domingo, 31 de enero de 2016

I-El Cah (Club Amigos de la Historieta)

ANTECEDENTES DEL CAH                                                                                           Cuando me hice Socio del Club DHIN, poco después arrastré a mi amigo Josep M., para que hiciera lo propio. Meses después, cayeron en saco roto, todas las propuestas que los dos hicimos a la Directiva de transformar el Boletín de Comunicación del órgano de dibujantes. Expusimos, que se podían dedicar varias páginas a los aficionados y detraer una parte del presupuesto de la Asociación para editar material de historietas de décadas anteriores.

Meses más tarde, retirado Josep M., de todos los frentes tebeísticos, empecé a cavilar de que forma se podían encarrilar las tentativas fallidas. Llegué a la conclusión de que con el grupo de aficionados con los que me reunía cada domingo por la mañana en el Mercat de Sant Antoni, tal vez hubiera alguna posibilidad.

Así, mientras el DHIN vegetaba, a últimos de junio de 1974 y con diferentes   entusiastas de los tebeos, especialmente Joan Navarro, Vicenc Sánchez, un grupo de coleccionistas del Mercat de Sant Antoni y otros aficionados que se sumaron, quedamos en reunirnos después de las vacaciones para intentar crear un grupo unido, contactar con la mayoría de coleccionistas y simpatizantes de los tebeos dispersos por todo el país y crear un Club de forofos.

Cada uno de nosotros debía presentar un plan de actuación que se discutiría a fondo antes de ser aprobado definitivamente. Alguno de los veteranos compradores de tebeos del Mercat, se retiraron de la propuesta. Consideraron una locura crear un Club sin disponer de mucho dinero. Como hice en aquel momento y seguí haciéndolo para otros proyectos culturales o comerciales, nunca dispuse de suficientes medios económicos. Sin embargo logré poder encararlos casi todos.

Boletín nº24 (1978) Portada: José Ortiz

Con el soporte de los valientes, los temerarios y el álito de la afición, tiramos para adelante y nos planteamos de la nada, hacer un Club potente de aficionados de la  historieta. De aquella decisión nacería el CAH. Hoy todavía permanece en el recuerdo de muchos veteranos aficionados. La pena fue que el sueño de una mayoría, fue torpedeado desde dentro, por los problemas y mal hacer del propio Presidente de la Asociación.

EL CAH. UN PARTO DESEADO                                                                                    Durante la primera semana de setiembre de 1974, empezamos a reunirnos en el Bar Velódromo de Barcelona, cada jueves de 7 a 9 de la noche. Dentro de la segunda quincena, el grupo que queríamos organizar el Club, hizo una sesión extraordinaria que duró más tiempo del debido. ¿Tal vez por la cantidad de las propuestas que debían de presentarse y que se acordaron un par de  meses antes? Al contrario, el único Anteproyecto que se se puso encima de la mesa fue el mio.

En él y punto por punto, reflejé todo lo que veníamos comentando semanas atrás con alguna apostilla de última hora. Fuere por falta de tiempo, pereza o porqué nadie tenia las ideas demasiado claras, la cuestión es que todo el mundo estuvo de acuerdo con el documento. Entonces, entre las 15 personas reunidas pasamos a elegir a una Junta Directiva provisional.

Cada uno de los miembros de la Junta nombrada, aportó 500 pesetillas y principiamos la andadura. Inicialmente, entre todos, buscamos un nombre apropiado para la entidad. Batallamos diferentes sustantivos como CLUB DE AFICIONADOS A LOS CÓMICS, CLUB ENTUSIASTAS DE LOS TEBEOS, CLUB DE COLECCIONISTAS DE TEBEOS.

Suplemento Boletines nº6 Inicio (1975) Alfonso Font

También descartamos alguna nomenclatura imposible y rechazamos más de una risible. Finalmente y por mayoría absoluta, adoptamos el de CLUB AMIGOS DE LA HISTORIETA. Las siglas CAH, fueron reconocibles a partir de aquel momento entre la mayoría de aficionados a los tebeos tanto dentro como fuera de nuestra Comunidad.

Dos de nuestros Socios Fundadores, los grafistas, Josep Mª Alvarez y Xavier Balmanya crearon una marca que por original ha traspasado la barrera del tiempo. El logotipo definía claramente a que ente pertenecía. El resto de la Junta estuvo compuesta aparte de las personas citadas por Antoni Arigita, los hermanos César y Jesús Díaz, Antoni Muzas, Joan Navarro, Vicenç Sánchez, Mª Victoria Vives y yo mismo.

