martes, 2 de febrero de 2016

II-El Cah (Club de Amigos de la Historieta)

UNA EDICIÓN COMPLICADA                                                                                                Y si hay una colección por su difícil resultado final que abordé con entusiasmo en el CAH, fue DANDY DOLAR. Este personaje que curiosamente se metió de tapadillo dentro de la colección EL ENIGMA ESCARLATA (1954) --un grueso y caro cuaderno para la época con una aceptación mínima en el mercado--, si algo contenía de interesante era el héroe western personaje creado enteramente por Martínez Osete. La lástima que es que acabó en el momento de suspender Ediciones Toray el tebeo madre.


DANDY DOLAR nº2 (1979) - Martínez Osete 

Para conceder el permiso de la edición de DANDY DOLAR, el artista se negó a cobrar nada. Me comentó que con el trabajo que representaba poder presentar la colección con las portadas a color, estaba suficientemente recompensado. Le prometí a Martínez que la próxima vez que editáramos algo suyo, se le abonarían los derechos correspondientes. 

Originalmente, la portada en blanco y negro de DANDY DOLAR, iba reproducida en el interior junto a las páginas de la aventura y las correspondientes de EL ENIGMA ESCARLATA. Esa tarea de recuperación, coloreando todos los números lo hizo posible el artista Leopoldo Sánchez. Entre todos, logramos hacer una edición lujosa. La publicación DANDY DOLAR por ser única en su especie, tuvo una salida y venta fulgurantes.  

ABANDONO EL CAH                                                                                                  A finales de 1979 y por tener desavenencias con el Presidente Xavier F.,  y el resto de la Junta Directiva, abandonaron los cargos y el Club conmigo, Baena y Florensa. Creímos que cuando los dirigentes se negaban a rendir cuentas a final de año del devenir de la Asociación, algo grave fallaba. Evitamos ser cómplices de una conducta irregular y nos marchamos con toda la pena del alma. ¡Unos fundadores que abjuraban de lo que habían ayudado a crear!

Tuvimos algo de razón, pese a que la inercia del CAH le llevó a mantenerse durante unos años más. Un día aciago de 1984, desapareció el Presidente Javier F. de escena sin dejar rastro. Se aprovechó claramente del Club, debido sin duda, a sus problemas económico-empresariales. 

    Se busca preferentemente vivo a Xavier F., para que salde sus deudas. El tipo es peligroso. En su 
     haber, figura haber pertenecido y ser expresidente del CAH, exdirectivo de la quebrada BOMBA   
     PRATexaficionado a los tebeos, ladrón y estafador. Se recompensará con 2000 cuadernos a quien
     puede dar datos sobre sobre su paradero.
    
Al hundimiento del CAH, contribuyeron sabiéndolo o pretendiendo ignorarlo, otros miembros de la Junta quienes apoyaron al Presidente hasta el último segundo, antes de poner los pies en polvorosa. El triste desenlace, será algo que pesará siempre sobre sus conciencias. Junto a Baena y Florensa advertimos del problema a la Junta y por no perjudicar a la mayor parte de los Socios, nos abstuvimos de denunciar un hecho que creímos grave.

¡Quizás nos equivocamos ! ¿Y si nos hubiesemos quedado en el Club, llevando al Juzgado a los responsables? Me temo, que el resultado hubiera sido el mismo. El final del CAH estaba cantado. La deuda contraída con los proveedores era tan grande –nunca se contó el verdadero endeudamiento al resto de la Junta ni a la masa social--, que nadie pudo asumirla. La viabilidad del Club, a pesar de algunos soñadores que lo intentaron más tarde era imposible (1).

(1) Años después, Josep Mª Alvarez, Socio importante de la Junta Directiva del CAH, me confesó que Javier F., habia toreado a la mayoría de miembros, no sólo de la Junta, si no también al resto de asociados.

En 1979, una vez superado el bache del abandono del Club, Baena y Florensa abrieron la librería de material antiguo El Coleccionista. Sin duda fue una decisión acertada. Seguramente y con su empuje, convirtieron la tienda en el mejor escaparate que ha habido de tebeos antiguos del país.

Nunca ha existido otra tienda como El Coleccionista y dudo de que nazca ninguna de parecida. En un corto lapso de tiempo, nadie logró superarla en cantidad y mucho menos en la calidad de los tebeos y otros objetos de coleccionismo puestos a la venta. Florensa, aprovechó la  experiencia adquirida en la puesta en marcha de una librería de Barcelona --que todavía sigue en activo--, montada en base a vender material antiguo y moderno. Allí les adquirí diversas colecciones para estudiarlas a fondo.

