos mendicantes, se avinieron a que ocupásemos el almacén donde
guardábamos el Patrimonio del MUSEU. Esta gestión la hizo con el celo de
siempre, nuestro Presidente Eduard Pérez. Una ojeada sobre aquellas
inmensas salas, antes parte de una historia de las armas y ahora vacías, sus
vitrinas y expositores parecían mausoleos.
Antes
de abandonar el Castell, luchamos con las únicas armas que poseemos, la
lucidez, el llegar a acuerdos y nuestra experiencia en el campo cultural que
representamos. La directora nos engañó, haciéndonos perder el tiempo,
preparando un plan de actuación y ampliación del espacio que pudiésemos ocupar
en el remozado cambio de imagen del Patio de Armas que empezaba a vislumbrarse.
El
proyecto, en el cual y entre otras cosas, solicitábamos un espacio generoso
para dignificar a la historieta y al Castell --uniendo diferentes salas
seguidas--, avalado tanto por la Junta Directiva como por nuestros asesores
museísticos, fue echado directamente a la papelera y sin diálogo alguno.. ¡Estos son los poderes de quienes se creen
intocables y por encima del bien y del mal! ¡La casta de dirigentes incapaces
es más peligrosa que la caspa!
Un
detalle –de los pocos positivos que tuvo la “directora”--, ocurrió poco antes
de que dejáramos el Castell. Le comentó a Eduard, que el Centre Cívic
El Coll-La Bruguera, estaba intentando recuperar la memoria de la que fue
en su tiempo, la mayor editorial de tebeos barcelonesa. Allí nos dirigimos con
total acierto. Desde hace un tiempo, colaboramos con ellos para expandir nuestra
cultura tebeística y poder difundir todo lo relativo a la historieta.
Con
motivo de las obras de consolidación, apuntalamiento y restauración de las
dependencias subterráneas del Castell –antiguo MUSEO MILITAR--,
incluidos el almacén y el cuarto-despacho que ocupábamos--, recogimos nuestros
enseres y nos fuimos con todo el dolor del mundo. Abandonamos la Fortaleza, tal
vez para siempre. En una carta de agradecimiento posterior, reiteramos nuestra
disposición a colaborar en un futuro, agradeciendo a la directora sus
“esfuerzos” en dignificar la cultura barcelonesa.
Mortero de "A 12 pulgadas. Fundido en Sevilla el año 1793
LAS PERSONAS IMPORTANTES DEL CASTELL
DE MONTJUÏC
Aquí voy a referir a las personas que tuvieron
más influencian positiva y con las que viví momentos de comunicación imborrables.
A ellas, el MUSEU DEL CÒMIC en
general y yo particularmente, les agradezco los buenos momentos compartidos. Las emociones a flor de piel,
despertaron y motivaron una atracción mutua, que siempre recordaré con emoción.
¡Fueron momentos que siempre añoro y comento!
El
Coronel Francisco Segocia. Militar de profesión y distinguido humanista. Desde que
obtuvo el mando del Castell de Montjuïc, siempre defendió la cultura catalana y
por ende, la barcelonesa. Imbuido por un alto sentido de la responsabilidad,
para mí fue una de las personas más decisivas que tuvo el MUSEU MILITAR
desde que fue creado.
Segovia, trabajador
infatigable, organizó, motivo y trabajó para difundir y extender la cultura a
través del Castell. Gran conocedor de la Historia de Catalunya, siempre
organizó tertulias y mesas de trabajo, defendiendo la continuidad militar en la
Fortaleza hasta la extenuación. Entre diferentes logros, en su haber figura
haber escrito un libro-guía sobre la HISTORIA DEL MUSEO
MILITAR de Montjuïc. Además, mejoró la propia Institución y albergó
bajo su mandato el MUSEU DEL CÒMIC
de Barcelona.
El
coronel, hombre de honor y ejemplar jefe, la palabra “ordeno” tan de boga entre
los militares, jamás la oí que surgiera de sus labios. Al contrario, siempre se
dirigió de forma educada y considerada hacia los demás, especialmente al
personal dependiente suyo. Cuando pidió el traslado del Castell de Montjuïc fué destinado a ocupar la Dirección del Cuartel
del Bruc, de Barcelona. Sus subordinados estuvieron de enhorabuena con su
llegada.
Un
ejemplo a imitar. ¡Un abrazo amigo Segovia¡
Santiago Íñiguez. Director administrativo del
Castell. Siempre hubo una relación
intensa y cercana con él. Ayudó a cimentar el éxito del MUSEU DEL CÒMIC y nos hizo siempre estar satisfechos con su
trato y sus detalles. Nos perdonó algunos fallos que tuvimos... y esto, también
es de agradecer.