Me nombraron Presidente del Club por mayoría total, en absoluto porqué fuera el más capacitado para serlo, si no simplemente –arrastrando la experiencia negativa del DHIN--, por hacer una exposición clara de los objetivos a asumir. En primer lugar, los de corto plazo que pretendían la creación del Boletín Informativo y de comunicación entre los Socios.

Los de medio, que invitaban a la preparación de artículos de fondo para nutrir tanto el órgano del Club como para preparar Suplementos dedicados a autores de historietas. Los de largo, la propuesta de reditar diversas colecciones y/o personajes de las décadas comprendidas entre 1940/1950 y que decidiríamos la mayoría.

El Anteproyecto se transformó en un Proyecto consolidado que se presentó para que fuera aprobado por el Ministerio del Interior. Todavía estábamos en la recta final del franquismo y sabíamos de los problemas derivados de querer organizar un Club privado, aunque fuera de ámbito cultural. Uno de nuestros Socios Fundadores --el amigo con el tiempo--, Vicenç Sánchez, se encargó satisfactoriamente de presentar los Estatutos.

De forma inesperada y como si se tratara de un prodigio, un mes después en el domicilio de Sánchez --nombrado posteriormente Secretario del CAH--, se recibían aprobados los Estatutos sin ningún cambio. ¡Inaudito en un tiempo oscurantista y represivo! Siempre estaba dispuesto Gobernación de laminar, purgar o liquidar, aquello que le parecía inoportuno al régimen o atentatorio a la moral y costumbre de los españolitos.

Entonces, se nombraron las tareas a desempeñar para cada uno de los miembros elegidos 
de la Junta y que fueron corroborados tanto en los Estatutos --los cargos obligatorios--, y el resto por unanimidad. Nos pusimos a trabajar de inmediato. Primeramente, preparamos el primer número del Boletín --por los conocimientos adquiridos en mi trabajo profesional--, con la aportación indesmayable de Alvavez y Balmanya. Apareció impreso a finales de enero de 1975 y rápidamente se distribuyó entre todos los asociados del CAH.

A consecuencia de haber realizado una pequeña campaña informativa en el Mercat de Sant Antoni y gracias al boca a boca, se hicieron rápidamente bastantes Socios de nuestra Asociación. Más tarde y escalonadamente, se incorporaron distintos aficionados de la provincia, de Catalunya y del resto de España. Gracias a ello, desde el nº1 y dentro del Boletín, empezaron a salir listas de tebeos con el material que buscaban o que ofrecían los Socios.



DICK NORTON nº4 (Inicio) (1975) - García Iranzo

Aparte, en el aquel Órgano se informaba de las Novedades de los quioscos y también se trazaban perfiles de artistas, tebeos o editoriales. Nunca he agradecido bastante, la colaboración de todos los miembros del CAH mientras estuve al frente de la entidad. La laboriosidad del dúo Alvarez-Balmanya, siempre fue muy valorada por mí. El conocimiento que ofrecieron los hermanos Díaz, especialmente de los cómics USA, animaron a un buen número de coleccionistas a integrarse en nuestra Asociación.

El arduo trabajo de Secretario de Vicenç Sánchez, nunca se valoró lo suficiente. Gracias a su esfuerzo, el CAH tuvo el impulso que necesitaba. Su fecunda labor resultó imprescindible en los dos primeros años, que coincidieron tanto en su nacimiento como en su despegue. Reconozco que posiblemente, ha sido uno de los mejores Secretarios que ha tenido una organización cultural. Vicenç, en cuantas acciones emprendió, llegó a todas partes y para todos. 

Antoni Muzás, ejerció de tesorero permitiendo que poco a poco se pudieran emprender nuevas etapas pese a que la realidad económica era modesta. Eso sí, en los momentos oportunos siempre se reenvirtió el dinero conseguido con la venta del material elaborado por el Club.

Mª Victoria Vives, fue una miembro voluntariosa que siempre estuvo dispuesta a dar asistencia a quien lo necesitaba, aún viviendo a 60 Km. de Barcelona. Por este motivo, las pasó moradas. Heroicidad que pagó pronto muy cara. Su salud se resintió tanto ante semejante jaleo que tuvo que abandonar el CAH. Una aficionada menos y una persona de valía que lamentamos perder.

Antoni Arigita, aportó su grano de arena con sus puntos de vista y complicidad compartida impulsando la sección fotográfica.Tengo que citar también el entusiasmo y laboriosidad de Joan Navarro, quien meses después del nacimiento del Club, se encargó totalmente de preparar los Boletines y Suplementos y redactar más de un artículo. Mientras, yo hacia lo propio con las ediciones de nuevo cuño y las rediciones de algunos tebeos clásicos de la posguerra.