En El Coleccionista, como si fuera pequeña nuestra mutua amistad, se cimentó todavía más, por si hubiesen quedado resquicios de alguna duda. Más de una vez, nos reunimos en sus dependencias para hablar de lo que más nos gustaba: los tebeos. ¡En muchas ocasiones pienso en aquellos encuentros entrañables !

Durante 1980 empezó mi etapa como aficionado a editar y convertirme en un voluntarioso investigador, cuyas puertas medio entreabrí mientra preparaba el CATÁLOGO DEL TEBEO EN ESPAÑA con el CAH. Ese mismo año también resultó clave, al contactar personalmente por segunda vez con Francisco González Martínez, factótum de la Editorial Bruguera, y uno de los guionistas más importante del tebeo barcelonés. Deseaba pedirle autorización para publicarle algunos de sus personajes más famosos. ¡Que recuerdos¡



       CATÁLOGO DEL TEBEO EN ESPAÑA (1979) - Josep M. Delhom (con la ayuda de
       Joan Navarro)

Durante más de cuatro años, me vi con González un par de horas durante meses de forma alternativa. En esos encuentros, recordamos viejos tiempos, experiencias, triunfos y dificultades con y sin la Editorial Bruguera, la más importante editora de tebeos de España. ¡Aquellos amigables tertulias que compartimos, constituyen distintos retazos de estos capítulos de ENTRE TEBEOS que pretendo llevar a cabo, sin pausa! Intentaré contar lo que prometí hacer en su momento.

Entre 1980 y 1992 desarrollé editorialmente una actividad frenética. En ese trabajo específico actué con el sello de Revival Cómics. El soporte pecuniario de mi primer álbum SILVER ROY lo recibí de Baena y Florensa. Aún estando fuera del CAH, quise seguir favoreciendo a sus Socios numerarios porqué nada tenían que ver con la administración del Club. En el material entregado a ellos, les imprimí su logotipo.

SILVER ROY (1980) Boch Penalva-Rafael González 


EL “NUEVO” CAH                                                                                                                 En diciembre de 1984, parecía que el difunto CAH estaba muerto y enterrado desde hacia meses, después de su cierre y antes de poder celebrar sus 10 años de vida. Entonces, recibí una llamada telefónica de un antiguo Socio que me informó que se estaba preparando una Junta para dirigir los restos funerarios de la Asociación, presentando un nuevo escenario. Entre otros detalles, me habló de la posibilidad de que me presentara a la elección del nuevo Presidente.

La persona al otro lado del hilo del teléfono, argumentó razonablemente, que si yo jugara bien mis bazas, tendría el apoyo incondicional de la mayoría de presuntos interesados al intento de recreación del Club. Le agradecí la sugerencia. Le comenté que ni yo ni nadie podía resucitar a los enterrados. Aquella idea, algo descabellada, me pareció fuera de toda lógica. No me interesó para nada.

En aquel momento, junto con distintos exsocios del CAH, y antiguos colaboradores del Saló del Còmic de Barcelona, estábamos preparando el lanzamiento de una nueva Asociación Cultural de Aficionados a los Tebeos: CERCLE DEL CÒMIC I DEL COL·LECCIONISME .
que nació dos años más tarde.

No le comenté nada a la persona que me hizo la confidencia, por la sencilla razón, que ignoraba entonces, si nuestra idea se convertiría en definitiva o no. Estaba pendiente de atar diferentes cabos para dedicar una parte de mi tiempo al campo cultural mediante mis ediciones y la actividad prevista en el nuevo grupo.


               Página de las Hojas volanderas del Nuevo CAH (1984)

Un par de meses después y sorpresivamente, recibí unas hojas volanderas (eran exactamente dos con una grapa), rellenas de texto por todas las caras, con diversas propuestas, algunas totalmente absurdas. Me pareció por el sentido que le daban a los contenidos y a la propia presentación de la circular, que intentaban imitar a los antiguos Boletines del CAH. Era pura elucubración, por cuanto las hojas cosidas con alambre para nada se parecían al antiguo Órgano de Comunicación entre los Socios, el en otra hora, prestigioso Boletín. Era buscar el símil entre una tortilla y un zapato.