Íñiguez, animador de
actividades diversas con las que proyectar la imagen del Castell al mundo, consiguió –con medios raquíticos--, metas
inalcanzables para otros. Trabajador y conocedor de las necesidades de la
Fortaleza, tuvo que lidiar con políticos ineptos y directores(as)
descerebrados.
Salvador Rovira. Dirigía el restaurant del Castell y se ocupaba de los
merenderos de los aledaños que rodean la montaña de Montjuïc, desde
hacía unos años. Siempre fue amigo y uno de los mejores aliados del MUSEU DEL CÓMIC.
Más
que comerciante, a Rovira siempre le pudo su concepto altruista,
defendiendo a sus amigos hasta el final. Tabajador, honesto y desinteresado
siempre conté con él para la bueno y para lo malo. Su esplendidez y su simpatía
natural le hizo compartir mucho momentos satisfactorios con todo tipo de
personas y situaciones. ¡Una gran persona ayudado por una familia ejemplar!
Pere
Silgado. Compañero el Castell con quien compartí
buenos momentos. Siempre dispuesto echar un cabo, vivimos momentos intensos con
las visitas guiadas junto a las manifestaciones culturales que se llevaron a
cabo durante mucho tiempo en la Fotaleza.
Carmen. Directora y posteriormente elegida Presidenta de los AMICS
DEL CASTELL fue tan tenaz organizadora de eventos culturales como la
gestora y la responsable del afianzamiento de los conciertos estivales que se
celebraban anualmente en el Patio de Armas. Siempre mantuvimos una relación
estrecha de compromiso y lucha por la continuidad del MUSEO MILITAR.
Desengañada con los políticos, ni siquiera los de derechas --teóricamente
cercanos a los militares--, tuvieron una escusa pausible ante su liquidación y
cierre.
Las familias Escobar y Martínez. Ambos clanes, eran los representantes
que regentaban las dos únicas tiendas que quedaban de ventas de recuerdos
barceloneses y españoles. Muy pronto, se vieron amenazados por las
instrucciones dictatoriales de la directora. A exigencias disparatadas, se unió
la prohibición de vender reproducciones de armas y toreros... Un dislate.
Con
ellos, siempre nos unió el espíritu combativo en defensa de los valores del Castell y defensores a ultranza del MUSEU.
Encuentro a faltar aquellos desayunos mágicos junto a Rovira,
defendiendo nuestras respectivas posturas ante la sociedad. ¡Cuantas alegres
mañanas o frias tarde, nos encontramos intentando cambiar lo mejorable! ¡Las
paredes de la Fortaleza, mudos oyentes
de algunas silencios y sonrisas cómplices, seguramente estén aguardando otros
encuentros!
EPÍLOGO
Tiempo después de nuestra marcha del Castell,
las cosas cambiaron para empeorar. ¡Ah! Hay que referir para que todo el mundo
pueda darse cuenta de como actuan ciertos políticos, apoyando a los inútiles y
obligando a colaboradores externos a historiar falacias. Cuando únicamente
quedaban en el Castell vagos
recuerdos de un pasado esplendoroso, los guías “oficiales” que mandó el Ajuntament, se dedicaron a contar
Cuentos de Hadas sobre la proyección de en otra hora, Fortaleza militar.
Rememorando
a la famosa y de grato recuerdo, la colección de tebeos AZUCENA,
estos “guías teledirigidos”, durante un tiempo se fueron por las ramas.
Explicaron –segun supe por instruccions concretas que recibieron--, que aquel Castell monumental habia sido refugio de
reyes y princesas. ¡Vaya humorada veraniega! ¡Verlo para creerlo!
Hasta el día de hoy,
pocas veces más he subido a la montaña de Montjuïc. Cada vez que lo hago, la
emoción atenaza mi garganta y soy incapaz de articular palabra. ¡Qué recuerdos!
¡Cuantas personas en torno al MUSEU¡
¡Y el amigo Abellán que nos dejó hace unos años...! ¡No te
olvidamos, ni por lo que representaste para el arte ni para nosotros...!
Barcelona, un día brumoso de mayo del 2015
HASTA HACE POCO, LAS
CABRONADAS SE REPETÍAN
Tenía acabado este
capítulo de ENTRE TEBEOS, del paso dado por el MUSEU DEL CÒMIC al trasladarse al Castell de Montjuïc y de mi presencia casi obligada en el mismo,
cuando el 19 de setiembre del 2015 se me ocurrió subir de nuevo a la Fortaleza.
Como en esas fechas, la
entrada es libre por celebrarse la Fiesta Mayor de Barcelona –la Mercè--,
despues de tacharme una “controller” el ticket gratuito, entré por el portalón
que conducía al Patio de Armas.