Sin embargo, uno de los elementos más positivos que siempre dispuso el CAH fue la de los Socios y colaboradores externos. Entre ellos hay que citar a, Luís Ache, Ramón de España –en sus años mozos--, Joaquim Sendra --un esforzado editor en solitario con alguna edición modesta pagada de su bolsillo y regalada a los Soios-- y Agustín Sánchez

Y de los mejores aficionados que conocí en el CAH también necesito hablar. Con  el transcurrir de los meses, un buen día, en el Bar Velódromo aparecieron tres personas de recordada memoria como fueron Paco Baena, Ramón Florensa y Eugeni València. Con ellos, realicé diferentes actividades que comentaré a su debido tiempo.

Primeramente se incorporaron como Socios del Club. Más adelante, los dos primeros formaron parte de la Junta Directiva al tiempo que se convirtieron en grandes amigos míos. Desde aquí, me descubro ante el soporte moral y en ocasiones económico que dispensaron al Club y a mí personalmente.

¿Cómo expresar mi admiración, cariño y amistad frente a aquellos quijotes y enamorados del 9º Arte como yo, décadas después de aquella hazaña de crear de la nada y con una aportación ridícula, una Asociación Cultural, de la cual todavía se habla y que dejó una huella imborrable? Lo más importante es que logró dejar secuelas positivas aparte de su desgraciado final. A su desaparición, otros clubs vinieron a llenar después el hueco dejado por el CAH.

LAS EDICIONES DEL CAH                                                                                                  Con Baena y Florensa, se dió un impulso general a las ediciones del CAH. EL soporte personal y el dinerario, especialmente por parte del primero, ayudaron a incentivar la publicación de algunas colecciones de cuadernillos. Hoy son un modelo editorial destacable. Aquel mismo año (1975), apareció la primera obra concebida por nosotros. Era la publicación de la obra completa del personaje DICK NORTON de García Iranzo. Se presentó en ocho fascículos atemporales.



LOS GRANDES DE LA HISTORIETA nº1 Inicio (1977) Alex Raymond

DICK  NORTON apareció originalmente en la revista LEYENDAS, a partir de 1944, con su novel autor, el joven dibujante García Iranzo. Las sucesivas reimpresiones de este héroe --incluyendo alguna de pirata y fuera del club--, denotaron claramente el éxito que obtuvo la propuesta. Lógicamente, pedimos autorización a su autor.

También, gracias o por culpa de Antonio Martín que de alguna manera, al no poder entregarme un texto literario que le encargué sobre DICK NORTON –supongo que debido al trabajo que tenia acumulado por aquel entonces--, esa carencia, me espoleó y empecé a indagar acerca del citado héroe de la historieta y su autor. Redacté mis primeros folios --después de muchos años de haber dejado de escribir nada--, como aficionado para el CAH.

Entre los Boletines y Suplementos del CAH, alumbraron las biografias cortas de un puñado de historietistas españoles. Entre ellos, Carlos Freixas, Luís Bermejo, Jordi Bernet, Leopoldo Sánchez, Carlos Giménez, Jordi Longarón, José Ortiz y otros. Todo este material, despertó el interés de muchos Socios hacia los autores nombrados y también del resto, especialmente cuando la revista del Club pasó del formato de la media cuartilla al DIN-A4.

Entre los logros de esos primeros años del CAH, hay que destacar los dos números dentro de la colección LOS GRANDES DE LA HISTORIETA, destinados a glosar la vida y la obra de los monstruos de los tebeos como fueron, el norteamericano Alex Raymond y el catalán, Emili Feixas.

Esa edición contó con la ayuda textual del aficionado José Rojo, fan del primero de los autores citados. Se pagaron royalties a la King Features de España para poder reproducir una historieta de SECRET AGENT X-9 inserta en la revista dedicada a Raymond, el genial cartoonist. Emili Freixas renunció a percibir cantidad alguna.

Para el CAH, redacté una biografía mínima dedicada a Ambròs –tuve que extractar toda la información que poseía sobre él--, por disponer de poco espacio en el Boletín dedicado a ese gran artista del lápiz. En el mismo, se incluyó una historieta corta del personaje, EL JINETE FANTASMA, que dibujó expresamente para nosotros. Si recuerdo bien, la edición se hizo durante el tercer trimestre de 1980. Ambròs, me pidió que le realizara el guión cosa que hice encantado. Como de costumbre, no quiso ni oir o hablar de que se le pagara nada. Una persona desprendida y afable.

