(Universidad
Politécnica de Catalunya)
(AÑOS DE SABERES, CULTURA Y ESPARCIMIENTO 1976/2005)
MI ENTRADA EN LA UPC
Desde
el año 1976 hasta el 2005, empezaron a
gestarse en la Facultat d'Ingenieros Industriales de la UPC,
unas JORNADAS DE CÓMIC. La finalidad era la de la participación por
parte de todos aquellos alumnos de la Universidad que estuviesen interesados en
aquella propuesta cultural. Los actos se desarrollaron en el paraninfo lugar de
encuentros y mesas de Trabajo.
Era
una apuesta de incierto resultado. Sin embargo, hoy podemos afirmar --por la
cantidad de profesores y alumnos que se sumaron para realizar aquellas
actividades--, que la experiencia de unos cuantos años y por los resultados
obtenidos valió rotundamente la pena. Resultó una magnífica labor de
proselitismo en torno a los tebeos de nuestro país.
Mi
llegada a la Facultad para participar en las JORNADAS arranca de la
temporada de 1978 y terminó el 2005. Entre esos
años, fui invitado a compartir con ellos diversas vivencias en torno a
la Historieta debido a mi afición favorita: el analisis y el desarrollo de los
tebeos hispanos en todas sus vertientes.
En aquel momento, desconocía lo
agradables, estimulantes y decisorios que fueron aquellos días pasados entre
universitarios, lo que yo por desgracia nunca pude ser. Aquello, creo que fue
con los años, uno de los acicates para dar el paso decisivo para dedicarme a
una labor apasionante: la de investigador por pasión y la de escritor por
afición.
Un
par de años antes de empezar mi actividad como parte activa de las JORNADAS
DE CÓMIC, tuve la suerte de conocer al que en un futuro cercano, se
convertiria en amigo, el catedrático de Fluidos de la citada Institución Eugeni
València, uno de los promotores educativos y culturales más importantes en
su momento, junto a otros compañeros del campus universitario barcelonés.
Gracias
a València, tuve la fortuna de pasar muy buenos momentos con diferentes
profesores y alumnos que asistieron durante muchos años a las JORNADAS
anuales que se repitieron con éxito desigual. La historieta durante ese largo
periplo de tiempo, pasaba por el letargo al que le habían sumido los editores
españoles. Estos, habían montado su campo de acción empresarial encaminado
únicamente al beneficio rápido mediante publicaciones de usar y tirar.
Aquel
material desechable consistía basicamente en tebeos porno, novelas gráficas
de nula aportación literaria o artística --ampliada luego a la edición de todo
tipo de mangas y super birrias--, que se entremezclaban con otros subproductos
paralelos. La cultura del tebeo patrio parecía haber desaparecido de la faz de
la tierra, siendo invadidos por los alienigenas enfrentados a DIEGO VALOR.
DIEGO VALOR nº1 Inicio (1954) Buylla-Bayo-Jarber
Los
primeros años de la actividad en la UPC, me permitió compartir
mesa con un grupo entusiasta de los tebeos españoles tanto los editados antes
de la Guerra Civil --que dejó a España hecha uno zorros--, como
las revistas de la posguerra –tiempos que todavía fueron peores--,
especialmente para la historieta y para todas aquellas personas que giraron en
su entorno.
En
aquellas tertulias largas en la Universidad y en las que todo el mundo que lo deseaba a participaba libremente expresando
sus opiniones, hablamos, hablamos y hablamos, que es la única manera de que la
gente exprese lo que siente y en el campo que se prefiera. De aquel cambio de
impresiones entre personas preparadas intelectualmente, surgieron nuevas ideas
y proyectos que día a día pude encauzar adecuadamente.
Si
se me permite la expresión, me brindé en presentar cada año en que fui invitado, unos temas distintos para debatirlos en profundidad. Una vez acabada
la perorata, que siempre intenté acotar lo máximo --comentando lo importante y
suprimiendo lo superfluo--, pienso que siempre pudo quedarse algo en el
tintero. Lo que fuere, quedaba compensado en el momento de empezar la la charla
temática, siempre altamente participativa.