¡Caramba! ¿Qué es lo que vieron mis dilatados
ojos? Aparentemente, todas
las salas del interior del Patio de Armas estaban bloqueadas –incluso la
antigua oficina--, por un grueso muro de plástico endurecido. Más allà,
comprobé que unos pocos espacios continuaban
abiertos. Encontré en uno de ellos a Pere Silgado y nos saludamos cambiando impresiones de tiempos idos.
Cuando dejé al
compañero de fatigas durante un tiempo, me vine a topar con una de las urracas
parlanchinas de la fauna que rodea el Castell. Al igual que hacía el genial Apeles Mestres y sin querer compararme
a él, tengo la costumbre sana de hablar con los animales. El ave en cuestión,
me sopló al oido un relato frustrante.
“Las tiendas, el restaurant y el chiringuito frente al
Castell a escasos metros de la entrada, han
desaparecido del mapa. Pero, de forma chapucera y degradante”. El animal
parlante siguió revelando secretos. “Un día, de buenas a primeras, nuestros
“sabios” dirigentes municipales, decidieron echar a los dos comercios, al restaurant y a los AMIGOS DEL CASTELL DE MONTJUÏC con el sambenito de que se debían
hacer obras de mejoramiento de los espacios que ocupaban”.
¡Así sin más! A partir
de mayo del 2014 y con una rapidez de expreso, les dieron el tiempo justo para
que recogieran sus enseres y partieran raudos. Marcharon escalonadamente,
alguno dirigiéndose a los periódicos, echando leches por los belfos y mentando
a la madre de alguién.
La terraza del Castell con vistas a la ciudad de Barcelona
LA NUEVA PARIDA MUNICIPAL
Al incumplir el Ajuntament el contrato que tenia
establecido con ellos, los perjudicados procedieron a demandarle judicialmente.
Si logran ganar –cosa que espero y es lo justo--, el nuevo Consistorio
democrático y popular, deberá afrontar un gasto inmerecido. ¡Una granujada más
de Convergencia y Unió!
Antes, los responsables
de los desaguisados pertenecían al grupo Socialistas, después, los convergentes
se ha ganado a pulso igualarles en disparates y mediocridad, al no querer dar
una alternativa de proseguir con sus negocios a los afectados.
Antes de proceder a la
exploración pertinente de los vestigios primitivos que quedaron a salvo de las
intrigas “palaciegas”, quise subir por las escaleras empinadas que conducían a
la azotea del Castell. Deseaba poder
volver a respirar los aires salutíferos del entorno.
Al estar situada la
Fortaleza, entre mar y montaña, con sumo placer me puse a aspirar las esencias
de la flora que rodea la montaña y que diariamente encuentro a faltar. Luego,
mi vista se enfocó hacia el mar. Abajo, vistos a un tamaño ridículo, aparecían
varados en laas dársenas, cuatro cruceros. ¡Sí! Los mismos que llegan cargados de turistas y que
invaden el centro de la ciudad.
En parte, esos buques
repletos de gente, son los responsables de haber convertido a la Ciudad Condal,
en una pecera de extranjeros. A la derecha, un ruido mortecino indicaba el
trasiego de containers cargando y descargando mercancías diversas. La brisa que
se levantó al poco, hizo que llegaran mortecinamente
los gritos lejanos de los operarios portuarios. Ese trajinar, también
ha convertido a la villa que tanto amo en la más importante del Mediterráneo.
¡Menos mal que Madrid carece de puerto! ¡Seguramente, sería el mejor, como su
equipo el Real Madriz! ¡Ah, se me olvidaba! ¡En este momento, el mejor equipo
de fútbol del mundo es el Barça!
Minutos
más tarde, me dirigí hacia el otro lado del terrado, el que mira a la ciudad.
Al pie, la ciudad de Barcelona parecía que pudiese acariciarla con la mano.
Unos minutos disfrutando del panorama y con la mente en blanco, hasta que volví
a la realidad. Bajé
al patio de armas y llegué a las salas abiertas. Las que en tiempos pasados,
albergaran diferente armas y documentos, estaban intercomunicadas entre sí.
Tiraron las paredes de separación y unieron los habitáculos n.14 al nº 17. En
este caso, tomaron una buena decisión al aprovecharse mejor los espacios.
Actualmente,
hay montada una Exposición bastante buena con la historia del Castell desde sus
comienzos, abusando un poco de la publicidad Institucional y loando en exceso
la figura del President Companys, fusilado poco después de la Guerra Civil por
orden de Franco. Estamos de acuerdo en que fue un asesinato político, igual a
la de tantos otros.
Mejor
hubiera sido que Companys muriera –triste final--, abatido por las iras de los
fanáticos de la FAI, ante de someterse a sus deseos y caer Catalunya en unos
desórdenes que acabaron con muchas muertes injustificadas y lamentables. Tuvo
un esperpéntico juicio y fué fusilado. Hoy su figura parece la de un héroe de
los tebeos, aunque menos de lo que la propaganda indica. ¡Los independendistas atacando de nuevo¡ ¡Y
no tengo nada contra ellos, porque tengo amigos que lo son!