Mientras seguía con mi labor dirigiendo el CAH como pude y supe, tuve la enorme fortuna de ser requerido por el Socio Eugeni València para tomar parte en unas JORNADAS DE CÓMIC, que se iban a celebrar en la Escola d'Enginyers Industrials de Catalunya dependiente de la Universitat Politècnica catalana. La labor que emprendí junto con València en la Universidad, a la vez que cautivadora resultó ejemplarizante. Allí conocí también a Salvador Vázquez de Parga, quien me ayudó en mis primeras tentativas editoriales.

Dejo para más adelante, hablar con mayor amplitud de los años colaborando con la UPC. Por ser una labor de mucho tiempo, pienso dedicar un capítulo a esta experiencia, posiblemente irrepetible y que ayudó a que tomara cuerpo la idea de convertirme en investigador de los tebeos hispanos. Y esa decisión acertada o no, tomó cuerpo a partir de 1980. Hasta entonces, aparte de un voluntarioso redactor con trabajos espaciados, había ejercido mayormente de coleccionista.

Entre 1975 y 1980 se editaron en el CAH publicaciones similares a DICK NORTON. Valen los ejemplos de SANGRE EN BIZANCIO,  KAY Y EL LAGARTO HUMANO, JINETE DEL ESPACIO junto a  la salida de los fasciculos de EL COYOTE.

JINETE DEL ESPACIO (1978) - Darnís-Rafael González

En ese tiempo (1977-1979), gestioné con Bruguera –a través de Rafael González-- y Toray junto a algunos autores, permisos para reeditar diferentes personajes suyos como ÁGUILA NEGRA, EL REY DE LA JUNGLA, EL DIABLO DE LOS MARES, EL PEQUEÑO MOSQUETERO, FLECHA NEGRA, EL HIJO DE LAS GALERAS, DANDY DOLAR y alguna más. Asimismo, con Angel Pardo y Ripoll G., conseguí que nos permitieran editar alguna de sus obras más apreciadas. 
                                      
EL HIJO DE LAS GALERAS nº14 Inicio (1950) Manuel Gago

Especialmente gratificante fue el CATÁLOGO DEL TEBEO EN ESPAÑA, un trabajo personal ayudado por Joan Navarro. Con él, también firmé un trabajo cronológico sobre la Editorial Hispano Americana, que se insertó en un número de la revista, BANG. Según Antonio Martín resultó un modelo de laboriosidad. ¡Y en este trabajo Joan Navarro brilló! Luego, por una serie de acontecimientos poco gratos, nuestra relación se enfrió.

Seguí de Presidente del CAH hasta 1977, fecha en la que expiraba mi mandato. No quise continuar en el cargo. Mi familia me exigió dedicarme más a ellos y decliné presentarme a una reelección. El enorme placer que significó mi renuncia a seguir en la Presidencia fue avalada por dejar un superavit modesto, y el Club en marcha ascendente.

Cuando llegó el turno de las votaciones, por desgracia, salió elegido cabeza visible de la Asociación, el funambulista Xavier F., que prometió mucho y aportó poco, salvo dejar el Club en números rojos y obligar a liquidarlo. Hubieron otros responsables que prefiero no nombrar, por considerar más importantes citar los hechos que las personas.

En el interín, hay que reconocer que todo lo que se hizo posteriormente a mi salida de la Presidencia también tuvo cuotas de calidad. Continuaron las rediciones con un número importante de obras. Entre 1977 y 1979, Baena, Florensa, Joan Navarro junto a unos cuantos miembros más y mi persona integrados en la junta Directiva, ayudamos a que el CAH consiguiera superar los 500 Socios.

En esa etapa, casi todos los cuadernillos y el CATÁLOGO, fueron financiados por Baena o por mí --cuando decidí convertirme en un modesto aprendiz de editor--, empezando por algunos álbumes de personajes de historietas de la posguerra. A ellos, les siguieron diversas colecciones de distintos personajes y autores.

(Continuará)










1 comentario:

  1. I've been looking for information about this club for over a year now! Glad to finally lay eyes on their publications (fanzines).

    Does anyone know which issue Carlos Gimenez' "VALDEMAR" appeared in, and have a cover for it?

    I've been working on a huge Edgar Allan Poe blog project for over a year-and-a-half now, trying to compile in one place every POE comics adaptation ever done. In Gimenez' "VALDEMAR"'s case, this was the first one I translated into English just for the blog!

    http://professorhswaybackmachine.blogspot.com/2015/02/poe-1971-pt-2.html

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