Aquellas
mesas redondas, encararon de alguna manera una forma distinta de acercarse a la historieta. Sin rehuir el
comentario concreto, ocasionalmente se abordó un acercamiento a los cómics norteamericanos así como a otros foráneos.
Porqué, nuestra intención desde el primer momento, era la de rescatar y dar a
conocer mayormente nuestro importante acerbo del tebeo clásico. Este patrimonio común, hoy por desgracia, un extraño
en nuestra casa y todavía tan desconocido como olvidado.
Anteriormente
a mi llegada a las JORNADAS, durante el año 1977 habían participado en
ellas tanto Antonio Martín Martínez—un
año las compartí con él--, investigador del cómic a todos los niveles y el
infortunado especialista Manuel Jiménez
de Parga, ambos con un bagaje infinitamente superior al mio. En aquel momento, ambos representaron un
ejemplo a seguir y un espejo donde pudiera reflejarme con el paso de los años.
Entonces empecé mi labor de seguir el camino de los mejores ...hasta ahora. Se
puede decir que gracias a ellos –los más cercanos-- y a otros que les
antecedieron y los que les precedieron después
(1) El descubrir en 1972 la revista BANG (Información y Estudios de la
Historieta), dirigida espléndidamente por Antonio Martín Martínez
y con las colaboraciones de tanto fuste
de Luís Conde;
Antonio Martín; Pacho Fernández; Martínez Peñaranda; Antonio Lara; Federico Moreno Santabárbaara; Juan J. Cagigal y algunos más, me entusiasmaron de tal
manera, que del gozo pasé rapidamente a la acción.
Un libro de referencia que me abrió un
mundo que necesitaba ser ampliado fue el que escribiera Antonio Martín sobre
el tebeo español. Con todos quellos antecedentes y el fracasado intento de
integrarnos en la Junta Directiva del Club DHIN, nos estimuló a un grupo de
barceloneses, entusiastas de los tebeos para fundar el CAH (Club Amigos de la Historieta), a
finales de 1974. Aquello fue el principio de todo.
HISTORIA DEL CÓMIC ESPAÑOL (1875-1939) Antonio Martín
En el CAH, abordamos primera y simbólicamente, los análisis de algunos cómics, escritos biográficos sobre autores, así como ciertas cronologías de personajes. Después, se sumó el estudio de las colecciones de tebeos españoles y asimismo, se encauzaron las primeras ediciones. Aquel reto apasionante se amplió con la salida al mercado, unos años más tarde, del 1er CATÁLOGO EL TEBEO EN ESPAÑA.
En aquel tiempo, el CAH tuvo la suerte de contar
con un Secretario increible en la persona de Vicenç Sánchez, que llegaba a todas partes. Allí conocí y tuve el
soporte de dos amigos que siempre me apoyaron, Paco Baena y el desaparecido, por desgracia, Ramon Florensa.
Tal
vez aquella actividad frenética, me llevó con el paso del tiempo a intentar
acercarme con mayor detenimiento a los tebeos y a todos los que los hicieron
posible, especialmente los de la posguerra que, por la cercanía en el tiempo,
parecían ser más reconocibles. Andaba equivocado, y aún hoy, estoy
desentrañando la madeja que resultó ser el tebeo español durante el franquismo.
Quedan todavía muchos huecos por llenar.
Esta
tarea que unos pocos hemos intentado afrontar y que menos todavía hemos podido
entrever, parece carecer de final. Ocasionalmente, quizás alguna brecha hayamos
podido abrir en el laberinto en que se convirtieron las revistas de historietas
en esos años tenebrosos y oscurantistas, de aquella infausta y demencial
Dictadura franquista.