En la primera página, la presentación de aquellas hojas volanderas, realizadas deprisa y corriendo, resultó un batiburrillo de difícil asimilación. La inicial sorpresa me la llevé al ver estampada la razón social. Se utilizó el nombre de CLUB AMIGOS DE LA HISTORIETA, sin el anagrama tradicional. Junto a la nomenclatura recobrada, un texto escrito a mano indicaba mi nombre y domicilio –el antiguo--, con un sello manchado exageradamente con tinta de Correos que estropeaba parte de la lectura.

También, un espacio estaba destinado a una posible suscripción a álbumes y revistas, sin especificar si con ello había la posibilidad de convertirse en asociado de la futura entidad cultural. De lectura inversa al resto, se leía la necrología del famoso historietista argentino José Luís Salinas, padre del personaje de la historieta CISCO KID.

En la plana segunda, el texto presentado parecía más un relato de Lovecraft que una explicación razonable de las causas que habían llevado a la ruina al CAH. Hablaban de una posible sustracción del libro de Contabilidad de los años 1982 a 1984, cuando jamás se presentaron estos libros ni a las Juntas anteriores ni a nadie. También se citaba el expolio sufrido del fondo patrimonial de la Asociación, que había desaparecido misteriosamente, sin dar ni nombres ni lugares.

Con todo esa largo texto de descalificaciones a fantasmales depredadores, pedían la ayuda crematistica a todos aquellos aficionados a los tebeos que se habían apuntado al proyecto. Ni más ni menos, demandaban que se rascasen los bolsillos para ayudar a insuflar vida a un muerto que querían siguiera estando vivo. Igualmente, se presentaba la Junta Directiva que hoy todavía se desconoce quien la eligió.

Detalle de la página de la Hojas volanderas del Nuevo CAH (1984)

Alguna persona con criterio, seguramente habría creido que la “nueva” Dirección del CAH, aportaría gente solvente e ideas innovadoras. ¡Pues, no señor! Los mismos actores que contribuyeron a liquidar la Asociación –activa o pasivamente--, figuraban en los mandos. ¿Como había de creerse a los responsables del hundimiento del CAH como posibles salvadores? ¿Puro dislate o aquella la locura colectiva, convirtió en sueños lo que la realidad negaba?

Habían otros comentarios que dejo de anotar por imposibles, dentro de los desequilibrios mentales de unos cuantos optimistas irredentos. En un margen de la parrafada general, había medio recuadro a una medida microscópica –con el logotipo perdido--, y, una relación de unos 60 Socios que habían desembolsado, la “pírrica” cantidad de 2.500 ptas. ¡Una fruslería!

Observando atentamente esta lista, veo que entre ellos, había antiguos colaboradores de la Asociación y algún amigo mío que se dejo engañar por los cantos órficos de aquellos intrépidos rescatadores de naufragios. Pero, lo que me molestó sobremanera y me indignó, fue al leer que entre los Socios –reales o ficticios--, figuraba el ínclito Xavier F., el presunto y mayor responsable –no único--, del descalabro y huida hacia ninguna parte del CAH.

Se trataba, ni más ni menos, del antiguo Presidente que prometió la Luna y los planetas que circundan el Sol y se quedó con una parte del fondo editorial de la Asociación. ¡Cómo se pudo engañar a los nuevos asociados de aquella forma tan burda? La buena fe de la gente siempre es aprovechada por los presuntos truhanes.


                                                           Página de la Hojas volanderas del Nuevo CAH (1984)

En la tercera y cuarta página, se comentaban desde las Novedades del mercado tebeístico hasta Comentarios y temas diversos. Me sorprendió ver el anuncio de unos irreales y esperpenticos Premios CAH, correspondientes a 1984. Asimismo, en breves líneas, aparecía la propaganda minidisminuída de varias editoriales, entre ellas, una sin autorización alguna para publicar nada.  ¡Un Club que se llamaba cultural, promocionando el pirateo!

Y ahora hablemos un poco del “robo” del Patrimonio del CAH, cuando era presidido por el --cuyo nombre omito por repetido--, amante de lo ajeno. El material que estaba en la sede antigua del Club, en un piso de un edificio de la Diagonal barcelonesa, se lo llevó tranquilamente el Presidente de marras a una librería de Barcelona.