Esas
dependencias mejor hubieran estado contando la Historia de la Historieta como
antes lo había estado haciendo una de ellas. De hecho, el proyecto remodelado
por el Ajuntament, venía a recoger una parte de la propuesta que le hizo el MUSEU DEL CÒMIC a la exdirectora de la
Fortaleza, meses antes de marcharnos de allí, molestos y encabritados.
La
exdirectora –la sustituyeron los dirigentes de turno--, desdeñó nuestra oferta,
pero la idea fué lo suficientemente atractiva como para desarrollarla los
convergentes, aunque fuera con el prisma de dar a conocer las particularidades
de aquel colosal construcción de piedra, levantada por los militares de antaño.
Ahora eufemísticamente, han bautizado el montaje con el nombre de CENTRE
D'INTERPRETACIÓ DEL CASTELL DE MONTJUÏC.
En un
accesit, como un añadido a los paneles repletos de fotos y dibujos que enmarcan
las paredes, unas raquíticas muestras de armas: algun mandoble, pistolas,
fusiles y hasta algún trabuco de épocas gloriosas.¡Qué burla
más grande! ¿Estas eran las armas que propalaron los políticos en la
Prensa que volverían al Castell?
Para
esa misérrima propuesta, mejor hubiese sido colgar unos fotografías. En este
mismo lugar, existe una abertura en el suelo que está cubierta con un cristal
traslúcido y de grueso calibrado.
Debajo, se observan algunos restos del antiguo fortín, construido cuando
el altiplano de la montaña era una atalaya.
La
última sala abierta actualmente, la n.20, está ocupada con otra Muestra
destinada a glosar lo que representó en su día la montaña de Montjuïc respecto
al mundo del motor. EL CIRCUIT DE MONTJUÏC, és una acertada
Exposición Temporal que reune fotos, textos históricos, comentarios y libros de
las gestas de los pilotos que llevaron a cabo, un sin acabar de proezas
automovísticas. Muy recomendable pese a que acabará pronto.
La terraza del Castell con vistas al mar Mediterráneo
¡ADIOS AL CASTELL DE MONTJUÏC!
Antes
de irme del Castell, me despedí de Silgado.
Salí al exterior. Un cuervo, que ví a distancia, con su mirada crítica,
semejaba alertar las barbaridades que cometen a menudo algunos personajes,
escudados con el remoquete de políticos. Las urracas habladoras, luciendo sus
galas blanquinegras, me salieron al paso. Alborotando alegremente,
prometieron contar más cosas cuando volviera por allí.
Acaricié
delicadamente a las aves. Siempre estuve convencido de que la mayor parte de
los animales son mejor que muchas personas. Me fuí abrumado por la ira y la
nostalgia. Me quedaba el consuelo de que mis dos gatos Clara y Mimo me
animarían y harían que me volviera el buen humor. Mientras descendía a tomar el
bus que me llevaría al centro de la ciudad, los graznidos de un grupo de
gaviotas me saludaron a lo lejos.
Con
tanto político infame, sólo contemplo que un tsunami de indignación barra próximamente a los políticos mentirosos y corruptos. Esos malos representantes de los ciudadanos han perjudicado por ignorancia
u omisión a la mayor parte de las Asociaciones Culturales independientes. Y por
supuesto, soy apolítico y un barcelonés mosqueado, al comprobar tanto desprecio de los políticos hacia los derechos ajenos.
Lógicamente, del Castell
han desaparecido Carmen, los Rovira, Alicia Escobar y los Martínez, debido a las circunstancias
descritas en párrafos anteriores. La funcionaria Joaquina pasó al Palau de la Virreina. Íñiguez se ha jubilado abandonando el recinto. Por otro lado,
también me he enterado de que el coronel Segovia,
se retiró de su actividad castrense hace unos años. ¡Qué buena gente ha perdido el ejército y el Castell!
Resultado. La Fortaleza
ha dejado de ser desde hace mucho tiempo, lo que yo vi, alenté y difundí. En
lugar ser un MUSEO de MUSEOS como fue, se ha convertido en
una pieza más del rocambolesco signo de los tiempos. Una caja de resonancia
destinada a ensalzar a los políticos de mirada corta y bolsillo largo! ¡Un
engendro de piedra! Espero que con los nuevos impulsos del actual Ajuntament,
las cosas cambién a mejor... Dije adíos a la
Fortaleza. ¡Queda tan poco de lo que conocí! Volver me dolerá, pero....
¡Hasta la próxima amigos
del Castell de Montjuïc! ¡Un abrazo
entrañable!
Barcelona, un día de espesa niebla, de finales de setiembre
del 2015.
FIN DE LA HISTORIA
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