LA PRIMERA JORNADA DE CÒMIC EN LA QUE FUÍ PONENTE En
las primeras JORNADAS DE CÓMIC de la UPC, celebrades entre
el 26 y el 29 de abril de 1978, se centró el tema sobre la “EVOLUCIÓN DEL CÓMIC
ESPAÑOL, DESDE LOS ANTECEDENTES MAS LEJANOS CONOCIDOS HASTA 1965”. Uno de
aquellos días, erré en los cálculos, al confundir una charla –duró 2 horas--,
con un discurso extenso. Hubo demasiadas fechas, muchos protagonistas –que casi
nadie conocia--, cargados de una soporífera carga reinvidicativa sobre la
cultura tebeística.
Menos
mal que al día siguiente, me conformé sólo con dar media hora de tabarra.
Presenté a los asistentes la vida, la obra y al autor mismo, el historietista, Pedro Alférez. Afortunadamente, resultó
un regalo para todos. Al termino del
evento, el compañero de infortunios Eugeni València, obsequió con un
cuaderno realizado por la UPC, a todos los que habían asistido.
El año 1980, resultó decisivo para mí, por cuanto tomé
decisiones importantes. Aparte de empezar a editar, gracia o por culpa de ello,
me introduje definitivamente en el laberinto de l'Editorial Bruguera,
sin saber nadie en aquel momento que faltaban pocos años para su fin. El
contacto cercano y certero se debió a la persona que con el tiempo se convirtió
en mi amigo de confidencias. Era el factótum de la empresa, el
considerado por muchos, el cerebro de un proyecto editorial de altos vuelos y
querido y odiado a la vez por otros. Lo único que sé de cierto de él, es el
recuerdo imborrable de su memoria.
Porqu, Rafael González –periodista postergado y controlado
por el franquismo, escritor y uno de los mejores guionistas de la historia de
los tebeos españoles--, siempre me recibió cortesmente y me animó a escribir e
investigar sobre la historieta nuestra. También me aconsejó gratamente y me
descubrió muchos secretos guardados bajo llave hasta entonces. A más a más,
me autorizó a publicar algunos de los
héroes de ficción más entrañables del cómic editado en la ciudad Condal.
Entre 1980 y 1984, se cerró un ciclo, hablando durante meses,
un par de horas aproximadamente con González, una persona que cambió la
edición de las publicaciones humorísticas del país y autor de algunos de los
mejores personajes realistas de la posguerra. Le hice también una larguisima
entrevista, imposible por los recuerdos y las emociones que le vinieron a la
memoria. Ahora, es el tiempo de darla a conocer sinó totalmente, casi
toda.
Había admirado a González años después de haberle
visto por primera vez. De un encuentro fugaz no pude entrever ni la
personalidad ni su talante. A partir de 1980 la cosa fue distinta, porque durante mucho tiempo, desmenucé con él, parte de la historia de nuestra rica
cultura de las viñetas. Unos encuentros apasionantes llenados con el goteo de
unas horas que parecían siempre ser minutos... Al final, por agotamiento lo dejamos
ambos, encontrándonos luego, de forma mucho más espaciada.
Si hasta entonces, mi pequeña labor en el campo de la
investigación de la historieta española la había emprendido como una afición, a
partir de entonces, la adopté como una profesión amateur sin sueldo ni
compromiso tácito con nadie. Era la voluntad de ejercer como estudioso,
entresacado de la experiencia de aquellos años. Jamás me he arrepentido de
aquella decisión fruto del soporte que tuve por muchos amigos que he mentado
anteriormente, especialmente, la del desaparecido, Antonio Ventura Travesset.
La
ausencia durante varios años en las JORNADAS sumado a la crisis del CAH,
(Club Amigos de la Historieta), Asociación de la cual formé parte como
fundador, me permitió dedicarme a la edición de obras minoritarias de algunos
de los más populares historietistas españoles, intentando rescatar obras de la
inmediata posguerra.
Sin el empujón entusiasta junto a la ayuda economica de
dos grandes amigos, Francisco Baena y Ramón Florensa, seguramente
no lo habría conseguido. Por otro lado, Eugeni València siempre respaldó
mi actuación tanto la de pequeño editor como la de colaborador de aquellas
apasionantes y nostalgicas JORNADAS.