Nuestro “amigo”, cuando encontrose que necesitaba dinero para tapar agujeros de su empresa y personales, cometió ese latrocinio. El material, incluía diversos álbumes tanto editados por el CAH, los míos de Revival Cómics, las colecciones de cuadernillos publicadas por la tienda El Coleccionista por parte de Baena y Florensa y cerca de 50 CATÁLOGO DEL TEBEO EN ESPAÑA. En conjunto, se nos debían más de 1.200.000 ptas. de entonces y que jamás cobramos ninguno de nosotros.

Pero, a más a más, las correrías esquilmadoras fueron más. Porqué, aparte de liquidar el material que tenía en el local de la Diagonal, tiempo antes, pasó por la tienda de El Coleccionista. Allí, había cerca de 200 álbumes de ediciones modernas, la mayoría material franco-belga de diferentes editoriales españolas.

Con una furgoneta alquilada, el expresident de tots els Socis, arrambló con el material y lo depositó en la misma librería, presunta cómplice de robos y otros negocios sucios. Dio la casualidad que yo como cliente, visitaba aquel día El Coleccionista viendo con mi propios ojos como se levantaban aquellos tebeos que se dijo habían sido expoliados.

En aquel momento, apartado hacía años totalmente del CAH y antes de su hundimiento, creí que los álbumes de tapa dura iban al local de la Diagonal para redistribuirlos entre los asociados que habían pedido obras de ese tipo. Meses después, me llegó la noticia de que la librería antes mencionada y de tapadillo, vendía todo lo sustraído al CAH, a menor precio del real.

Con la desaparición de Xavier F., de circulación ¿Cómo se podían probar esos hechos delictivos? Nadie de la antigua Junta Directiva del CAH se preocupó por seguir el rastro claro que dejaban las huellas del huido. ¿O tal vez estaban presuntamente, poco decididos a perseguir nada, al ser una parte importante involucrada en el saqueo? Punto y aparte.

¿Quienes sobrevivieron en el camino a Flandes de esos nuevos renovadores de las esperanzas fallidas? Mientras algunos pensaron más en su afición, otros le dimos vuelta al caletre, llegando a la conclusión que el Proyecto irreal ofrecido, podía llevar oculto un engaño que beneficiaría a unos pocos. Nos libramos del disgusto, Baena, Florensa, Meca, Miguel Pascual, Ventura Traveset y yo, junto a unos cuantos más a quienes pude advertir a tiempo del “negociete”.  

Por mi parte, también deduje, que había una circunstancia sumamente grave que hacía imposible --con posible denuncia y visita a los Juzgados--, poder utilizar el nombre del CAH, si antes no se  liquidaba la deuda contraída con un sin fin de proveedores, entre ellos, nosotros, Baena, Florensa y yo. Entidad cultural o comercial, las deudas hay que pagarlas...o cambiar de tercio.

El “nuevo” CAH, acabó antes de lo esperado por sus impulsores y sin llevar a cabo nada de lo prometido. ¿Se pidieron responsabilidades a la Junta que salió elegida poco democráticamente? Muchos aficionados y coleccionistas quedaron decepcionados para siempre, negándose a integrarse en cualquier otra Asociación similar al CLUB AMIGOS DE LA HISTORIETA. ¡Una oportunidad perdida ante un desastre anunciado y previsto!

PROYECTOS NUEVOS CON PERSONAJES VIEJOS                                                           A  mediados del 2015, me llegó la noticia --por mediación de lo que las urracas parlanchinas del Castell de Montjuïc me soplaron al oído--, que antiguos “desfacedores de entuertos”, lease integrantes de las cúpulas de los diversos CAH, pretendían –cuando lucen canas y barbas frondosas--, establecer una Asociación de coleccionistas y aficionados, siguiendo antiguas pautas.

Si por lo sabido, alguien había pensado a entrar a formar parte de ese “contubernio farisaico y engañoso”, desde aquí quiero abrirle los ojos a toda persona inquieta por fomentar el coleccionismo y la afición hacia los tebeos. Hoy por hoy, existen diversas alternativas mejores que las ofrecidas por ese grupo. Por cierto, perteneciente a él, hay más de un aprovechado que desgraciadamente, siempre se ceba en incautos a quién poder engañar.

(FIN DEL CAPÍTULO)












1 comentario:

  1. No conocí nunca gente tan entregada a la causa del tebeo: promover su historia, sus autores, sus dibujantes... Sin lugar a dudas una de las más entrañables asociaciones culturales que se han dado en nuestro país. Gracias, Josep Mª, por todos esos años dedicados a encumbrar esa parcela cultural de nuestra historia en unos tiempos tan difíciles. Siempre llevaré al CAH en el corazón.

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