Publiqué
unos cuantos albumes dedicados entre otros a, Bosch Penalva, Jesús y Adrià Blasco, Eugeni Giner, Francisco Hidalgo,
Manuel Gago y algunos más. Apasionante reto con la que conté ocasionalmente con los textos o consejos de Manuel Jimenéz de Parga, Alfons Figueras
y Rafael González Martínez. Incluso me atreví a lanzarme a la aventura
de publicar algunas colecciones de tebeos de las decadas comprendidas entre
1940/1950.
LA SEGUNDA JORNADA y siguientes Las
segundas JORNADAS a las que me invitaron, se celebraron entre el 29 y el
31 de marzo de 1982 –probaron antes con otros invitados y al final fuera por
simpatía, dedicación o empatía--, la cuestión es que a partir de entonces, casi
siempre que se organizaron actividades culturales --no siempre fueron de
cómic--, asistí como ponente. En la ocasión a que nos referimos, pude reunir a
dos firmas casi imposibles de lograr juntar, los maestros Jesús Blasco y, Emili Feixas,
un par pesos pesados que tanto relumbre le dieron a la historieta española de
la posguerra.
La
terna elegida fue: “EL CUADERNILLO DE CONTINUARÁ”. Aquí me apunté un tanto, con
la ventaja de haber publicado hacia poco, el CATÁLOGO DEL TEBEO.
Luego, ataqué un día después, con, “LA HISTORIETA COMO ELEMENTO DIDACTICO”. En una parte del texto me basé en un trabajo de campo que realizó, en su
momento, un pedagogo francés.
En
esa última propuesta de estudio y participación, mis elucubraciones consistían
en aprovechar el prestigio de ciertos personajes de cómic para introducirlos
dentro de la enseñanza normal, tanto en escuelas como en institutos. Aquello, era algo impensable en esa época.
Al cabo de
unos años, me percaté –por mimetismo o por haber llegado a la misma conclusión,
que algunos maestros de nuestro país --aventajados igual como en su momento
hiciera el suizo, Rüdolf Töpffer en
crear sus primeras historietas--, decidieron emplear lo que propuse en mesa
redonda, para la enseñanza de idiomas. Esa idea más tarde pasó a otros ámbitos
y asignaturas escolares.
Para
ese acto, conté como invitados a un grupo de historietistas jóvenes –los sobrevivientes, lo eran entonces--, afincados en Barcelona: Leopoldo Sánchez; Fernando
Fernández; Carlos Giménez y el veterano, Jordi Longarón. La UPC,
imprimió un pliego con la aventura corta de còmic, LA CONFESIÓN DE UN MUERTO,
obra d'Emili Freixas.
Benevolentamente, se me felicitó al final de las peroratas.
Luego,
entre el 25 y 27 de abril de 1983, tuve otro desliz al marear la perdiz, en
torno a “LA HISTORIA DEL CÓMIC Y SU REPERCUSIÓN EN ESPAÑA HASTA 1939”. Ahí,
casi se me duermen los asistentes/estudiantes con el agravante que algún
profesor quedó amuermado. Aún así, después de la charla, cada uno dijo o
contradijo lo que le vino en gana, felicitándose por aguantar hasta el
final.
Al
día siguiente, la pócima estilistica, “CUTO, O LA ESTÉTICA EN LA HISTORIETA
ESPAÑOLA”, con un pase retrospectivo de diapositivas fue tragada mejor por
parte de los sufridos estudiantes. Finalmente, cuando abordé, “LA INVASIÓN DE
LOS HÉROES DE PAPEL”, casi se me cae el personal. Mi amigo, València, un
forofo “freixiano”, aprovechó para editar otro pequeño facsímil de Freixas titulado, EN EL PAÍS DE LOS
UGONS. Ahí me despedí corriendo hasta la próxima ocasión antes me atraparan los
asistentes a las JORNADAS.
Jornadas de Còmic (1983) - Emili Freixas
El siguiente año de 1984, un mundo nuevo aparecia ante mis ojos cuando reanudé mi contacto con la Universidad catalana. Las fechas comprendidas entre el 8 y el 10 de noviembre se dieron diferentes alternativas a las JORNADAS. La inclusión del profesor de la UPC, --un certero diagnosticador de males y aciertos de nuestros tebeos--, el compañero Federico Fernández resultó un total acierto. Presentó de forma magistral, la “GÉNESI I EVOLUCIÓ DE LA NARRATIVA ICÒNICA”.
Por
mi parte, la colaboración resultó ser más modesta, al afrontar de un día para
otro, “EL CÓMIC Y LA CIENCIA FICCIÓN, EN ESPAÑA” y, “EL CÓMIC Y LA
NACIONAL-PEDAGOGÍA” ayudado, como no, por la sabia inspiración del amigo, València.
La ocasión me dió pie a presentar los dos cuadernos de ZINGAR DAN, editados con
mi sello propio, Revival Cómics, y repartirlos entre los asistentes.
ZINGAR DAN nº1 (1946) - Darnís-Miquel Bernet
LAS JORNADAS
MUTAN A JORNADA Durante 1986, los
ánimos andaban revueltos con el rebote de la fiebre por los superheroes
yanquis. Aquí habíamos tenido los nuestros si no tan altos por lo menos tan o
más contundentes y apuestos como EL
HOMBRE ELÉCTRICO, EL CABALLERO DEL SALMONETE, SUPER BIRRIA, “S”; ERIK, EL ENIGMA VIVIENTE y otros. Los hispanos habían
resultado tan estimulantes como atrayentes o más, que los norteamericanos.
Aquel
año, las agotadoras JORNADAS perdieron la “s” y empezaron a ser Jornada,
cosa que agradecí, porque entre mi trabajo; la creación de CERCLE DEL CÓMIC
y las ediciones que llevaba a cabo, no me quedaba tiempo ni para
respirar. No obstante, siempre que me lo pidieron accedí en acudir a los actos
culturales universitarios. También participé en otros, fuera del paraninfo, que
realicé con sumo placer. Era un contacto personal que enlazaba con la
investigación que llevaba a cabo sobre nuestra historieta, una de los más
importantes del mundo.
Acepté
de nuevo la llamada lejana y me acerqué otra vez a la Facultad, el 22 de abril con el tercio cambiado. En lugar de
presentar el nacimiento de SUPERMAN o SPIDERMAN, hablé como no, de “ELS ANYS
TRÀGICS DEL CÒMIC ESPANYOL (1939-1945). ¡Es que uno tiene su corazoncito y
preferí hablar como buen ciudadano de nuestros tebeos! Mi amigo València, en esta ocasió, se
conformó en regalarnos un cuadernillo con la aventura inacabada de CUTO-LA
HERENCIA MALDITA, del Equipo Blasco. Esta historieta se publicó muchos años atrás, en la
revista, BOY, quedando incompleta.
Jornada de Cómic (1986) - Equipo Blasco
Durante los años siguientes, estuve metido de lleno en CÍRCULO DEL CÓMIC y en las diferentes ediciones y trabajos que formalicé, algunos con Ediciones B –al final hubieron problemas y lo dejé--, ante el intento de querer censurarme el discutido Víctor Mora. Se trataba de sendos artículos, escritos en plena democracia, sobre los héroes de papel, EL CAPITÁN TRUENO y EL JABATO. Mi extensión de colaboración alcanzó a los Blasco. En ese tiempo, no pude asistir a las JORNADAS, que en lugar de cómic, buscaron salidas diferentes, las cuales en su momento, cristalizaron positivamente.
Cuando
creían --así pensaron los incautos profesores y estudiantes de la UPC--,
haberse podido librar de mí, se equivocaron del todo. Porquè, el 27 de
abril de 1991, volví otra vez a la carga con,” ELS ANYS MÀGICS DEL CÒMIC
(1930-1940)”. Un fallo de imprenta o
despiste mío, vete a saber, confundió
las fechas, 1930-1937, transformándolas en las que se leyeron en los
créditos. Ahí por falta de presupuesto, nos estrechamos las manos
quienes compartimos la mesa –que abríamos la charla--, y nos despedimos hasta
la próxima ocurrencia tebeística.
(Continuará)
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